Se trata de las primeras casas que terminó de edificar la Municipalidad de Santa Fe en el barrio del Distrito Noreste, donde se construyen otras 14 con apoyo del Gobierno provincial. Allí se reubicarán seis familias que vivían en construcciones precarias, en zonas de riesgo hídrico de Bajo Judiciales y Bajo Gada.
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El intendente José Corral entregó esta semana las primeras seis viviendas, de un total de 20 que construye el Municipio en la manzana delimitada por calles Necochea, Pasaje Público, Piedrabuena y Callejón Aguirre, en barrio Nueva Esperanza. En un breve acto, seis familias que habitaban en las zonas conocidas como Bajo Gada y Bajo Judiciales, recibieron las llaves y firmaron las actas de adjudicación de la propiedad.
Las viviendas se edificaron en terrenos con cota adecuada, con una superficie de 200 m2 y cuentan con la conexión domiciliaria de los servicios de agua potable y luz. Tras la entrega de las seis primeras casas se continúa con la construcción de las 14 restantes. La tarea está a cargo de Cooperativas de Trabajo, a las que se sumarán los propios beneficiarios de la iniciativa, que recibieron esta mañana nuevos kits de herramientas para realizar las tareas.
Resultado de un proceso
“Este es un día importante para estas seis familias, pero también lo es para la ciudad porque esto demuestra cómo hay que hacer las cosas”, afirmó José Corral. “Esta historia no empezó ayer, sino en la crecida del río Paraná en 2010, cuando se decidió reubicar en terrenos más altos a las familias que iban a tener dificultades en la zona de Bajo Judiciales y Bajo Gada, pero pensando en una ubicación definitiva”.
En esa línea, el mandatario recordó que “se hicieron los primeros 22 módulos provisorios; y cuando llegó el subsidio de Provincia, y en una tierra que estaba en proceso de expropiación se mejoraron esos módulos y se inició la construcción de 20 casas nuevas para seguir reubicando a las más de 100 familias que están en zonas vulnerables desde el punto de vista hídrico y con muy malas condiciones, sin servicios ni la titularidad de la tierra”.
Asimismo, manifestó su satisfacción por lo logrado “a pesar de todas las dificultades que hubo en el camino”. Al respecto, señaló que “hubo resistencias, opiniones contrarias, y en su momento se intentó que no saliera la ley de expropiación”.
En ese sentido, José Corral también hizo referencia a que la ejecución de los trabajos presentó dificultades, producto de hechos de robo y vandalismo que provocaron demoras en el avance de la obra, con el consecuente perjuicio para los vecinos que esperaban poder mudarse a su nueva casa, y para las cooperativas de trabajo, que hicieron sus tareas bajo amenazas, razón por la cual cinco de ellas rescindieron el convenio. Tal como fuera informado por Santa Fe Hábitat Agencia para el Desarrollo Social y Urbano, entre mayo de 2012 y julio de 2013, el Municipio radicó seis denuncias por robo de materiales y herramientas de trabajo por un monto cercano a los 130 mil pesos, más los daños ocasionados en las viviendas en construcción.
“Pero hemos ganado los que queremos hacer las cosas bien: el gobierno, las familias que creyeron, y las cooperativas que continuaron con el trabajo”, aseguró el Intendente. Y agregó que “esto nos alienta a seguir trabajando por las otras 14 viviendas, y por los que están en una zona en malas condiciones, esperando una solución definitiva, como la que encontraron estas seis familias a las que hoy entregamos la llave de su casa”.
Cómo son las viviendas
Los lotes son de 10 metros de frente y 20 metros de fondo, están delimitados y cercados en sus límites medianeros; y cuentan con la conexión domiciliaria de los servicios de agua potable y energía eléctrica, con su correspondiente pilar de luz.
Cada vivienda tiene una superficie de 46 m2, y se compone de cocina-comedor, módulo para dos dormitorios y baño. En cuanto a los servicios, las propiedades cuentan con instalación interna de luz -con su correspondiente medidor y tablero con disyuntor-, agua fría y caliente, gas envasado, desagües secundarios y primarios, descarga de líquidos cloacales a tanque séptico y pozo negro, canaletas y bajada de pluviales.
