Con esa marca, al equipo del Chacho igual le alcanza para mantenerse en el lote de arriba. “Es el mejor momento de mi carrera”, dijo Ruben, que leva 13 gritos en el campeonato.
La Capital |
Marco Ruben está viviendo un presente fantástico desde lo futbolístico. “Es el mejor momento de mi carrera”, dijo. Lleva 13 gritos y el es máximo goleador del torneo. Franco Cervi hizo su gran aparición en este certamen. Despertó elogios al por mayor, aunque ahora está en un bajón. Franco Niell siempre aparece. A veces le cuesta más de la cuenta, pero colabora. Alejandro Donatti cumple con su parte (defender) y por ahí se anima a más y también aporta. Cristian Villagra, algo similar. Después de intentar clausurar su sector suele soltar amarras para dar una mano en ofensiva. ¿Por qué la referencia a los futbolistas en cuestión? Porque son los únicos cinco jugadores que hasta aquí lograron convertir al menos un gol en el torneo (Jonás Aguirre y Walter Montoya marcaron, pero por Copa Argentina). ¿Alcanza con eso? Por el momento los números dicen que sí, lo que no implica animarse al desafío de ampliar el espectro en el rubro goleadores. Quizá no esté del todo claro si tener sólo cinco jugadores que hayan convertido sea una pata flaca de este equipo, sí que logrando que otros lleguen al gol a Central se le abriría el abanico de posibilidades.
La primera y gran referencia que debe hacerse es al momento de Ruben. Porque si Central ocupa hoy un lugar de privilegio es precisamente gracias a las conquistas de su centrodelantero. Y el tema hasta se presenta paradójico en cierto sentido. Es que esta gran campaña que se disfruta en Arroyito la está llevando a cabo el equipo que menos cantidad de goleadores tiene, compartiendo el último escalón sólo con Godoy Cruz y Nueva Chicago.
Si a Coudet le pusieran un contrato enfrente y le dijeran que sólo Ruben, Cervi o Niell van a hacer goles de aquí en más pero su equipo podrá salir campeón o al menos lograr la clasificación a alguna de las competencias internacionales, el DT firmaría sin mayores miramientos. Sonaría más que lógico. Pero difícilmente el técnico canalla no se ponga contento si los buenos resultados aparecieran con el aporte goleador de más futbolistas. Es que no deja de ser una de la principales premisas de cualquier equipo contar con la mayor cantidad posible de jugadores que lleguen al gol, pero sobre todo con capacidad para definir.
Central no se caracteriza, al menos hasta aquí, por ser un equipo que convierta mucho. Sí lo hizo en prácticamente todos los partidos (a excepción de River y Vélez), pero sólo en tres ocasiones anotó tres tantos y en otras tres lo hizo por duplicado. En el resto (10 encuentros) marcó sólo un gol. Bajo esa arista podría trazarse el análisis de que ser un equipo al que le llegan poco y también le marcan poco sirve como soporte.
Cuando a Ruben en su momento se le mojó la pólvora hubo quienes salieron a copar la parada (básicamente Cervi y Donatti). Pero en general fue el centrodelantero el encargado de aportar los gritos que, en consecuencia, se transformaron en puntos clave.
En ese marco de “deuda” podrían incluirse a muchos, pero por ahí quienes debieran dar el salto de calidad son los volantes ofensivos, quienes cuentan con mayores chances de llegar al arco. Igual, para que futbolistas como José Luis Fernández (perdió el puesto y juega poco), Jonás Aguirre, César Delgado, Gustavo Colman (lesionado), Montoya (tenido en cuenta a veces) puedan aportar goles posiblemente sea necesario que el equipo cuente con un caudal futbolístico más pronunciado.
Se insiste, si Ruben sigue “intratable” como hasta ahora y los demás aportan, por más que parezca escaso, alcanza para mantener a Central en el lote de vanguardia, Coudet seguirá tranquilo, aun sabiendo que la búsqueda de otras alternativas les servirá a él y a sus dirigidos para tomar atajos en esto de pensar que el protagonismo puede mantenerse hasta el final de la competencia.
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