La Plaza de la República de París estuvo colmada de gente que asistió para repudiar los atentados islamistas. Entre los casi 50 líderes mundiales estuvieron los presidentes de Israel y Palestina. No viajó ningún representante de la Argentina.
Infobae |
Las manifestaciones realizadas en toda Francia el domingo contra los atentados islamistas que dejaron 17 muertos esta semana reunieron a más de 3,3 millones de personas, según un cómputo basado en cifras de la policía y los organizadores.
Hubo alrededor de un millón y medio de personas en las calles de París por la "marcha republicana". Entre 150.000 et 200.000 personas desfilaron en Lyon, 115.000 en Rennes, al menos 100.000 en Burdeos, 60.000 en Marsella, entre otras. Diferentes ciudades del mundo también acompañaron con movilizaciones a las embajadas francesas.
Unos 50 dirigentes políticos del mundo entero se sumaron a la marcha en la Plaza de la República. "París es hoy la capital del mundo. Todo el país se elevará hacia lo mejor que tiene", declaró el presidente François Hollande ante el gobierno, poco antes de manifestarse en la marcha, que empezó oficialmente a las 14:00 GMT y en la que se calcula más de un millón de participantes.
Esta manifestación "debe demostrar el poderío y la dignidad del pueblo francés, que va a gritar su amor por la libertad y la tolerancia", dijo Hollande.
La plaza de la República, inmensa explanada de la capital en la que caben decenas de miles de personas, estaba ya abarrotada dos horas antes de empezar la manifestación.
Con expresión grave, todos ellos marcharon en fila cerrada y tomados del brazo. La manifestación estuvo encabezada por familiares y allegados de las 17 víctimas que murieron en los ataques.
Una media hora después, los dirigentes políticos extranjeros y las numerosas personalidades políticas francesas que participaron en la marcha mantuvieron un minuto de silencio en homenaje a las víctimas.
El presidente Hollande abrazó uno por uno a los dirigentes extranjeros. Estos se retiraron pero Hollande siguió entre los manifestantes, y saludó a los familiares de las víctimas. Luego se retiró también.
Por su parte, los manifestantes enarbolaron pancartas con consignas de resistencia, como"Empuñen sus bolígrafos", "Libertad, igualdad, dibujad, escribid" y la ya célebre frase "Yo soy Charlie".
La multitud se congregó también en las calles adyacentes y la plaza de la Bastilla, por la que estaba previsto que pasara la manifestación. Bajo un sol radiante en pleno invierno, los manifestantes cantaron "La Marsellesa", el himno nacional francés, y gritaban "¡Charlie, libertad!" y "¡Viva Francia!
Lassina Traoré, un francés musulmán de origen africano, de 34 años de edad, dijo a la AFP que se manifiesta para "reafirmar los valores de Francia, libertad e igualdad". Esta marcha es "un verdadero signo de la fuerza de Francia. Francia es fuerte, está unida contra todos" los que cometieron atentados, agregó.
El gobierno francés desplegó unos 5.500 efectivos, policías y soldados en el marco del plan antiterrorista Vigipirate y unos 150 agentes vestidos de civil protegen a las personalidades extranjeras, con el apoyo de motociclistas y francotiradores en los tejados.
"Se adoptaron todas las medidas para que esta manifestación pueda desarrollarse en un clima de recogimiento, respeto y seguridad", dijo el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
Los hermanos Said y Cherif Kouachi, autores de la matanza del miércoles en la revista satíricaCharlie Hebdo en la que fallecieron 12 personas, murieron el viernes en un asalto de las fuerzas de seguridad en la localidad de Dammartin-en-Goele, al noreste de París.
Casi al mismo tiempo, Amedy Coulibaly, responsable del asesinato de una policía el jueves en París, murió en otro asalto de las fuerzas del orden en París, en una tienda de alimentación kósher donde había tomado rehenes y había matado a cuatro personas.
El sábado unas 700.000 personas invadieron las calles de Francia para rendir homenaje a las 17 víctimas de los ataques yihadistas.
De Toulouse (sur), donde se reunieron 100.000 personas, hasta Nantes (oeste), donde desfilaron más de 30.000 personas, las reuniones espontáneas se multiplicaron en muchas ciudades del país.
"Yo soy musulmán y yo soy Charlie, Francia, mi patria", "yo soy judío y yo soy Charlie" o "yo soy antirracista", podía leerse en las pancartas de los manifestantes en Toulouse, junto a portadas del semanario satírico Charlie Hebdo.
Los atentados conmocionaron a los franceses y al mundo y el eslogan "Yo soy Charlie" recorrió rápidamente el planeta.
"Cuando hay 17 muertos, es porque se produjeron fallas", admitió Manuel Valls
El balance de los atentados no tiene precedentes en los últimos 50 años en el país y abre interrogantes sobre los dispositivos de seguridad, en un contexto de intenso debate sobre el papel del islam y de la inmigración en Francia.
"Hay un fallo, es evidente. Cuando hay 17 muertos, es que se han producido fallos", reconoció el primer ministro francés Manuel Valls.
Los investigadores siguen el rastro de la compañera de Coulibaly, Hayat Boumeddiene, y fuentes policiales indicaron el sábado que esta mujer de 26 años había viajado a Turquía "a principios de enero", antes de los ataques. Una fuente de seguridad turca indicó que la joven, quien llegó a ese país "el 2 de enero", "se encuentra probablemente en Siria".
Coulibaly, cuyos padres eran de origen malí, justificó su acción ante sus rehenes por la intervención militar francesa en Malí y los bombardeos occidentales en Siria.
La madre y las hermanas de este último condenaron los atentados y presentaron "su más sentido pésame" a las familias de las víctimas.
Por su parte, los dos hermanos Kouachi, franceses de origen argelino, estaban desde hace años en la lista negra estadounidense del terrorismo. Said Kouachi se había entrenado en el manejo de armas en Yemen en 2011.
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