El estrés, las preocupaciones diarias, el trabajo, el estilo de vida y muchísimos factores más pueden llevarte a tener alteraciones en el sueño, provocando que tu descanso no sea reparador.
Esta situación, sin duda, genera repercusiones negativas en tu salud y en otros ámbitos de tu vida, como: la forma de relacionarte, el humor, el rendimiento laboral o la creatividad.
Poné en práctica estos tips súper fáciles y da el primer paso en la lucha contra el insomnio.
Andá a dormir solamente cuando tengas sueño.
Limitá el uso de la cama para dormir y tener actividad sexual. No trabajes, leas, estudies o veas televisión allí.
Evitá las comidas pesadas en la cena. Pueden producirte malestar a la hora de acostarte.
No, al consumo de café, tabaco o alcohol al menos 4 horas antes de ir a la cama. Estas sustancias suelen estimular el sistema nervioso y pueden afectar la calidad del sueño.
Si no lográs dormirte después de 15 minutos, cambiá de habitación y regresá a tu cama cuando te sientas realmente cansado.
Creá una rutina de sueño, es decir, intentá dormirte y despertarte siempre alrededor del mismo horario.
Realizar ejercicio físico te ayudará a bajar los niveles de ansiedad y estrés, esto repercutirá positivamente en la calidad de tu descanso.
Acondicioná el cuarto para que te sientas cómodo a la hora de dormir. Regular la temperatura, la luz y los ruidos puede resultarte de gran ayuda para combatir los problemas a la hora de conciliar el sueño.
No lleves a la cama preocupaciones que te hagan sentir intranquilo. Intentá resolver todo antes de acostarte o tomate el tiempo para anotar los problemas a solucionar antes de ir a la cama. Con esto podrás reducir el sentimiento de ansiedad.
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