"Nos enteramos de lo resuelto
por el juez en los medios. Como lo dije desde un principio, si estas
personas son culpables deberán pagar por su accionar", dijo la
presidenta de la comisión directiva del Hogar del Huérfano.
La Capital |
"Nos enteramos de lo resuelto por el
juez en los medios. Como lo dije desde un principio, si estas personas
son culpables deberán pagar por su accionar". De esta manera, la
presidenta de la comisión directiva del Hogar del Huérfano, Laura
Borghi, se refirió al procesamiento de dos ex celadores por abuso
sexual de un menor de 8 años. La directiva y otras 20 mujeres seguirán
trabajando en la institución (que cambió su rol), a pesar del
cuestionamiento de algunas profesionales que habían realizado denuncias
contra la actividad de ciertos empleados del Hogar hace cinco años.
Borghi deslindó toda responsabilidad
sobre la contratación de ambos trabajadores hoy procesados. Y aclaró:
"Desde que nos enteramos de las denuncias nos pusimos a disposición del
juez e intervenimos como querellantes de la causa; entregamos todas
las pruebas que teníamos en nuestras manos sobre estos hechos
lamentables y penosos".
La mujer hizo alusión al caso de un
chiquito que estuvo alojado en la institución hasta abril pasado,
momento en que funcionó el Hogar. El juez Juan Andrés Donnola les
aplicó a ambos empleados la figura de "abuso sexual con acceso carnal
agravado por la condición de guardador", que contempla penas que van de
8 a 20 años de prisión. El magistrado tomó esa decisión a raíz de la
contundencia de los informes, las lesiones comprobadas y el
reconocimiento que hizo la víctima de sus agresores, que ya habían
estado detenidos.
Los procesados son Oscar G., de 41
años, ex celador del hogar (despedido en febrero de 2010) y con tres
antecedentes de denuncias judiciales por abuso y corrupción de menores
(2001, 2002 y 2010), y Osvaldo R., de 40, quien también se desempeñó
como celador en la institución de Laprida al 2100.
El Hogar volverá a abrir el 10 de
agosto próximo con nuevas actividades, implementará un sistema de
donaciones transparentes y llevará a cabo talleres de oficios.
"Nosotras somos unas 20 mujeres que conformamos una sociedad civil así
que seguiremos trabajando en el Hogar. Cuando terminen las vacaciones
de invierno, por ejemplo, comenzaremos un taller de costura y cocina,
todas cuestiones con sentido social", dijo Borghi.
Asperezas. Pero
justamente la permanencia de las integrantes de la entidad es lo que
sigue generando molestias a algunas de las profesionales que
encabezaron las primeras denuncias contra los trabajadores del Hogar.
La psicóloga Silvia Lampugnani es una de ellas. Ayer dijo no estar de
acuerdo con el concepto de trabajo con chicos que manejan las mujeres
que dirigen la entidad. "Estos dos hombres procesados deberán cargar
con su responsabilidad penal, pero no son los únicos responsables de
las cosas que sucedían en el Hogar", dijo Lampugnani.
En mayo de 2010, LaCapital había
registrado las denuncias realizadas por seis profesionales que dijeron
haber sido desoídas por la dirección de la entidad (en ese tiempo a
cargo de María Eugenia Saccone). Hablaban de malos tratos y abusos y la
falta de idoneidad del personal para cuidar a más de un centenar de
niños alojados en el Hogar.
Una pediatra, una fonoaudióloga, dos
psicólogas, una coordinadora y una empleada habían presentado un
informe a la Dirección de Promoción de los Derechos de la Niñez, la
Secretaría de Derechos Humanos y el área de Salud Mental de la
provincia. Y luego, tres de ellas fueron separadas de sus cargos en el
Hogar. Una reacción que también había sufrido Lampugnani tras presentar
sus primeras denuncias en 2007. Entre ellas estaba la acusación a uno
de los preceptores hoy procesados.
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