Hubo reuniones con Transporte de la Nación para gestionar los permisos. Según el proyecto que se plantea, serían viajes de tres o cuatro noches a un costo de entre 500 y 550 dólares.
/La Capital |
Un grupo de empresarios relacionados con negocios fluviales avanzan con las gestiones para reflotar la implementación de un crucero por el río Paraná, con sede en Rosario. La idea es que vaya, con escalas, hasta Asunción (Paraguay) y hasta Montevideo (Uruguay), aguas abajo. Así lo confirmó el titular de la operadora de turismo mayorista Free Way, Eduardo Carey.
El empresario y referentes del sector naviero y turístico se reunieron con el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, quien se comprometió a trabajar para acelerar el proceso de permisos y habilitaciones con vistas a que el proyecto se pueda poner en marcha lo más rápido posible.
Carey explicó que el objetivo en el corto plazo es implementar un servicio con un barco de unos sesenta camarotes, para 120/140 personas, que recorra durante tres o cuatro noches el río Paraná desde Rosario hasta Asunción, con paradas posibles en las ciudades de Paraná, Resistencia y Corrientes. O hacia el sur, con paradas potenciales en Colonia, Montevideo, Buenos Aires y San Nicolás.
El barco que recorrería los 800 kilómetros entre Rosario y la capital paraguaya sería alquilado o charterizado, en una primera etapa.
Carey, integrante de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Operadores de Viajes y Turismo, aseguró que, de establecerse una escala y continuidad del negocio de cruceros fluviales sobre el río Paraná, existe ya el compromiso desde el sector naviero para la fabricación en la región de una nave incluso más grande que la prevista para iniciar las operaciones comerciales.
Desde la aprobación de la ley de derechos diferenciales en 1856 por parte del gobierno de la Confederación Argentina, encabezado Justo José de Urquiza, centenares de patrones independientes y empresas navieras cumplieron servicios de transporte de pasajeros entre el Río de la Plata, Asunción y el Alto Paraná con escalas. La idea fue que Rosario despegara como ciudad y puerto. En 1902 arrancaron los vapores de la británica Platense Flotilla Company, pero fueron los Mihanovich (croatas) y Dodero (genoveses y marselleses) los que vieron el negocio del río, en el cual permanecieron hasta la estatización de los barcos en 1949. A partir de 1955 llegaría el principio del fin de la edad de oro para los barcos de pasajeros en el río. Después, se registraron diversas iniciativas públicas y privadas, pero con poca suerte.
Hoy, el objetivo de los empresarios locales es implementar un servicio de crucero fluvial como los que recorren el Amazonas (Brasil), el Nilo (Egipto) o el Rhin en Alemania.
Según los cálculos preliminares, el pasaje para transitar el río Paraná durante tres o cuatro días tendría un costo de entre 500 y 550 dólares (unos mil pesos por noche). Apuntan no sólo al mercado regional, sino también al atractivo que puede ser para el turismo extranjero. "Se plantea con todos los servicios propios de un crucero y creo que por eso el proyecto funcionará como ocurre en todos los lugares del mundo", aseguró Carey optimista sobre un mercado que considera "que está demandante de esta experiencia".
Miniturismo. El producto apuesta a meterse en el creciente negocio del turismo de fines de semana largos, con escapadas de tres o cuadro días.
La reunión dejó en claro las intenciones de ambas partes para trabajar en conjunto en una alternativa que permita desarrollar un servicio de crucero por el río Paraná.
"Esto permitirá potenciar la actividad económica de la región. En el encuentro coincidimos en que llevar adelante este proyecto permitirá poner en valor la hidrovía Paraná-Paraguay", puntualizó Ramos tras la reunión con los empresarios.
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