"Si fuésemos narcos o asesinos como dicen, ¿hubiésemos ido a pedir justicia?", se preguntó una y otra vez la mujer en relación al reclamo que su familia hizo ante el Ministerio de Seguridad.
La Capital |
Victoria Orellana es la mamá de Luis Orlando "El Pollo" Bassi, preso en la cárcel entrerriana de Federal acusado de instigar el crimen de Claudio "El pájaro" Cantero, quien fuera el líder de la banda de Los Monos. En los últimos 10 meses la mujer vio morir acribillados a balazos frente a la remisería familiar de Villa Gobernador Gálvez a dos de sus hijos y a su esposo. Y en el marco de ese dolor habla y defiende a los suyos: "Nosotros no somos ni narcos ni asesinos", dijo ayer.
"Si fuésemos narcos o asesinos como dicen, ¿hubiésemos ido a pedir justicia?", se preguntó una y otra vez la mujer en relación al reclamo que su familia hizo ante el Ministerio de Seguridad de la provincia para que les pongan custodia. "Fuimos a pedir seguridad, les dijimos que teníamos amenazas telefónicas y nunca nos mandaron nada", agregó.
Al tratar de explicar el crimen de sus hijos Leonardo (el 31 de diciembre) y Maximiliano (el 11 de febrero), y de su esposo Luis el último miércoles, la mujer dijo que "esto es un plan sistemático de cómo eliminar a la familia, es para hacerle ver al gobienrno quién es el que manda en el territorio", aunque no planteó quienes son los que están peleando ese terreno donde supuestamente se comercializan drogas.
Los Cantero. Tras haber negado cualquier tipo de vinculación, problema anterior o encono con la familia Cantero del barrio Las Flores, asociada al clan narcocriminal de Los Monos, y de haber señalado que escuchó hablar del apellido Cantero "a partir de la muerte de «El Pájaro»", la mujer fue consultada sobre cuáles podían ser los motivos para que se haya dado este baño de sangre en contra de su familia. Y entonces comentó: "Cuando pasó lo de los Cantero, en ese momento decidimos agarrar a la familia y nos fuimos. Pero no podíamos estar toda la vida haciendo eso, porque nosotros vivimos del trabajo (de la remisería) para mantenernos. Y cuando me preguntan por qué las cosas suceden en el mismo foco, en el mismo lugar, es porque es nuestro trabajo y siempre estamos allí".
Además de recalcar que fueron a solicitar custodia "varias veces", la mamá de "El Pollo" Bassi pidió que "investigue la Justicia" , y que creía que el encono contra ellos es porque "supuestamente a mi hijo lo pusieron preso porque era el que tiró (contra "El Pájaro"), y después lo acusaron de ser el ideólogo" de ese crimen.
Y enseguida pidió que "la Justicia muestre las causas que tiene mi hijo, que digan, que muestren los papeles. Mi marido lo llevó de la mano a mi hijo para que se entregue, para que lo investiguen". Y dijo sin prejuicios: "Si no fuera inocente no se hubiera entregado. Nosotros creímos en la Justicia, mi hijo es inocente de todo lo que lo están acusando".
Barrabrava.Al preguntarle cuándo había hablado por última vez con "El Pollo", comentó: "Hablé cuando murió el papá, porque ni siquiera lo dejaron salir para la muerte del hermano, ni del segundo hermano, ni del papá. Decí si nosotros los Bassi no estamos como en la época de la dictadura", se preguntó. Y al hablar de la respuesta de su hijo, sostuvo: "¿Qué me va a decir? Con el dolor que tiene. Porque nosotros creímos en la Justicia, por eso se entregó. ¿Dónde está la Justicia para los Bassi y para todos?"
Lo que sí admitió sin problemas Victoria Orellana es que El pollo era un integrante de la barra brava de Newell\'s Old Boys. "Era un barra más, un fanático de Newell\'s. Eso puedo aceptarlo, puedo aceptar que él estuvo involucrado en ésto o en lo otro de la barra, pero no es un asesino ni un narco. Nos pusieron el cartelito para que vengan y maten a toda mi familia. ¿Quién se está limpiando el traste sucio con todo esto?", se preguntó.
Teniendo en cuenta las denuncias previas y lo que había sucedido en estos últimos 10 meses, cuando fue consultada sobre si tenía custodia en su casa, dijo que "no", al tiempo que recalcó que "después que pasó lo de mi marido (el crimen del miércoles último) la gente tomó la chapa del auto del cual bajó el asesino, le dijo a la policía qué vehículo era y cómo era. ¿Qué hizo la policía? Lo fue a buscar a mi hijo para hacerle una prueba para ver si no era él el que lo había tiroteado. ¿Por qué no fueron a cerrar los caminos? Fijate dónde apareció el auto, en un descampado acá cerca".
"Lamentablemente tenemos que estar acá, en Villa Gobernador Gálvez. No somos gente de plata que se puede mover para acá o para allá, trabajamos todo el día, ponemos el lomo", sentenció la mujer que, contó, ayer hubiera cumplido 41 años de casada. Y enseguida acotó: "Mirá como lo estoy festejando: dos hijos muertos, mi marido muerto y un hijo preso. ¿Cómo te parece que estoy?"
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