Pese a que el Gobernador Antonio Bonfatti reincorporó los artículos de la ley 13.328 que había suprimido el año pasado, la Subsecretaria de Discapacidad Provincial, Silvia Tróccoli, sostuvo que se deben privilegiar "políticas públicas amplias; si no, cada enfermedad va a tener una ley”.
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Pese a que este jueves el Ejecutivo provincial reincorporó los artículos de la ley 13.328 sobre Autismo que había vetado el año pasado, la subsecretaria de Inclusión de Personas con Discapacidad Silvia Tróccoli volvió a defender la primera decisión del gobernador Antonio Bonfatti. Sostuvo que se deben privilegiar “políticas públicas amplias y generales que hagan al Estado más eficiente”. “Si no, cada enfermedad va a tener una ley”, disparó.
Para Tróccoli, la ley de “diagnóstico precoz, tratamiento, integración, inclusión social y protección integral de personas con trastornos del espectro autista (TEA) y/o trastornos generalizados del desarrollo (TGD)”; como bien indica su nombre completo es demasiado específica cuando en realidad a su entender, es preferible impulsar legislaciones más abarcativas que no aten el tratamiento del autismo a una sola mirada. En tal sentido, puso de ejemplo la ley nacional sobre salud mental a la cual consideró “maravillosa”.
Además, indicó que no está de acuerdo con la creación de una administración provincial aparte, especializada en autismo porque “no es lógico”. “Deberíamos entonces tener una administración para el síndrome de Down o la fibrosis quística, para todas las enfermedades que son millones”, señaló y recordó, por otro lado, que los autistas, al igual que cualquier otra persona con alguna discapacidad –física o mental– pueden actualmente gestionar el “certificado de discapacidad, que es un acceso a los derechos”. “Si tienen obra social, la obra social tiene que reconocer todo lo que necesiten; si no tienen, el Estado provincial se hará cargo”, precisó.
Consultada sobre uno de los mayores temores de los padres, qué va a suceder de sus hijos una vez que ellos no estén para cuidarlos, la funcionaria afirmó que si bien comprende su angustia, esta preocupación no es exclusiva de quienes tienen chicos con esta patalogía. “Todos los papás de personas con discapacidad se hacen esta pregunta”, opinó.
Finalmente, lamentó que su relaciones personal con el gobernador –marido y mujer desde 20 años– hayan opacado su trabajo profesional. Este jueves, en el mismo programa de Radio 2, Gustavo Silva del grupo de padres de autistas, había deslizado que la subsecretaria había recomendado al mandatario vetar los polémicos seis artículos de la ley. “No es justo, yo tengo una trayectoria más allá de mi relación personal con mi esposo”, se quejó.
Redactada a partir de los proyectos complementarios de los diputados Darío Boscarol y Avelino Lago, la norma había sido aprobada el año pasado casi al final del período de sesiones ordinarias. Contempla desde la detección precoz hasta programas que tienen que ver con la creación de residencias permanentes y centros terapéuticos modelos en Santa Fe y Rosario, donde la población afectada pueda asistir no solamente a terapias alternativas sino desarrollar todas aquellas herramientas necesarias –y que la Organización Mundial de la Salud recomienda– para una integración plena. Por tal motivo, la decisión de Bonfatti había sido recibida con mucho disgusto de parte de la comunidad que está afectada más de cerca por la cuestión. Especialmente el veto sobre diagnóstico temprano.
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