Colon: LLEGÓ LA HORA DE HACER CAMBIOS

La muy mala actuación ante Racing, obliga a Javier López a tomar decisiones importantes en base a la conformación del próximo equipo. En consecuencia, se vislumbran variantes para el encuentro frente a Tigre.

Diario UNO | 

La goleada sufrida ante Racing debe servir como punto de inflexión respecto a las cinco fechas que se llevan disputadas. De esta manera Colón no puede seguir jugando y así lo hiciera, el futuro es cuanto menos desalentador. Frente a la Academia redondeó la peor actuación en el torneo, siendo superado ampliamente por una formación alternativa.

A excepción de los primeros cinco minutos en donde intentó jugar en campo rival, el Sabalero fue vapuleado y el gol de Facundo Castillón a los 6’ de la primera etapa significó un quiebre en el desarrollo del encuentro. A partir de ese instante, el conjunto rojinegro fue un simple partenaire, permitiéndole al elenco local florearse como si se tratase de un entrenamiento.

Son varias las cuestiones para analizar, pero la lógica indica que con cinco fechas jugadas, Javier López debe comenzar a tomar decisiones para tratar de acomodar una situación que asoma muy compleja. Llegó la hora de cambiar y sería bueno que no se sienta condicionado al tener que realizar variantes en la formación titular.

Se hizo hincapié en el aspecto físico y en la mala pretemporada que realizó el plantel bajo la conducción de Reinaldo Merlo. Los protagonistas responsabilizaron a Mostaza por la puesta a punto, en lo que fue una constante a lo largo de los últimos encuentros.

A excepción claro está del juego ante Boca, donde casualmente el equipo jugó mejor en el segundo tiempo, mostró mayor predisposición y le terminó empatando al elenco xeneize. Allí no se dijo nada acerca del tema físico y sí se resaltaron las cuestiones anímicas. Es indudable que el equipo no está en su plenitud física, pero ya resulta tedioso y reiterativo hacer foco siempre sobre el mismo punto.
Existen distintas circunstancias como para explicar el flojo desempeño de Colón. Uno de los principales déficit que tiene el equipo es la mitad de la cancha. En todos los partidos que jugó, a excepción del primer tiempo con Argentinos y 25’ con Banfield, después siempre fue superado con nitidez.

No es casualidad que tres de los cinco volantes que utiliza el entrenador superan los 30 años, pero además en el último semestre habían jugado muy poco. Pablo Ledesma apenas había sumado 107 minutos con la camiseta de Boca, disputando tres cotejos. Sebastián Eguren su último partido lo había jugado el 13 de septiembre con la camiseta del Palmeiras. Recordando que era suplente en el conjunto brasileño.

Mientras que David Ramírez había jugado ocho partidos en el Torneo de la “B” Nacional, pero la mayoría de ellos ingresando muy pocos minutos. Además cuando debutó con la camiseta de Colón hacía exactamente un año que no pisaba un campo de juego por una lesión en su rodilla.

Por lo cual es evidente que esa falta de competencia en algún momento se paga. Ante rivales más veloces y con mayor dinámica las diferencias salen a la luz. Mucho de eso sucedió en el encuentro ante Racing y en el primer tiempo frente a Boca. Con ese armado del mediocampo, el Sabalero ofrece muchas ventajas y por ello sería saludable que el cuerpo técnico meta mano en el equipo.
Quizás para el choque con Tigre llegó el momento de jugar con un esquema 4-4-2 para darle mayor equilibrio a la zona media. Con carrileros que sientan el ida y vuelta y estén aptos para hacer el recorrido por las bandas. Gustavo Villarruel está desaprovechado en esa función, ya que por características es un delantero por afuera.

Pero no termina atacando ni tampoco defendiendo y eso lo perjudica notablemente. Allí se explica su muy bajo rendimiento en estos cinco partidos, en los que fue titular, pero en los que nunca pudo imponer sus condiciones.

Ante todos estos inconvenientes, el referente de área queda muy aislado como sucede con Lucas Alario o Raúl Becerra en el partido ante Racing. Los volantes de Colón no pisan el área rival y con un solo punta se hace casi imposible generar situaciones de peligro.

De hecho el gol del Tirri llegó como consecuencia de una pelota quieta y un pase de Germán Conti para que la empuje, cuando todo Racing festejaba el tercer tanto de Carlos Nuñez. Son muchas las cuestiones por mejorar; a favor del entrenador es que hay tiempo al tratarse de un torneo largo. Pero no por eso debe demorarse en la toma de decisiones. Quedar a mitad de camino sería lo peor para el Alemán.