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sábado, 14 de julio de 2012

Los nuevos cambios en la lengua española

Desde Papamóvil, hasta chat, friki y matrimonio, las novedades de la RAE.

 

foto perfil.com

El lenguaje se mantiene en un estado de evolución constante adaptándose a los cambios y a las necesidades de sus hablantes.

Así como con el paso del tiempo las sociedades y sus costumbres se transforman, también el lenguaje se mantiene en un estado de evolución constante adaptándose a los cambios y a las necesidades de sus hablantes.
Si bien la transformación es gradual, basta solo con que un adulto escuche hablar a un adolescente o viceversa para dar cuenta de las diferencias que se han producido en el lenguaje a lo largo de las generaciones.
Según explica el profesor Esteban Giménez, lexicólogo y especialista en el uso del idioma en los medios de comunicación, los cambios en el lenguaje se deben a varias causas.
El avance de las lenguas extranjeras que se van introduciendo en el habla coloquial y que -en algunos casos- se trasladan a la escritura o el avance de las nuevas técnicas que aportan palabras en otras lenguas que no tienen equivalente en español son dos de los factores que inciden en esta metamorfosis.
Por otro lado, también las modas y el avance de las tecnologías que trae consigo nuevas necesidades y costumbres influyen en esta reforma de los códigos lingüísticos.
El profesor Giménez destaca que el uso de medios como el chat y del SMS –en los que se busca ahorrar tiempo y espacio- tiene un aspecto positivo que es el hecho de que permite que los chicos escriban mucho más que hace unos años. Sin embargo, admite que el nivel de escritura en estas plataformas deja mucho que desear y considera que su uso está bien siempre y cuando se limite a esos ámbitos. “El problema es cuando el usuario tiene que volver al mundo convencional donde no puede valerse de ciertos signos”, explica.
Los signos de exclamación e interrogación. Actualmente estamos siendo testigos de cómo el lenguaje se va adecuando a los cambios culturales. La falta de signos de apertura de exclamación e interrogación por ejemplo, denota por un lado la influencia del inglés – idioma en el que no se los usa– y por el otro la de los avances tecnológicos como las redes sociales y los mensajes de texto.
Este cambio puntual se da especialmente en  plataformas como MSN, los SMS o Twitter, en donde el usuario suele escribir de forma rápida y opta en muchos casos por simplificar al máximo la escritura obviando signos de puntuación, tildes e incluso letras aunque también está siendo trasladado a cualquier tipo de escritura.
El caso del Blackberry es paradójico, ya que siendo uno de los celulares de moda en el país, no incluye dentro de sus signos de puntuación los de apertura de exclamación e interrogación incluidos en las reglas ortográficas de la lengua española.
Últimos cambios avalados por la RAE. De todos los cambios que se van produciendo en el habla cotidiana, solamente una parte termina siendo incorporado finalmente por la Real Academia Española (RAE).
En los años 80, 90 había que esperar casi 10 años a que la RAE publicara su diccionario para enterarnos de las novedades idiomáticas. Hoy en día, la Academia va elaborando la próxima edición del diccionario (será la 23ª edición) y casi diariamente publica en su página las novedades que van surgiendo y las anuncia para su próxima edición.
“No es nada raro que ingreses al diccionario, pongas una palabra y te aparezca la leyenda en rojo: Artículo enmendado, porque la propia Academia lo ha reformado apenas una horas antes”, señala el profesor Giménez.
Según informa la RAE en su página web, la consulta electrónica al diccionario ha registrado más de 65 millones de búsquedas en mayo de 2012, lo que supone una media de más de 2 millones de consultas diarias.

Desde la aparición del diccionario en la red en 2001, ya se han efectuado 1697 cambios que pueden consultarse en el portal de la Academia. En junio por ejemplo, la RAE introdujo algunas modificaciones en la versión de su diccionario en la red al agregar nuevas palabras o acepciones a las ya existentes. Algunas de las que más se adaptan al uso cotidiano de nuestra sociedad son: Okupar, extrasalarial, habitacional, intersindical, matromonio, bloguero, chat, manos libres, sushi, sudoku, papamóvil, entre otras. Ver galería de Imágenes

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