Las construcciones fueron realizadas con mampostería de ladrillos comunes sobre cimientos de hormigón; cubierta de chapa galvanizada sobre estructura de madera con cumbrera, babetas y cenefas de cierre. Además cuentan con capa aisladora, revoques interiores completos, cielorraso de madera con aislación, zócalos y pisos cerámico sobre carpeta; aberturas de aluminio; revestimiento cerámico en cocina y baño con instalación de artefactos y grifería (inodoro, lavabo, ducha y mesada de cocina de acero inoxidable); pintura interior y exterior.
José Corral destacó la calidad de las edificaciones y mencionó que “la gente del Movimiento Los Sin Techo nos decía que la calidad de las construcciones es muy buena, y que esto nos exige a todos tener una intervención de mucha calidad cuando resolvemos situaciones sociales en la ciudad”.
Urbanización planificada
La construcción de las viviendas se realiza en el marco del Programa Urbano Integral (PUI) del Noreste. En esa política, están comprendidas iniciativas conjuntas entre el gobierno provincial y el Municipio, como la construcción de El Alero, del Bulevar French, la ejecución del Programa Mi Tierra, Mi Casa; la apertura de las calles Sarmiento y Necochea; la ejecución del alumbrado público en calles Sarmiento y Piedrabuena, la extensión de redes de servicio; y la ampliación y mejora de los 22 módulos de emergencia, en los que se reubicaron las primeras familias en 2010.
En ese sentido, el Intendente remarcó que “están prácticamente terminados los módulos que fueron refaccionados con materiales, y dotados de luz y agua segura; y el ingreso por calle Sarmiento, entre otras condiciones elementales que se necesitan para vivir en esta zona que es alta y está incluida en el loteo Mi Tierra, Mi Casa. Quiere decir que esta zona va a contar con la infraestructura de desagües y cordón cuneta, y además van a venir muchas familias a comprar sus terrenos para construir con mucho esfuerzo su casa”.
Volver a empezar
Esther y Miguel Ángel, vivían con sus hijos y nietos en una vivienda precaria ubicada en la zona conocida como Bajo Gada. Después de recibir la llave de su nuevo hogar, y mientras mudaban sus cosas, Esther contó que “estamos tranquilos y contentos porque tenemos algo que es para siempre, y estamos en este nuevo barrio”.
“Esto es mejor porque ya es de uno; donde estábamos no podíamos hacer una casa porque no era nuestro, pero acá gracias a Dios sí podemos. Estamos contentos y agradecidos por todo lo que han hecho”, agregó Miguel Ángel.
Una de las hijas del matrimonio, Joana ocupará la vivienda contigua, junto a su esposo Martín. La joven de 21 años, contó que allí proyectan una nueva vida: “Estamos contentos porque tenemos algo que está bien hecho. Yo antes no tenía nada porque vivía con mi mamá, pero ahora vamos a tener dónde vivir los dos solos”.
Presencias
Acompañando a las familias que hoy accedieron a su vivienda estuvieron la secretaria de Gobierno, Adriana Molina; la directora de Santa Fe Hábitat Agencia para el Desarrollo Social y Urbano, Sara Lauría; el subdirector de dicha Agencia, Eduardo Rudi; y el director de Derecho Ciudadano, Franco Ponce de León. También estuvieron los coordinadores del PUI del Noreste, Jorge Rico; y del PUI del Oeste, Marcos Boero; y el coordinador de Distrito, Javier Cejas, entre otros funcionarios del Gobierno de la Ciudad. Entre el público asistente al acto, se encontraban los referentes del Movimiento Los Sin Techo, José Luis Ambrosino y José Luis Salazar; representantes de asociaciones vecinales de la zona; de las cooperativas Tribunales, Pueblo de Jehová, y de la cuadrilla de trabajo Asociación Civil Santa Fe Nuestro Futuro.
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