Un matrimonio que hace unos años se mudó a ese barrio por cuestiones de seguridad, fue sorprendido este sábado a la madrugada cuando llegaban a su casa. Los esperaban cuatro delincuentes sumamente violentos que los sometieron a golpes, amenazas de muerte y hasta de cortarles los dedos para quitarles las alianzas.
El Litoral |
El hecho ocurrió en una vivienda de calle Gorostiaga al 1500, en el barrio Sargento Cabral, zona de la ciudad a la que paradójicamente Hugo Barberis y su esposa Graciela, ambos mayores de 60 años, se mudaron hace algunos años por cuestiones de seguridad.
Anoche volvían de una reunión con amigos y cuando llegaron a su casa, alrededor de la 1.30 de la madrugada, vieron estacionada en la puerta una camioneta tipo utilitaria color blanca, pero pensaron que se había equivocado de dirección. Entraron su vehículo al garage y cuando Hugo se bajó para cerrar el portón ya estaba encañonado por uno de los delincuentes.
En total eran cuatro los malvivientes: uno que se quedó afuera de “campana” y los otros tres ingresaron a la casa, dos de ellos extremadamente violentos, uno de los cuales sacó a Graciela del auto y la tiró al piso. El matrimonio fue ingresado a su propia casa a los golpes e inmediatamente comenzó el reclamo por el que estos sujetos estaban allí: dinero y bienes de valor.
Este pedido fue hecho con extrema violencia, golpes y amenazas de muerte de por medio. Tras revisar toda la casa, les exigieron a las víctimas sus alianzas, pero estos no podían quitárselas, por lo que navaja en mano uno de los ladrones amenazó también con cortarles los dedos para quedarse con los anillos.
Finalmente, tras una pesadilla que duró entre 15 y 20 minutos, pero que pareció mucho más, los delincuentes se retiraron, dejando a Hugo y Graciela con varios golpes, conmocionados y muy afligidos por lo ocurrido.
Los damnificados realizaron la denuncia en la Comisaría 5ª y la policía trabaja para dar con los malvivientes.
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