El vicegobernador Jorge Henn y el compañero de fórmula de Lifschitz, Carlos Fascendini, entre otros, están enojados con la decisión de la Convención y desafiaron: "Si Sanz viene a la provincia, será Del Sel quien vaya a recibirlo", remarcaron.
/Rosario 12 |
El triunfo del presidente del radicalismo, Ernesto Sanz, al imponer en la convención nacional el rumbo de aliar al partido de Alem con el Pro es un trago amargo para la mayoría de la dirigencia santafesina: 15 de los 21 representantes provinciales votaron el domingo de madrugada por el rechazo a esa moción. Por eso tres referentes de la UCR a nivel local se apuraron ayer por dejar temprano ante la prensa su repudio a la dirección que encarará el partido. "Es la peor decisión que tomó el radicalismo en su historia", afirmó el vicegobernador Jorge Henn. Y adelantó antes de que se lo digan la paradojal escena que se le plantea en Santa Fe: "Se daría una situación graciosa, si no fuera absurda, de tener que ir con (Carlos) Reutemann y (Miguel) Del Sel, precisamente nuestras antípodas. Si Sanz viene a la provincia, será Del Sel quien vaya a buscarlo al aeropuerto, nosotros no", avisó a pesar de que el mendocino es el titular de la UCR. "Y (Juan Carlos) Mercier, el principal impulsor de las políticas neoliberales en Santa Fe", acotó el diputado provincial Maximiliano Pullaro, otro de los asqueados por el asunto. "Y el promotor de la privatización de Aguas Provinciales", completó Henn.
El contrapunto ocurrió ayer en una mesa del bar El Cairo, adonde estos y el precandidato a vicegobernador Carlos Fascendini convocaron a la prensa para expresar que el radicalismo santafesino rechaza el acuerdo promovido por Sanz de ir embretar a la UCR en primarias junto con el Pro y, acaso, terminar en las generales en una fórmula presidencial con Mauricio Macri, apoyados por Elisa Carrió.
La estupefacción por un desenlace que ya preveían todavía les duraba desde la madrugada del domingo. "Sucederá que en cada provincia el partido aprovechará las mejores alianzas para llegar al poder. Incluso es probable que el radicalismo gane varias gobernaciones de esa manera, pero no coincidimos con eso. En un artículo del documento que aprueba la alianza con el Pro se habilita a las provincias a realizar las alianzas más convenientes, incluso apoyando otra fórmula presidencial. Dieron una vía de escape", despreció Fascendini, quien asistió como convencional por Santa Fe, y ante la pregunta admitió que sí, "lamentablemente, puede ocurrir que esto licúe la identidad partidaria".
En la definición de la convención nacional, por 188 votos contra 114, 15 enviados santafesinos rechazaron la posición de Sanz y del jujeño Gerardo Morales. Pero hubo 6 que votaron de acuerdo con la alianza con el macrismo: el diputado provincial Darío Boscarol (operador de Mario Barletta), Ignacio Mujica (presidente comunal de Zavalla y precandidato a diputado), Aníbal Reinaldo (presidente del Banco Hipotecario durante la presidencia de Raúl Alfonsín), Rubén Bilicich, Juan Carlos Abbondanzieri y Roberto Sanmartino.
El dirigente esperancino, ministro de la Producción en el gobierno provincial, además de compañero de fórmula de Miguel Lifschitz resumió que "El partido quedó en dos posiciones: una que apoya a la democracia social, y otra que se fue francamente a la derecha. Se advierte que en las provincias no habrá unanimidad. Cada una optará por acompañar las fórmulas distintas que sus propias convenciones determinen". Fascendini se explicó esta bifurcación en la "falta de un líder que realmente tenga posibilidad de llevar adelante un proceso electoral exitoso".
A su lado, Henn puso de relieve que "la mayoría de la UCR santafesina ratifica la construcción del Frente Progresista, que ya lleva veinte años, y esta es la peor decisión que tomó el radicalismo en su historia. Reivindicamos la mirada socialdemócrata que le dio Alfonsín, que invitó a toda una generación a pensar en términos de un partido moderno y a buscar acuerdos con partidos democráticos, republicanos y progresistas. Ese mandato no es respetado por quienes tomaron la decisión en la convención nacional. Esto es muy difícil de aceptar", lamentó.
El futuro inmediato los obligará a adoptar o no la decisión de advertir a las bases de no participar en la interna de la UCR con el Pro, pero por ahora afirman que están enfrascados en la campaña provincial. "No creemos en los atajos ni en la inmediatez", señaló Fascendini.
Pullaro recordó que en 2003 el partido en Santa Fe acompañó la postulación presidencial de Leopoldo Moreau, que obtuvo el 2 por ciento. "Y así y todo seguimos sosteniendo las banderas del partido. La mayoría de nuestros convencionales entendió que el camino era una alianza socialdemócrata de centroizquierda con partidos progresistas cercanos en lo ideológico. Esto nos pone en una situación sumamente difícil y de ninguna manera vamos a acompañar una alianza con el Pro. Vamos a construir un frente similar al que venimos haciendo en la provincia y que pretendimos hacer a nivel nacional, como lo fue Unen".
Los tres lamentan la evaporación del Unen, y entrelíneas sospechan de que hubo dirigentes que lo dinamitaron en forma premeditada para arribar a la escena actual. La convención radical del domingo les confirma esa hipótesis. "Hace un tiempo, Unen medía 20 por ciento. Nada es casual, igual ya vivimos una situación así cuando (Fernando) De la Rúa metió a (Domingo) Cavallo en el gobierno. Rechazamos eso. El radicalismo en Santa Fe no quiere eso, por eso llevamos veinte años de historia en el Frente Progresista", concluyeron.
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