Con la obra, que empieza el lunes, el área contará con 3 consultorios, una sala de teleconferencias, un hall técnico y una sala para ergometrías. Los recursos los aportó la Fundación por las Cardiopatías Congénitas.
El Litoral |
Los recursos para financiar la obra los aporta la Fundación por las Cardiopatías Congénitas, una ONG de la ciudad formada por padres y familiares de chicos que sufrieron esta patología y tuvieron que viajar de urgencia a Buenos Aires para que puedan ser tratados y operados, con mucha angustia y mayores riesgos, para sus hijos. “Los fondos se recaudaron con un Té Bingo que se realizó el año pasado”, contó Érica Bode, integrante de la fundación, en una entrevista con El Litoral.
Desde hace cinco años, la mayoría de las cardiopatías congénitas de baja y mediana complejidad se puede operar en el Alassia. “Hasta la fecha, mediante cateterismo intervencionista y cirugía cardiovascular convencional, se realizaron 180 procedimientos con muy buenos resultados y sin mortalidad perioperatoria”, contó el Dr. Alberto Molina, jefe del Servicio de Cardiología, en una entrevista con El Litoral.
Con esta obra, se reorganizará el espacio de atención del servicio, que ahora contará con tres consultorios y una sala de teleconferencias, para realizar interconsultas con los especialistas del hospital Garrahan de Buenos Aires y poder asesorar en los diagnósticos a ecografistas y cardiólogos de Reconquista, Rafaela y otras localidades de la provincia.
La capacitación y el contacto con los obstetras y ecografístas es central porque cuando detectan “algo raro” en el corazón de un feto, en realidad, se abre la oportunidad de que se pueda salvar la vida de ese bebé, ya que a partir de un diagnóstico más preciso —a través de una ecocardiografía fetal— el nacimiento se planifica en una maternidad preparada y rodeado de los especialistas y la tecnología necesaria para tratar la malformación.
Con la reforma, que llevará entre tres y cuatro semanas, el servicio también sumará una sala de ergonometría que se utilizará para hacer el seguimiento de los pacientes que sufren alguna cardiopatía. Se trata de una cinta conectada a una computadora en la que los pacientes caminan o corren, mientras los cardiólogos analizan la respuestas cardíaca y la presión arterial, entre otros indicadores. “Es lo que después nos permite decirles a los padres lo que siempre nos preguntan: ¿qué puede hacer mi hijo’”, explicó el Dr. Molina.
Prioridades
Hasta el 2010, cuando el hospital Alassia ingresó al Plan Nacional como centro efector y derivador de cardiopatías congénitas, no se llevaban adelante estas intervenciones en el hospital. Con la experiencia de haber realizado más de 180 procedimientos, ahora el objetivo de mediano plazo es dar dos pasos estratégicos: en primer lugar, conformar una terapia cardiovascular propia, que cuente con entre cuatro y seis camas. En segundo, continuar invirtiendo en equipamiento para mejorar la tecnología de diagnóstico y tratamiento.
“La idea es invertir en un intensificador de imágenes, un nuevo tomógrafo, que haga reconstrucciones en 3D, y un ecógrafo tridimensional”, adelantó el Dr. Molina. En un tema tan delicado como las cardiopatías congénitas, la tecnología de diagnóstico y tratamiento hace una enorme diferencia, asegura Molina, que conoce centros en Estados Unidos y Alemania.
Con la remodelación actual y las inversiones que se van a gestionar para seguir mejorando la atención, el Servicio de Cardiología del Alassia se consolida como un centro de referencia no sólo para la ciudad y el centro norte de Santa Fe sino también para provincias como Chaco, Misiones y Entre Ríos, que tampoco tienen efectores preparados.
En los últimos años, además, se comenzaron a realizar ecocardiogramas fetales en el hospital, con médicos entrenados, llevando a cabo cursos teórico-prácticos de perfeccionamiento para obstetras y cardiólogos infantiles los cuales fueron dictados por profesionales idóneos en este campo, provenientes de Córdoba y Buenos Aires, con apoyo de la Fundación por las Cardiopatías Congénitas, el Ministerio de Salud y las autoridades del Alassia.
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