Organizaciones que nuclean a las minorías sexuales de Rosario se expresaron contra el supermercado por la denuncia de una pareja gay que denunció un trato discriminatorio y despectivo de parte de personal de ese comercio. "No puede suceder esto en 2015".
Rosario 12 |
Con una "besada" en la esquina de Mitre y Pellegrini, el colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (LGBT) escrachó al supermercados La Gallega, donde hace una semana una pareja homosexual fue discriminada por un guardia de seguridad. "Esto es lo que aquí se quiso censurar", dijo Esteban Paulón, presidente de la Federación LGBT, mientras los "humillados", Matías Bermúdez y Gonzalo Braganza, demostraban su amor con un beso, frente a los ojos de decenas de transeúntes que pedían saber qué estaba pasando en aquella esquina, al atardecer. Desde el área de la Diversidad de la Municipalidad, Noelia Casati dijo a este diario que la Justicia de Faltas ya está trabajando en la denuncia, por lo que pronto habrá sanciones. La acusación, también llegó al Instituto Nacional contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo (Inadi). "Esto no tiene que volver a pasar, en pleno 2015. No debe haber más discriminación de ningún tipo; y no vamos a parar en esta lucha. Todos somos iguales y hay leyes que cumplir", reclamó Matías, en diálogo con Rosario/12.
"¿Qué es esto" ¿Un partido político nuevo?", preguntó un hombre mayor, que terminaba de cruzar la calle, y leyó los carteles de VOX y la Federación LGBT. "Señora, señor, en este lugar, donde dejamos nuestras ganancias, se discriminó a dos jóvenes que son pareja", dijo por el micrófono Guillermo Lovagnini, presidente de la Asociación Civil VOX, que acompañó la protesta pacífica. Varios vecinos de la zona salieron a sus balcones. "Nosotros estamos siempre donde hay un acto de discriminación, con este tipo de escraches. No vamos a dejar pasar nada que afecte la dignidad de las personas LGBT. Lo que recibieron estos chicos fueron expresiones del parque jurásico que sigue habiendo por ahí. VOX no lo va a dejar pasar".
Paulón, agregó que "a partir de que Matías y Gonzalo se animaron a contar lo que les pasó, se pudo saber que esto sucedía con personal de La Gallega y son situaciones que suceden en otros espacios, pero cuando nos enteramos de estas situaciones damos una respuesta como ésta, que es mostrar lo que se quiso censurar. Son clientes habituales de este súper, y la reacción de una persona generó un hecho de violencia y de discriminación, pese a las leyes que se crearon en este país". Al mismo tiempo, indicó que se acompaña desde la Federación porque pretenden que se sancione al personal y al supermercado, que es el responsable de que este hecho haya sucedido. La denuncia se hizo en la municipalidad hoy y tenemos ordenanzas que se deben cumplir. Paulón recordó que "más del 30 por ciento del colectivo LGBT siente que expresar su sexualidad abiertamente puede ser motivo de discriminación y más en su carrera laboral. Hay que revertirlo y crear espacios", dijo.
En tanto, Casati consideró "penoso" que sigan sucediendo cuestiones como ésta. "Fue en una situación cotidiana, como es hacer las compras. Pasar un mal momento por la falta de respeto, es triste. Ellos tienen una clara decisión de defender los derechos. Lo que nosotros vamos a hacer con este lugar público es aplicar la ordenanza para lugares públicos a través del Tribunal de Faltas que tomará cartas en el asunto".
Matías y Gonzalo son pareja hace casi siete años. Llegaron desde Mar del Plata. Se sentían muy cómodos en la ciudad y aseguraron que nunca les había tocado vivir una situación como la de la semana pasada. "Recibimos burlas de este empleado de La Gallega. Siempre nos veía y se reía. Una actitud a la que en principio no le dimos importancia, pero todo tiene su límite. Quisimos presentar la queja en el libro de actas, pero la encargada del salón se acercó a él para decirle que teníamos una queja y ahí empezó toda una catarata de insultos: que éramos unos gays reprimidos, que no era normal ver a dos hombres de la mano y por eso se reía", relataron Matías (26 años) y Gonzalo ( 25) sobre lo que sucedió el sábado, alrededor de las 20 horas, frente a los empleados y clientes del local. "Yo estaba con mi hermanito, y fue terrible tener que exponerlo en una situación así", dijo Matías sobre el momento que pasaron.
Según dijeron, la abogada Nancy Pagani trabaja en el caso, en representación de los jóvenes que pretenden que una situación como la que vivieron "no se repita con ningún tipo de discriminación; ni por ser alto, gordo, negro o lo que sea". Incluso, relataron que desde la gerencia del local, los llamaron para ofrecerles dinero. "Esto no se soluciona con plata, no se trata de plata. Ellos deberían pedir disculpas públicas, porque toda esa humillación fue pública. Estaba lleno de gente el supermercado cuando hicieron lo que hicieron".
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