El gremio médico cuestionó con dureza la política “de hospitales puertas abiertas” del municipio frente a la cantidad de hechos violentos que se registran en la salud pública local. Hay hospitales en los que se montó una guardia policial permanente para frenar la violencia.
La Capital |
El gremio médico cuestionó con dureza la política “de hospitales puertas abiertas” del municipio frente a la cantidad de hechos violentos que se registran en la salud pública local. “El hospital puertas abiertas es para Suiza”, disparó con ironía la secretaria gremial de la Asociación de Médicos de la República Argentina delegación Rosario (Amra), Sandra Maiorana. Para la dirigente es prioritario colocar “detector de metales en los centros de salud porque la gente entra armada al hospital”. Maiorana denunció además que la Intendencia “aprieta” a los profesionales del sector para que no denuncien situaciones de inseguridad.
La dirigente gremial hizo estas aseveraciones al analizar la situación vivida en el centro de salud El Mangrullo (Mangrullo 5150, en la zona sur de la ciudad), donde el miércoles pasado un joven efectuó varios disparos contra el efector. Los vecinos y los médicos denunciaron que no hubo heridos de milagro en la dependencia que ayer reabrió sus puertas.
En declaraciones a La Ocho, Maiorana aseguró que lo ocurrido en el sur de Rosario se reproduce en cada dispensario. “No es algo aislado, no es sólo una cuestión de los médicos, sino que afecta a todo el personal de salud en cada uno de estos centros de salud”, precisó.
Como la policía se retiró apenas reabrió el centro de salud El Mangrullo, para Maiorana, “la presencia del móvil policial fue simbólica. A nadie le interesa la seguridad, la salud y la vida de los que están trabajando en los centros de salud y de la gente que se va a atender”.
En ese marco criticó “la actitud del gobierno municipal respecto a esto”. Y denunció que los médicos rosarinos “sufren aprietes” por parte de las autoridades municipales y del Sindicato de Trabajadores Municipales para que no hagan denuncias por inseguridad.
“La mayoría de los médicos que trabajan en los centros de salud están haciendo su formación como generalistas y si abren la boca, pierden la residencia”, agregó.
“En la Municipalidad de Rosario —continuó— recibimos menos denuncias de los efectores de la provincia, no porque no haya problemas, sino porque los aprietan, o los aprieta el gobierno municipal o los delegados del sindicato municipal”.
Luego lamentó la resistencia del Ejecutivo a colocar sistemas que garanticen seguridad. “No quieren poner detector de metales en los hospitales para no estigmatizar a la población, pero cuando uno pasa por el detector en el aeropuerto o en Tribunales nadie se siente discriminado. El hospital a puertas abiertas es para Suiza, no para Rosario”, lanzó.
Maiorana comentó que la negativa se debe a que “el discurso de la Secretaría de Salud es que es necesario captar a la comunidad, que esté todo abierto para que todo el mundo asista al centro de salud y no vaya a lugares clandestinos”.
Al respecto planteó que “no hay forma de consensuar porque la gente entra armada al hospital”. Y mencionó que días atrás “una médica le pidió a un paciente que se saque la camisa, el señor se la sacó, se descalzó el arma y la apoyó en la camilla. Cuando terminó la revisión se volvió a guardar el arma y salió como si nada. Nadie soluciona algo si no ve la realidad”.
También denunció que existe otro serio problema en la salud pública local que las autoridades municipales no quieren reconocer. “Faltan médicos para cubrir lugares, no sólo en los centros de salud, sino también en los hospitales y fundamentalmente en las ambulancias del Sies”.
Y finalizó criticando “otros aspectos negativos. Por ejemplo, duermen en la misma habitación el chofer y la médica, sin condiciones mínimas para poder transitar con dignidad una guardia”.
Dura répica de la secretaría de Salud Pública
El titular de la cartera sanitaria local, Leonardo Caruana, salió al cruce de las denuncias de la secretaria gremial de la Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra), Sandra Maiorana, a quien vinculó con “un posicionamiento político e ideológico contrapuesto con la salud pública”. Y la relacionó con “el Frente Renovador”, que lidera Sergio Massa.
Agregó que la dirigente de Amra, ante los casos de violencia en los efectores públicos “habla de retirar o de repensar algunos centros de salud. No escucho algo así desde la época de Ramón Carrillo cuando fue ministro de Salud. Ningún sanitarista o dirigente gremial del movimiento de salud colectiva tiene una posición de retirarse de las zonas expuestas”.
El secretario de Salud aclaró que cada vez que se produce alguna situación de violencia barrial o que tenga como víctima a un médico el problema es abordado. “Reconocemos las dificultades. Hemos trabajado y seguimos buscando soluciones, generando distintos dispositivos entre las áreas más duras como lo hicimos en nuestros hospitales”, dijo.
Luego agregó: “No ponemos en contradicción la defensa de los trabajadores con la atención de la salud de la población. Esa es una falsa contradicción. Tenemos que seguir trabajando para mejorar las condiciones de nuestros equipos, pero garantizando la atención de la población”.
Respecto a los “aprietes” denunciados por Maiorana de parte del municipio a los médicos, Caruana respondió: “Negamos totalmente que haya aprietes. Nuestra caracterísica, desde hace 25 años es escuchar a los trabajadores”.
“Niego totalmente los dichos de Maiorana, porque cada vez que hay una situación de violencia en el barrio o en un efector, son los propios equipos, junto con el sindicato municipal y nosotros, los que abordamos el problema desde el área de salud y con las otras secretarías”, sumó.
Sobre la colocación de detectores de metales, el funcionario mencionó que para cada situación de violencia se analiza “la mejor opción de acuerdo a lo que allí ocurre. No hay fórmulas únicas para casos distintos y complejos”.
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