Dos jubiladas, dos remiseros y otros tantos comercios (una agencia de quiniela y un mayorista de ropa) fueron víctimas de hechos delictivos, en las últimas horas.
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Foto:Danilo Chiapello
“Es evidente que alguien pasa los datos sobre personas que viven solas”, opinó Elda, una de las víctimas asaltadas en Sargento Cabral.
Danilo Chiapello
Después de pensarlo muchas veces, Elda H. (79) decidió que ya era hora de hacer algunas reparaciones en su casa de Alvear al 4500. Pero lo que jamás imaginó es que con esa inquietud iba a abrir la puerta por donde se coló el peor de los demonios.
Como tantas veces, la maniobra se inició con una llamada telefónica.
“¿Usted está buscando un albañil?, porque yo estoy a pocas cuadras de su casa”, dijo un hombre que se comunicó con la nombrada durante la mañana del miércoles.
Para mayor sorpresa, el “comedido” invocó el nombre personal de la dueña de casa, como así otros datos de orden confidencial.
Sigue siendo materia de investigación cómo fue que el desconocido se hizo del número particular y de información de la víctima.
Minutos después, el supuesto “albañil” se encontraba en el interior de la vivienda. Según se supo, el sujeto es un hombre de unos 60 años, de baja estatura y de complexión robusta.
La mujer, incauta absoluta, le informó que deseaba cambiar una chapa del techo, ya que advertía que por allí se filtraba algo de humedad.
Lo que siguió fue como robarle caramelos a un niño.
El sujeto le ordenó a la mujer que se quedara en la cocina dando golpes con el mango de una escoba en el sector de la supuesta filtración, mientras él iba a “inspeccionar” el problema.
Transcurridos unos minutos, Elda sintió que ya nadie prestaba atención a sus indicaciones como así tampoco a sus reclamos.
Segundos después, la mujer llegó hasta su dormitorio y cayó en la cuenta de lo ocurrido.
Las puertas del ropero estaban abiertas, al igual que los cajones de la cómoda.
También su cartera tenía señales de violencia. Sus alhajas personales ya no estaban en su lugar al igual que algo de dinero.
“Tengo que agradecer que al menos este malviviente encontró la puerta abierta del pasillo y escapó sin hacerme nada. No quiero pensar en lo que pudo haber hecho si se veía encerrado”, manifestó hoy Elda, en diálogo con este diario.
La mujer tampoco supo explicar cómo fue que ese delincuente se hizo de su datos particulares.
“Hace tiempo que por este barrio deambulan ‘personajes’ sospechosos. Sin dudas que alguien le pasó información”, conjeturó.
* En tanto otro hecho delictivo se consumó en un local de Pje. Rodríguez al 4300, jurisdicción de barrio Fomento 9 de Julio.
Manuela Roldán (76) llegó hasta el lugar y encontró que autores desconocidos habían violentado un ventiluz para luego sustraer algunos objetos.
En el centro
Por último, el comercio C y C (distribuidor mayorista de indumentaria), de calle Salta al 2800 no se salvó de esta oleada.
El hecho fue descubierto esta mañana, cuando su dueña llegó para iniciar una nueva jornada de trabajo y encontró que los “amigos de lo ajeno” habían hecho de las suyas.
Según se supo, los intrusos rompieron una puerta blíndex ubicada en la parte posterior del local, para luego acceder hasta la caja donde sustrajeron dinero.
Remiseros asaltados
Dos choferes de remís fueron asaltados este jueves en el sur de la ciudad por ladrones que se hicieron pasar por pasajeros.
Cerca de las 19.30 de la víspera, el chofer de una unidad de la empresa de remises Veracruz fue víctima de un robo a mano armada.
Tomó pasaje en la Plaza del Soldado Argentino y desde allí dos hombres pidieron traslado hasta Colón y Tarragona del barrio Centenario.
Cuando llegaron a destino, los delincuentes apuntaron con un arma al remisero y le exigieron dinero y un dispositivo GPS. Le robaron cerca de mil pesos y antes de escapar le dispararon.
Afortunadamente la bala rozó su mano derecha y no le provocó ninguna lesión de consideración por lo que fue dado de alta en el Cullen tras recibir las curaciones de urgencia.
* A su vez un chofer de la empresa Remises Boulevard fue víctima de un atraco a las 20.30 de este jueves.
Según detalló a la policía, dos pasajeros subieron al auto en Obispo Gelabert y Urquiza.
Desde allí fueron hacia el cruce de J. J. Paso y Pje. Alfonso del barrio Chalet donde uno de los pasajeros le apuntó con un arma y lo obligó a entregarle dinero.
El delincuente se llevó $ 600, la ticketera del remís y las llaves del auto.
Ladrones en la quiniela
Una agencia que está ubicada en 9 de Julio y Junín fue asaltada a las 19.30 de ayer. La dueña del negocio relató que un joven ingresó y con un arma de fuego le exigió que le haga entrega del dinero que tuviera en caja.
Fue así que la joven de 24 años le entregó un monto cercano a los $ 500.
Como no era suficiente, el ladrón se llevó también la mochila con los elementos personales de su víctima. Luego escapó a bordo de una motocicleta donde lo esperaba un cómplice.
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