La magistrada de menores de Casilda se reunió con diputados provinciales que discuten el nuevo Código Procesal Juvenil y les contó la historia de Hernán, recuperado en un hogar de Buenos Aires y que ahora ayuda a otros en esta provincia.
Rosario 12 |
A los 16 años, Hernán tocó fondo: El alcohol y luego las drogas, lo llevaron a cometer hechos delictivos por los que terminó preso. Sus padres estaban muy preocupados. Cuando su caso llegó al despacho de la jueza de Menores de Casilda, Cristina Pecoraro, la magistrada buscó medidas socioeducativas, y dio con un hogar de varones en provincia de Buenos Aires, ya que en Santa Fe "no hay un espacio" de contención para adolescentes. Hernán viajó enojado; pero poco después empezó a enviar cartas y fotos, incluso a la jueza, que semanalmente llamaba para consultar su estado. Más de dos años después, el joven y un grupo de amigos suyos de Casilda, armaron una canchita de fútbol, con 70 chicos a cargo, donde también se comparte la copa de leche. La historia del pibe que delinquía y hoy busca que los menores "no estén en la calle" como él mismo le dijo en una carta de agradecimiento a la magistrada fue una de las anécdotas que Pecoraro relató a los diputados de la comisión de Asuntos Constitucionales, cuando la recibieron la semana pasada, luego de que ella solicitara que la escuchen, antes de que comience el debate sobre el nuevo Código Procesal Juvenil en la Legislatura provincial.
Tras la exposición de alrededor de dos horas que hizo la magistrada ante los diputados, el presidente de la comisión, Leandro Busatto, destacó el "compromiso de una operadora de la justicia: una jueza que venga con sus inquietudes a la cámara, que se preocupa no solamente por la aplicación de la ley sino por el proceso de formación. Acá no se vino a pedir una ley, sino a trabajar y colaborar con aportes a un proyecto de ley que todavía hay que discutir y que se enriquecen con la mirada de un operador de la justicia". Y planteó que "ojalá otros magistrados hicieran lo mismo".
Pecoraro les explicó por qué y en qué puntos está a favor del proyecto de ley sobre justicia penal juvenil presentado por el diputado del Movimiento Evita, Eduardo Toniolli; mientras que se mostró en contraposición con la iniciativa del Ejecutivo, debido a que "no mantiene la especialidad". Al mismo tiempo, la jueza les manifestó un proyecto de reforma del código de procedimiento del menor, ya que dijo estar "consciente de la falta de recursos del gobierno provincial".
"Hace muchos años que siento que no estoy haciendo justicia", fue una de las frases que la jueza planteó a los legisladores. "Me siento una humilde jueza, no me creo más que nadie", aseguró. Al mismo tiempo, señaló que su apoyo al proyecto de Toniolli tiene que ver con que se mantiene la especificidad minoril, aunque remarcó algunos puntos en los que disiente, que tienen que ver con recursos y otras cuestiones, como la figura del juez de garantías.
Busatto señaló que tras escuchar a la magistrada y hacerle preguntas en torno a su labor diaria con los menores en conflicto con la ley penal, le plantearon mantener reuniones formales cuando el tema llegue a la comisión, y hasta se habló de la posibilidad de una audiencia pública o ronda de consultas. "Nosotros buscamos mantener la especialidad, para un fuero que sea de menores", dijo Busatto, firmante del proyecto de Toniolli.
Acerca de lo que llamó la atención de los legisladores, Busatto indicó que "la jueza, muy apasionada en los que hace destacó, habla de una realidad de desborde de las situaciones sociales que viven los menores, en donde evidentemente si buscamos generar un proceso penal para menores, tratando de aislarlos, sin incluirlos en un proceso de reinserción, será difícil encontrar soluciones".
Por su parte, la magistrada habló de la "responsabilidad de todos como ciudadanos: padres, educadores y políticos". En diálogo con este diario, planteó que "la dirección de Niñez, Adolescencia y Familia trabaje con las familias. De nada sirve que nosotros trabajemos con el menor, si en definitiva ese menor se revincula con su familia, que generalmente, ya está viciada, o sus padres pueden tener algún problema, por lo que no se crió en una ambiente adecuado. Hablo de habilitar a un chico dentro de la sociedad; pero cuando lo hacemos, ese chico vuelve a la casa, donde sigue siendo todo igual. Esto no nos sirve. Entonces, ya que estos espacios existen, que la dirección se haga cargo de las familias, y que nos dejen trabajar con los menores, porque ya se han demostrado fracasos".
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