Al momento de imponer la pena, el Tribunal Oral en lo Criminal Trece (TOC13) consideró la conflictividad familiar y desencuentros que rodeaban al grupo familiar y la vulnerabilidad que mostraban los integrantes de la pareja, sin pasar por alto que el joven condenado había nacido cuando sus padres estaban presos.
La sentencia recayó en Brian Emmanuel Molina (20) y su novia, Reina Mara Vallejo (30), a quien se le imputó la ‘instigación‘ por el delito de lesiones, ya que sólo le dijo a su compañero que había que golpear a su hermano, Alejandro Posse Canepa, aunque no matarlo.
En una extensa resolución de 78 carillas, a la que Télam tuvo acceso, los magistrados Enrique Gamboa, Diego Leif Guardia y Adolfo Calvete recrearon los hechos ocurridos el 12 de septiembre de 2012, alrededor de las 23, cuando el joven “intentó matar a Posse Canepa, hermano de Vallejo, al aplicarle 11 puñaladas en su cuerpo con un elemento punzocortante”.
El ataque se produjo cuando la víctima “se disponía a egresar del edificio sito en Rodríguez Peña 431 (en la zona de Congreso) y advirtió que del lado de afuera del mismo se encontraba Molina”.
Según la reconstrucción del episodio realizada durante el debate, Molina “rompió el vidrio de la puerta al golpearlo con la empuñadura de un cuchillo que portaba, tras lo cual ingresó al inmueble y comenzó a lesionar al damnificado”.
“Posse Canepa logró escapar y corrió hasta el interior de un comercio de venta de discos aledaño, siendo perseguido por Molina quien ingresó al mismo luego de que lo hiciera el primero, lesionándolo nuevamente con el elemento antes descripto, provocándole en consecuencia cortes en su rostro”, añade el fallo.
Sin embargo, uno de los empleados del local tomó un caño de hierro y logró que Molina se detuviera y finalmente escapara.
No obstante, a raíz del ataque, la víctima sufrió “11 heridas filocortantes en distintas partes del cuerpo, una de ellas en el pulmón, por las cuales debió ser intervenido quirúrgicamente”.
Los jueces explicaron que se pudo probar que, antes del ataque, Vallejo le dijo a Molina: “vamos a darle a mi hermano” y lo llevó a “actuar ilegalmente”, motivo por el cual ella fue condenada en el mismo juicio por la instigación.
“Vallejo, afectada por la discusión familiar con su hermano, acudió a su novio y le hizo aquella referencia, escueta y ceñida, a una voluntad de perpetrarle un ataque a la integridad física del referido Posse Canepa”, dijeron los jueces en referencia a que la mujer sólo pretendía una golpiza.
Eso llevó a los magistrados a afirmar que “no puede sostenerse ... con la rotunda persuasión que requiere este pronunciamiento final, que la involucrada haya determinado a su compañero sentimental a poner fin a la vida del atacado”.
Al momento de dictar la condena, el tribunal tuvo en cuenta historia de desencuentros y dramas familiares de los integrantes de la pareja, como por ejemplo que Molina tenía escasos ingresos, bajo nivel de instrucción y consumía sustancias estupefacientes.
Además, los jueces resaltaron “la condición de detenidos carcelarios de sus padres al nacer, su condición de padre y su temprana inserción en el mundo laboral”.
Respecto de su novia, Vallejo, los camaristas aludieron a “su carencia de antecedentes penales y su condición de madre de tres niños, dos de los cuales se encuentran a su cuidado, y su dificultad para lograr el sostén diario a los efectos de cubrir las necesidades de su familia”.
Los problemas familiares fueron confirmados por la propia víctima del ataque al declarar durante el debate, quien expresó que cuando conoció al novio de su hermana tenía una relación “común y corriente de amigos”, aunque cuando lo fue conociendo mejor comenzó a darse cuenta de que era “una persona totalmente enferma, un mitómano, un psicópata”.
Al ser consultado sobre cuáles eran los motivos de ataque, la víctima dijo creer que el agresor lo quería “sacar del medio” debido a la “envidia” que le causa que él tuviera una familia.
“El sabía que yo estaba en el medio de la relación de mi hermana y él, para protegerla a ella y a toda mi familia, y él, al nunca tener eso y por miedo a perderlo, me quiso sacar del medio y me quiso asesinar”, consideró Posse Canepa.
La víctima recordó que en una ocasión, el joven ahora condenado no sólo le levantó la mano y le faltó el respeto a su hermana, a quien le arrojó agua hirviendo, sino que también a su madre, que fue golpeada una vez enfrente suyo.
Télam
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