Son de barrios de la zona oeste, Puente Negro y Stella Maris, donde se están colocando medidores en el marco del plan Luz y Agua Segura para la Inclusión Social.
La Capital |
Unas 4.200 familias de amplias barriadas de la zona oeste de Rosario que hoy están enganchadas de la luz comenzarán a pagar el servicio a fines de este año. Para eso, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) comenzó a colocar medidores comunitarios por los que abonarán una tarifa social de unos 55 pesos mensuales, todo en el marco del plan Luz y Agua Segura para la Inclusión Social.
La edición 2013 de este programa arrancó en Rosario a dos puntas. En el barrio Puente Negro (avenida Sorrento, Casiano Casas y Cavia) la EPE ya emitió las órdenes de compra que permitirán finalizar los trabajos con una inversión de un millón y medio de pesos que normalizará el servicio para 1.200 familias. Además, está en ejecución el tendido de preensamblado en Stella Maris (La República, García del Cossio, arroyo Ludueña y Schweitzer), donde con un presupuesto similar, se beneficiarán otras 600 familias.
En una próxima etapa ingresarán al programa seis urbanizaciones que comparten las condiciones socioeconómicas: Los Humitos, Los Cardos, Villa Emilia, Saladillo, Antártida Argentina y la comunidad Toba, donde se estima se verán beneficiadas unas 2.400 familias. "Es la respuesta del gobierno santafesino para solucionar la exclusión social que, en cuanto a servicio de agua y electricidad, afecta desde hace años a miles de ciudadanos marginados en la periferia de los aglomerados urbanos", explicaron los responsables de la iniciativa.
En conjunto. Según el jefe del área Central de Pérdidas de la EPE, Hugo Vitantonio, se trata de una política de Estado en la que participan la EPE, Aguas Santafesinas SA (Assa) y los ministerios de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, de Desarrollo Social, de Trabajo y de Educación.
En el caso del servicio eléctrico, el plan consiste en hacer un relevamiento con trabajadoras sociales y operarios de la EPE articulando dos aspectos ineludibles de la situación.
En lo técnico, se realiza el tendido de cables preseensamblados de media y baja tensión y se reemplazan las conexiones irregulares a red de aérea por instalaciones seguras y llave térmica exterior para cada vivienda.
"De esta manera, a cambio de una tarifa social accesible, cada familia puede usar energía en cantidad suficiente para sus necesidades domésticas, manteniendo parámetros de consumo responsable, y contenidos dentro de los derechos que le asisten a los clientes normales de la EPE", explicó Vitantonio.
Talleres. Para el portavoz de la EPE, más allá de lo técnico, el programa valoriza la participación de los vecinos, a los que se involucra a través de talleres y reuniones informativas. En estos encuentros no sólo se los orienta en consumo responsables, sino que se los instruye para disminuir el riesgo eléctrico, tan frecuente en las conexiones clandestinas a las que llegan apremiados por las circunstancias en que viven. Además, explicó que en este tramo de la integración trabajan junto al Ministerio de Desarrollo Social de la provincia y la Municipalidad de Rosario, quienes aportan asistentes sociales e información catastral.
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