Tras la detención del jefe policial de la brigada de la Secretaría de Delitos Complejos de Rosario, ayer el ministro Lamberto se reunió con el juez Vienna para expresarle su apoyo a la tarea del magistrado "por los resultados que están a la vista".
Tras la detención del comisario inspector Gustavo Pereyra, jefe de la brigada policial de la Secretaría de Delitos Complejos, que dirige Ana Viglione, ayer el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, se reunió con el juez de Instrucción Juan Carlos Vienna. "Vengo a expresarle mi total apoyo a la tarea del magistrado por los resultados que están a la vista" expresó el titular de la cartera de Seguridad tras el encuentro. Ayer en tanto comenzó a cobrar fuerza la posible citación de Viglione en el marco de esta investigación. También se conoció que el juez Vienna comenzó a emprolijar su tarea: en la orden de allanamiento de Virasoro 3075 en busca de Ariel Máximo Cantero no se preveía el secuestro de droga, y cuando apareció la sustancia, remitió rápidamente el expediente al fiscal federal Juan Murray. Hoy a media mañana declarará el comisario Pereyra con el patrocinio de un ex juez de instrucción: René Miguel Bazet.
La investigación judicial por la muerte de Martín "el Fantasma" Paz dejó al descubierto cuestiones relacionadas con otros homicidios, narcotráfico y hasta connivencia policial, que llevó a la detención de dos efectivos de la fuerza: Gustavo Pereyra y su subalterno Juan Maciel, preso hace una semana. Aunque nadie confirma que la titular del área esté implicada en el expediente, algunas fuentes tribunalicias apuntan a que es el gobierno provincial el que tendría que tomar intervención en el caso de la mujer que dirigía el accionar de los dos policías presos, acusados como informantes de la banda liderada por los Cantero.
Ayer, tras la detención del comisario de su repartición, Viglione aseguró: "No nos moveremos un centímetro del objetivo planteado de sancionar a policías corruptos".
En cuanto al pedido del fiscal Murray, de que se anule todo lo actuado por la justicia provincial, ya que la causa está relacionada con el narcotráfico, ayer el procurador de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Barraguirre, consideró que el juez Vienna actuó "dentro de su competencia".
Si bien la detención de integrantes de la banda de Los Monos y de policías inmersos en la asociación ilícita acaparó la atención desde el inicio de los allanamientos ordenados por el juez Vienna, el pedido del fiscal Murray para que se anule parte de los procedimientos, relacionados con drogas, encendió la polémica de competencias. Anteayer fue el propio Ministro de Justicia, Juan Lewis, quien salió a defender la actuación del juez Vienna; y ayer se sumó al debate el procurador de la Corte santafesina, quien dijo tener "la sensación de que se actuó dentro de la competencia".
Para Barraguirre, "hay delitos con una problemática jurisdiccional compleja y hay causas que son naturales que se disputen. Cabe recordar que la investigación está vinculada a un homicidio ocurrido hace varios meses. También, en esta causa se investigan delitos como asociación ilícita, cohecho y extorsión que son de competencia provincial". Y agregó: "El propósito central de esta investigación es desarticular estas bandas delictivas que han excedido todos los niveles imaginables de violencia. Obviamente, que si todos los fiscales comienzan a tirar de la madeja van a encontrar una asociación ilícita vinculada al narcotráfico, que van a seguir siendo investigadas por la Justicia Federal".
El Procurador añadió que "la justicia provincial quiere terminar con los delitos conexos que excedieron todos los niveles normales de tolerancia. Aquí hubo homicidios. La Justicia provincial está trabajando para resguardar la paz social. No nos olvidemos que fueron asesinados testigos. Hay disputas judiciales que pueden ser legítimas y otras funcionales a determinados objetivos. Habrá que trabajar más en el diálogo. Tendremos que hacer instrucciones generales con mutua colaboración para que la Justicia Federal pueda profundizar sus investigaciones".
Ayer en tanto fue allanado un inmueble de Garibaldi y Avellaneda, donde se producían puertas de hierro en cantidad. Se sospecha que eran para proveer a los bunkers.
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