Fue realizado a pedido de un grupo de turistas argentinos. “Ustedes me emocionaron. Esto es una maravilla, quiero el nombre de este artesano”, dijo expresándose fiel a su estilo.
La Capital |
El ex secretario de Comercio Interior de la Nación Guillermo Moreno fue sorprendido en Roma con el regalo que le acercó un grupo de turistas rosarinos: un cinto realizado por el artesano local José Luis Marchesi. “Ustedes me emocionaron. Esto es una maravilla, quiero el nombre de este artesano”, dijo expresándose fiel a su estilo, de manera abierta y sin vueltas.
Cuando a principios de octubre los medios nacionales especulaban sobre el regreso de Moreno a la escena política argentina, el ahora agregado económico en la embajada argentina en Roma recibió en su despacho la visita no anunciada ni esperada de un grupo de rosarinos que estaban de paseo por la capital italiana.
Sin protocolos, invitó a pasar a los visitantes a su oficina, donde resalta en el fondo y al pie de su escritorio una gran foto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner saludando al Papa Francisco.
Moreno tomó el cinto de regalo especialmente preparado para él con una gran hebilla con las famosas siglas de “Perón Vuelve!” Y un anillo para su esposa Marta con similar diseño. “Mirá si no se lo va a poner!”, despejó dudas ante la inquietud de si le gustaría el presente.
El ex secretario también recibió una camiseta de Rosario Central, con su nombre estampado y el Nº 10, que aceptó amistosamente ya que es hincha de Racing: “Está todo muy bien, somos amigos”, dijo mientras sostenía para la foto el presente canalla sobre el que ahora especulan fue una buena cábala para el clásico del domingo pasado.
“Un saludo para el artesano que hizo esta maravilla”, pidió Moreno una vez más prometiendo usar el cinto.
Desafío. “Cuando me encargaron este trabajo me encantó. Todo desafío es bueno”, contó el artesano José Luis Marchesi a La Capital, muy satisfecho por el destino del obsequio.
Y explicó que el regalo está realizado en metal, “un material que tiene carácter, que es difícil de doblegar, que se impone”.
Y explicó que el regalo está realizado en metal, “un material que tiene carácter, que es difícil de doblegar, que se impone”.
Marchesi hace más de 30 años que es artesano, alguna vez ofreció talleres abiertos, algo que no deja fuera de sus planes y deseos de volver a realizar sobre todo para los jóvenes. Ahora se dedica principalmente a la realización de todo tipo de accesorios.
En este tiempo ha conformado su clientela a través de tiendas a las que provee sus creaciones.
Sin embargo, confiesa que este tipo de pedidos son los que disfruta de una manera especial.
“Eso es muy bueno para un artesano. Es un complemento con el laburo, una situación que tiene que ver con quien lo recibe y de la manera que lo recibe”, señaló.
A renglón seguido, subrayó que “no es lo mismo vendérselo a alguien que lo ve bonito en una vidriera que a quien lo pensó e imaginó esa escena. Eso me encantó”, dijo, orgulloso, este artesano rosarino.
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