En el marco del Consejo provincial de Discapacidad, la semana pasada la Subsecretaría de Inclusión para personas con discapacidad dependiente del Ministerio de Salud de la provincia organizó un panel abierto sobre sexualidad que fue coordinado por el doctor Daniel Teppaz, quien entre otros temas planteó algunas pautas que deben ser tenidas en cuenta por los padres a la hora de hablar con sus hijos sobre este tema.
En primera instancia, el profesional aseguró que “la sexualidad es una construcción, una manifestación y un proceso (de sexuación) que se da en todas las personas más allá de sus capacidades” y en esa línea aseguró que los padres deben conversar con sus hijos sobre este tema atendiendo a las condiciones que presenta. “Así como uno no habla de la misma manera con un niño de tres, un joven de catorce o uno de veinticinco, lo mismo debe suceder en estos casos. Hay que adaptarse”, afirmó.
“En este tipo de charlas lo que buscamos es «confundir» y abrirle la cabeza a la gente, en el sentido de hacerles pensar en las personas más allá de las construcciones sociales que haya a su alrededor o de la imposibilidad que pueda tener”, dijo y aclaró: “El tema «sexualidad» implica muchas veces un temor para los padres que en cierta forma no toman dimensión de que siempre al hablar u omitir están enseñando, porque justamente si algo se omite estoy diciendo «de esto no se habla», o a «esto hay que esconderlo»”.
En esa línea, Teppaz aseguró que “si al momento de abordar un tema hay dificultad, es recomendable acudir a un profesional para asistencia”; y en esa línea afirmó que “no siempre se debe llevar a la persona sino que muchas veces es recomendable que los que busquen ayuda sean los mismos padres”.
Por otro lado y haciendo hincapié en las prioridades, el profesional detalló que “si bien es importante abordar el tema de la protección sexual, nunca hay que priorizar este eje. Si lo único que nos importa es recomendarles que se cuiden estaremos mostrando que la sexualidad es un peligro y estaremos focalizando al otro como un potencial riesgo. Por supuesto que hay que ser responsables, pero tampoco es bueno abrumar a los jóvenes con algo que más tarde les impedirá vivir su sexualidad plenamente”.
Para finalizar y a modo de recomendación, Daniel Teppaz comentó: “El secreto se centra en aprender a escuchar y priorizar qué pasa con cada una de las personas, porque si generalizamos en este sentido vamos a estar cometiendo errores e injusticias porque estamos marcando un patrón”.
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