La disciplina atrae a los jóvenes que buscan desafiar los límites de su cuerpo y del espacio. Los lugares al aire libre son los elegidos para congregar a los fanáticos de esta actividad urbana.
Diario UNO |
En la actualidad, Facebook ofrece una amplia variedad de grupos que siguen la práctica de esta tendencia urbana. Daniel Ruiz tiene 14 años y hace dos que se enganchó con esta moda.
El free running puede entenderse como una mezcla de diferentes tendencias, ya que cada uno de los practicantes puede incluir en su rutina el movimiento con el cual más cómodo se sienta.
“Es una mezcla de parkour, mortales y el estilo propio”,asegura Daniel. Los seguidores de esta disciplina explican que se trata de una filosofía que consiste en desplazarse con obstáculos, usando principalmente las habilidades del cuerpo humano para sortearlos.
Para eso, hay que superar obstáculos que se presenten en el recorrido, tales como vallas, muros, paredes y otros escollos de los ambientes urbanos; en ámbitos naturales también se presentan árboles, formaciones rocosas y ríos.
Como sucede con la mayoría de las tendencias urbanas, el free running no tiene límites de edad, aunque la mayoría de sus adeptos, por lo general, van desde los 14 años hasta los 30.
Lucas tiene 15 años y hace dos que tiene como hobby practicar este tipo de tendencias urbanas. Este joven califica al free running como una disciplina técnica. Ya que incluye giros en el aire, destreza al momento de evadir un banco y trepar o posarse en él usando las manos.
Quienes practican saben que se requiere de una gran preparación física para realizar los distintos movimientos, pero además es necesario mantener una gran concentración.
“Todo va saliendo a medida que se va aprendiendo y la fuerza se va ganando y uno va haciendo cosas nuevas”, explica el joven.
Esto también dependerá del objetivo que cada uno de los seguidores se proponga y hasta adónde desee llegar.
“Eso depende de tu capacidad, esfuerzos y horas de entrenamiento”, agrega Lucas. La disciplina no impone límites y mientras sea algo más o menos lógico todo se puede hacer. Siempre respetando los espacios y el cuidado de la persona.
A la complejidad del free running la impone la persona y eso definirá en cierta manera el estilo. Mientras que algunos optan por realizar movimientos duros, otros los realizan de manera más armónica.
“A una mortal (vuelta entera en el aire) básica para atrás otros pueden hacerla tirándose con las piernas abiertas”, afirma Lucas.
En las redes sociales los grupos que siguen esta disciplina crecen día a día, a pesar de que es dificultoso reunir a todos los integrantes, las veces que esto sucede, la práctica se desarrolla entre risas y charlas.
Los grupos van mutando y sus integrantes se suman en relación a su disponibilidad. En el inicio, llegaban a sumar casi cuarenta personas, pero como consecuencia del crecimiento los grupos se fueron dividiendo y hoy la convocatoria puede variar desde cuatro a 15 personas.
Los lugares elegidos para reunirse a practicar son aquellos que ofrecen amplitud de espacio, en algunas ocasiones los encuentros se pactan en el espigón de la Costanera, otras en la plaza de las Tres Culturas o el Parque del Sur, que también ofrece un buen espacio para dar rienda suelta a los movimientos.
La constancia en el entrenamiento es fundamental y esto se nota al momento de sumarse a los grupos. Daniel explica que aquellos que vienen practicando desde hace años son los mejores, ya que tienen más años de experiencia.
“También hay muchos chicos nuevos a los que se les va enseñando a medida que adquieren los conocimientos para seguir avanzando en las exigencias que demanda esta tendencia”, explica este joven que también incursiona en el mundo del vuelo y es el integrante más joven de su grupo.
Al momento de brindar consejos a los que se inician en esta disciplina o están interesados en incursionar en ella, el adolescente es claro: “Lo mejor es que vayan despacio, que se adapten a lo que pueden hacer y no exigirle mucho a su cuerpo”, finalizó Daniel.
Al momento de brindar consejos a los que se inician en esta disciplina o están interesados en incursionar en ella, el adolescente es claro: “Lo mejor es que vayan despacio, que se adapten a lo que pueden hacer y no exigirle mucho a su cuerpo”, finalizó Daniel.
Para sumarse
Santa Fe Urban Steele es uno de los grupos donde los interesados por el free running puede contactarse enviando una solicitud para sumarse a la práctica semanal. Sin lugar fijo, esta se lleva a cabo los días sábados. El horario de la práctica arranca cerca de las 15 y termina cuando la mayoría de los participantes está agotado.
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