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sábado, 8 de agosto de 2015

CENTRAL APROVECHA LAS ELECCIONES PARA DEJAR ATRÁS LA EFERVESCENCIA DEL CLÁSICO

El clima festivo y el recibimiento que tuvo el equipo en el Gigante frente a Sarmiento pesó en el rendimiento de los dirigidos por Coudet. No resulta fácil no dejarse llevar ante tanta euforia.
La Capital | 
CENTRAL APROVECHA LAS ELECCIONES PARA DEJAR ATRÁS LA EFERVESCENCIA DEL CLÁSICO
 Pasó el clásico, el partido en sí, la previa y el post, con todo que lo eso generó, la adrenalina, la tensión, el desahogo y la algarabía. También quedó atrás el flaco empate frente a Sarmiento en el Gigante que tuvo reminiscencias de la victoria en el Coloso. Es que ya es costumbre que el equipo de Arroyito no gane después de un triunfo frente a Newell’s. Ante ese cuadro de situación, le cayeron justo las elecciones de mañana, postergando la fecha hasta el próximo fin de semana, en el caso de Central recién hasta el lunes 17 de agosto cuando visitará a Quilmes. Este es un lapso interesante para poner la pelota contra el piso, dejar que los ecos del triunfo contra Newell’s se vayan acallando definitivamente y se replanteen los errores ante el equipo de Junín que prolongó a cinco encuentros sin victorias la racha de local.
   Eduardo Coudet tiene una mirada distinta sobre la postergación del fútbol y la posibilidad de analizar sin urgencias todo lo sucedido. El entrenador manifestó que le resulta “indistinto” contar con dos semanas para trabajar. Para el Chacho “ya pasó” tanto el clásico como Sarmiento y “hay que seguir trabajando”, sin dejar de reconocer que fue difícil dejar atrás el triunfo contra Newell’s a pesar de que se intentó “mentalizar” al plantel al respecto desde el mismo momento en que terminó el partido en el Coloso.
   Opinión de Coudet al margen, aparece como saludable tener un margen para recapacitar sin la necesidad de pensar en lo inmediato, en el rival que aparece a la vuelta de la esquina. Con tiempo es posible ponerse a meditar por qué se repiten la seguidilla de presentaciones en el Gigante sin triunfos, con empates que no opacan la campaña encomiable en este torneo pero que le restan la posibilidad de estar más arriba. Tiene que seguir preguntándose por qué no logra hacer pesar la localía, algo tan valioso, para cortar definitivamente la división de puntos, como ante Huracán (1-1), Lanús (1-1), Independiente (1-1), Vélez (0-0) y Sarmiento (1-1).
Otra cuestión positiva de no tener que presentarse este fin de semana es que contribuye a que se bajen definitivamente los decibeles del clásico. Si bien el plantel lo puede tener en claro, el entorno durante estos días no ayudó y en cierta medida tuvo su incidencia.
El clima festivo y el recibimiento que tuvo el equipo en el Gigante frente a Sarmiento pesó en el rendimiento de los dirigidos por Coudet. No resulta fácil no dejarse llevar ante tanta euforia.
   No ponderar las bondades de Central resultaría injusto. No por nada aparece entre los más encumbrados de la tabla, peleando palmo a palmo con tres grandes del fútbol argentino, Boca, San Lorenzo y River, con planteles mucho más nutridos. Eso no implica no perfeccionarse, no analizar por qué se genera tanto y no se concreta en consecuencia, y por qué tanto vértigo no se convierte en pausa en el momento indicado.
De todos modos, más allá de cuestiones futbolísticas, contar con más días que de costumbre sirve ante todo para atemperar los ánimos luego de la efervescencia del clásico. Y, como señaló Coudet, “el parate ayuda en el tema de las recuperaciones”, una cuestión no menor considerando las distintas dolencias de Mauricio Caranta, Franco Niell y César Delgado. No es poca cosa.

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