1. Observar nuestro propio comportamiento: Para la asesora personal Hannah Nutley, el primer paso es mirarse a uno mismo y analizar cómo nos comportamos con nuestros amigos. “Es importante entender nuestro papel en la relación”, señala. “Responsabilizarnos de cómo interactuamos con alguien y cómo nos afecta es el primer paso para que haya cambios”.
2. Dar un paso atrás: Mark Vernon, autor de The Philosophy of Friendship (“La filosofía de la amistad”), aconseja a las personas que tengan paciencia con sus amigos, incluso en algún momento nos molestan, porque algún día podríamos estar en su situación. “Todos tenemos épocas en las que no estamos al 100% en la amistad”, señala. “Así que, cuando un amigo no se comporta del todo bien, debemos recordar que tarde o temprano nos puede pasar a nosotros”.
3. La honestidad a veces es lo mejor: Según Vernon, cuando tenemos alguna queja de algún amigo, lo mejor es hablarlo con la persona en cuestión, en lugar de acumular resentimiento. No obstante, se debe hacer con tranquilidad y de forma comedida para minimizar cualquier posibilidad de discusión. “A veces”, señala, “por el bien de una relación, los amigos se deben arriesgar a hablar abiertamente”.
4. Esforzarse: Ursula James señala que aunque una relación sea platónica, continua siendo una relación y al igual que con una pareja hay que hacer esfuerzos. “La amistad, como todo los tipos de relaciones, necesita cuidados”, señala. “No significa que tengamos que estar llamando constantemente”, sino ser conscientes de que una amistad requiere contacto, organizarse para pasar tiempo juntos y prestar atención a las necesidades de nuestros amigos.
5. Tomarla iniciativa para mejorar la amistad: Si nos encontramos con que en realidad somos siempre nosotros los que nos esforzamos sin recibir ningún apoyo por parte de la otra persona, entonces Hannah Nutley sugiere intentar realizar cambios sutiles. “Si somos el hombro en el que llorar para un amigo, intentar reconducir la conversación hacia algo de lo que queramos hablar”, señala. “Motivamos el cambio comportándonos de forma diferente y creando, así, el espacio para que tanto nosotros como la otra persona ‘nos manifestemos' de forma distinta.
Para que el cambio se consolide nos hará falta práctica y compromiso, pero fundamentalmente nos servirá para prepararnos mejor pare esta y otras amistades”.
6. Ser positivos: El psicólogo James Brook aconseja intentar ser positivos y optimistas en todo momento, incluso ante la adversidad. “Las investigaciones indican que las personas se sienten más atraídas por los individuos que muestran emociones y actitudes positivas y que buscan el significado positivo de las cosas, incluso en los momento adversos”, señala. “Igualmente, las investigaciones indican que las personas que generalmente se muestran negativas y pesimistas tienden a repeler a los que están a su alrededor, ya que éstos eligen pasar su tiempo con otros de aspecto más feliz y optimista”.
7. Autoperdonarse: Talane Miedaner, autor de The Secret Laws of Attraction (“Las leyes secretas de la atracción”), afirma que, a menudo, las personas que tienden a juzgar o a ser muy críticos con los demás, lo son también consigo mismos. “Acabamos midiendo a nuestros seres queridos por los mismos altos estándares que tenemos, independientemente de que si se han comprometido con dichos estándares o incluso si conocen o no su existencia”, afirma. “La cura mágica para este desafortunado trato es perdonarnos ante todo a nosotros. Cuando dejemos de ser tan exigentes con nosotros mismos, podremos hacer lo mismo con los demás. Otra forma de ver esto siendo conscientes de que lo estamos haciendo lo mejor que podemos en todo momento y lo mismo sucede con los demás”.
8. Sentir el cariño: El hipnoterapeuta, asesor personal y autor de Get The Love You Want(“Consigue el cariño que quieres”), Glenn Harrold, sugiere utilizar técnicas de visualización para construir amistades sólidas. “Pensar en un amigo que nos importa y con el que queremos desarrollar una amistad más profunda”, señala. “Cerrar los ojos e imaginar un sentimiento profundo de cariño que sale de nuestro corazón hasta llegar al suyo y, en silencio, concentrarnos en la palabra 'amor'. “Al hacerlo, evitar juzgar o discriminar y continuar proyectando un sentimiento de cariño hacia él a través de la conexión de nuestro corazón. Después de hacerlo unas cuantas veces notaremos un lazo más fuerte con esta persona”.
9. Escuchar: Philip Underwood, autor de Change your Thinking - Change your Life(“Cambia tu forma de pensar. Cambia tu vida”), afirma que cuando nuestros amigos nos hablan, debemos estar preparados para escuchar lo que tienen que decir. “Escuchar con la intención de comprender; con el corazón, en lugar de con la cabeza”, advierte.
10. Saber cuándo y cómo decir adios: Si una amistad nos hace más daño que bien, debemos ser capaces de reconocerlo y afrontarlo, señala Liz Pryor, autora de What Did I Do Wrong? (“¿Qué hice mal?”) un libro sobre la amistad entre mujeres. “No escabullirse por la puerta de atrás, tartamudear, evitar o ignorar a la otra persona… especialmente si se trata de una amistad de muchos años… hay que dar la cara”, señala. Por e-mail, mediante una carta, por teléfono o en persona, pero nuestro amigo debe saber lo que estamos haciendo. Poner fin a una amistad no nos hace más crueles, ni peores personas… es nuestra vida en ese momento. Incluso podemos llamar a la otra persona y hablar de tomarnos un tiempo, pero es importante decírselo”.
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