CARACAS.- CLARA FRANCO
Especial
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Largas colas, conatos de saqueos, atracos durante la madrugada a consumidores que permanecen en las calles frente a supermercados públicos y privados e incluso el robo de las bolsas con alimentos en el oeste de Caracas, han generado una gran tensión en la capital venezolana y en varios estados del país.
Nadie hubiera imaginado que trabajar en Venezuela como comerciante de alimentos, transportista del área, gerente o cajero de supermercados se iba a convertir en profesiones de riesgo.
La tensión que se respira fuera y dentro de los establecimientos de venta de alimentos se ha ido incrementando seriamente, especialmente cuando después de nueve, 10 o 12 horas de colas el comprador de encuentra con la gran sorpresa de que sólo puede llevar un número limitado de los productos. “Son dos por persona”, es una frase que la población detesta. Otra pregunta que genera una gran duda entre los consumidores y se escucha en las colas es por qué los supermercados del Gobierno (Bicentenario, Mercal y PDVAL) no están abastecidos.
Ante esta situación, en algunos sectores de Caracas, el Gobierno ha prohibido la toma de fotografías a las inmensas colas. Aunque la medida no es oficial, en la práctica varios reporteros gráficos resultaron amenazados y hasta arrestados al oeste de la ciudad capital cuando trataban de retratar las interminables filas que se forman en las calles aledañas donde existe el inventario de productos de consumo masivo.
La escasez también impulsó al Gobierno chavista a poner en marcha otras reglas a la hora de ir de compras, las cuales han incomodado mucho a la ciudadanía. En los abastos Bicentenario sólo se podrá comprar por el último número de cédula: cada uno tiene asignado un día de la semana. Por ejemplo las cédulas que terminan en 3 y 4 podrán comprar sólo el día martes.
Algunos hechos
Los productos más buscados son la harina de maíz, el azúcar, pasta dental, leche, café, arroz, papel higiénico, azúcar, jabón, pañales, margarina y aceite de maíz. Muchos han sido regulados por el Gobierno y aquellos que no lo están tienen un precio que los convierten en inalcanzables para los sectores pobres de la población.
En Catia, zona chavista y populosa de Caracas, el jueves de la semana pasada no puedo descargar los bultos de pañales, pues una multitud de personas lo saqueo. En Tocuyito (a 174 kilómetros de Caracas) un camión que transportaba carne res fue saqueado. Igualmente en la isla de Margarita (a 488 kilómetros de Caracas) hubo un conato de saqueo de un camión de Farmahorro, una conocida cadena de farmacias.
En el supermercado Super Líder de Los Teques, Lilia Silva, la gerente, contó con aspecto cansado que el pasado sábado hubo mucha tensión en las puertas del lugar, llamó a la Guardia Nacional Bolivariana y les pidió que se quedaran esa noche. Al día siguiente, ni las autoridades pudieron controlar a la gente y derrumbaron las puertas del local.
Ante este tipo de situación, el Gobierno chavista puso en marcha medidas que han incomodado mucho a la ciudadanía. En los abastos Bicentenarios, otra cadena de supermercados, sólo se podrá comprar siguiendo el último número de cédula: cada cliente tiene asignado un día de la semana. Por ejemplo, las cédulas que terminan en tres y cuatro podrán comprar sólo los martes.
Paralelamente, en los estados Bolívar (a 818 km de Caracas) y Yaracuy (a 267 km de Caracas) implementan decretos que están aumentando la tensión. Francisco Rangel Gómez, gobernador del estado Bolívar, prohibió que en su Estado se realicen colas en las afueras de los comercios durante horas de la noche, y aseguró en rueda de prensa que el “80% de quienes hacen esas colas son revendedores”.
Por su parte, el nuevo defensor del pueblo, Tarek William Saab, dijo que como parte de las medidas para garantizar el orden en los supermercados del Estado y privados, se evaluará que las personas adquieran los alimentos también en base al número final de la cédula.
Para el que ha sido un dolor de cabeza la situación, es para el alcalde de Chacao, el opositor Ramón Muchacho, que aparte de que el lugar es el escenario de las protestas en Caracas, las colas en los centros de abastecimientos privados en su jurisdicción se han triplicado pues "la ciudadanía se siente más segura en el municipio y por lo tanto, están seguros que no los van a robar".
Persecución a los medios y nuevos detenidos
Otra medida que han implementado ha sido prohibir tomar fotos en los supermercados. Ante esta situación, varios reporteros gráficos han sido amenazados, dentro de los establecimientos con entregarlos a las autoridades o a los colectivos chavistas. Por su parte el periodista Carlos Julio Rojas fue arrestado por dejar constancia gráfica de la situación en un supermercado en el oeste de Caracas. Rojas ya fue liberado, pero bajo régimen de presentación.
En el este de Caracas, el reportero gráfico Alejandro Cegarra ( @AleCegarra) ha venido denunciando varias agresiones contra él y varios compañeros, en el supermercado Excelsior Gama de Santa Eduvigis en la Gran Caracas, donde el gerente del local le exigió las credenciales y pruebas de que era periodista.
Igualmente, Oliver Laufer criticó la censura a través de su cuenta de Twitter @OliverLaufer, pues lo amenazaron con quitarle los equipos y entregarlo a las autoridades tras tomar fotografías a los estantes y a las colas, .
También 12 estudiantes en el estado Tachira (a 830 km de Caracas) fueron detenidos por protestar sobre la situación de escasez y el deterioro de la economía.
Imágenes que sorprenden al mundo con la realidad venezolana:
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