En la sede de la Unión Industrial de Santa Fe se realizó una jornada en la que se presentó el Proyecto de eficiencia energética. El encuentro estuvo organizado por la Federación Industrial de Santa Fe y la Secretaría de Energía de la Nación. El objetivo de la iniciativa, por un lado, busca reducir la demanda energética a partir de un mejor uso de los recursos energéticos. Por otro, a partir de lograr una reducción del consumo, eso se trasladaría a un menor costo en energía y, por ende, una mayor competitividad de la industria.
Según explicó el coordinador del proyecto, Hernán Iglesias Furfaro, hoy la industria se lleva el 26 por ciento del consumo total de energía en el país y el sector residencial el 30 por ciento. Si sólo se toma el consumo de la energía eléctrica, la industria participa con el 46 por ciento del total de consumo país y el sector residencial con el 29 por ciento.
“El proyecto lo que plantea es avanzar en la realización de diagnósticos energéticos en las empresas industriales preferentemente del sector pyme. De esa manera se busca detectar potenciales de ahorro de energía. La Secretaría de Energía financia la realización de esos estudios en un 90%, mientras que el industrial sólo pone el 10%”, describió.
“Este tipo de estudios dura muy poco tiempo. En un mes puede haber un informe termianado, con una visita de planta de una semana no consecutiva sino de tres o cuatro visitas. Es muy poco tiempo el que le insume al industrial”, explicó el funcionario nacional quien agregó que la empresa debería designar a un representante para que le de la información y le haga la recorrida por la planta al consultor.
“La idea –amplió– no es simplemente quedarnos con este estudio que nos posibilitará saber cómo se usa la energía, qué posibilidades de mejoras hay y en qué período se puede recuperar. Además va a haber un detalle del nivel de prefactivilidad básica del proyecto. También es importante saber que hay medidas de bajo o nulo costo de inversión que traen mejoras asociadas como la reducción del consumo de energía y de la factura energética; medidas de media y de alta inversión. Pero en todos los casos hay alguna medida de baja o mediana inversión que se puede recuperar en uno o dos años”.
Furaro remarcó la importancia de la participación de los industriales y dijo que no hay un consumo mínimo para poder participar del proyecto. En ese sentido explicó: “Tratamos de apostar a las empresas pequeñas y medianas que tengan cierta magnitud de consumo de energía para tratar de capitalizar algo, ellos como empresarios y nosotros como país. Una mejora en un usuario final, es una mejora para toda la sociedad”.
"El consumo de energía es una preocupación a nivel mundial, no sólo de la Secretaría de Energía de la Nación. Hay un sostenido crecimiento de la demanda de energía en el mundo y los recursos energéticos son agotables. Si bien tenemos fuentes renovables, la mayoría del consumo en el mundo se basa en combustibles fósiles. En el caso de la Argentina, de la matriz energética total, el 86 por ciento se basa en combustibles fósiles. Si bien tenemos una participación importante de la energía eléctrica de matriz hidráulica y estamos avanzando en proyectos de generación eólica, todavía esa participación no es significativa. Por eso, en la actualidad el tema de la energía es una preocupación mundial".
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