Las zonas de Pichincha y la
terminal de ómnibus son los puntos más vulnerables de la ciudad para el
robo de automóviles en la vía pública. Se trata de un sector que,
ampliado, va desde Pellegrini y Avellaneda hasta el río. Así coinciden
aseguradoras e investigadores.
La Capital |
Las zonas de Pichincha y la terminal de ómnibus son los puntos más
vulnerables de la ciudad para el robo de automóviles en la vía pública.
Se trata de un sector que, ampliado, va desde Pellegrini y Avellaneda
hasta el río. Así coinciden aseguradoras e investigadores. Los ladrones
prefieren los modelos antiguos de Fiat y Renault y, en general, los
levantan de noche. Con la calculadora en mano, desaparecerían unos tres
autos por día para llegar a las 600 unidades en el primer semestre del
año, 50 menos que en 2011, según fuentes de la policía. La fiscalía de
causas NN ubica esas cifras en 580 y 560, respectivamente, mientras que
para las aseguradoras hubo un incremento del 4 por ciento. Los matices
se explican porque las estadísticas incluyen hechos que no siempre son
sustracciones.
Los especialistas en analizar ilícitos
dicen que no todo auto que desaparece va al desguace, muchos circulan,
adulterados o no, en el mercado informal o se venden en otras
localidades. Pero hay otro aspecto relacionado que suele quedar para
siempre en la penumbra por lo difícil que resulta investigarlo, son las
falsas denuncias por robo o, si se prefiere, fraude a las aseguradoras
(ver aparte).
De acuerdo a los datos de la Oficina
Judicial de Causas con Imputados No Individualizados, que funciona en la
planta baja de los Tribunales provinciales, Balcarce 1651, desde el 1º
de enero al 15 de junio hubo 580 autos robados y 2.400 motos. En 2011
esas cifras fueron 560 y 2.024, respectivamente. Claro que si el dato se
lee en el marco del incremento del parque automotor, la estadística
casi termina en una meseta, sin variaciones significativas entre un año y
otro.
Características. El
robo de vehículos tiene varias aristas y desde el Ministerio de
Seguridad explicaron algunas. Si bien este delito suele vincularse de
manera directa a la actividad de desarmaderos ilegales, muchos de los
automóviles sustraídos circulan en el mercado irregular o ilegítimo. Son
ámbitos que se extienden fuera de Rosario y que hasta incluyen el uso
de medios de publicidad, oferta y compras electrónicas donde las partes
nunca se encuentran físicamente.
Además, señalaron que la mayoría de los
autos sustraídos en la calle no tienen autores identificados por lo que
judicialmente se caratulan como NN. "Las estadísticas publicadas al
respecto por el Poder Judicial no difieren de los registros con los que
cuenta la policía.
Existe un margen de diferencia que tiene que ver con las denuncias
de delitos que, iniciándose como robo, terminan comprobándose que en
realidad constituyen alguna variante de las maniobras de estafa o
defraudación", explicaron fuentes oficiales.
Meseta. Para el
portavoz de la Asociación Productores de Seguros Rosario y Sur de Santa
Fe (Apas), Ernesto de las Navas, el robo de automotores no se
incrementó en un grado significativo como para generar alarma y le puso
número a la estimación: un 4 por ciento para el primer semestre de
2012. En igual sentido se expresó el asesor y productor, Ignacio
Pringles: "No hubo salto cuantitativo en los últimos tiempos".
De su propia experiencia como gestora
del automotor y de seguros generales, Susana Benítez explicó que el 90
por ciento de los casos que diligenció fue en las zonas de Pichincha y
la estación de ómnibus, con mayor incidencia en las inmediaciones de
boliches. Y dijo que de ese porcentaje, más de la mitad de los autos no
se recupera. Además, y para cubrirse por el destino non sancto que le
pueden dar a los vehículos sustraídos, recomendó hacer la denuncia
policial, registral y en la Municipalidad.
Desde la sección Sustracción de
Automotores de la policía, donde se centralizan las denuncias,
explicaron que en Rosario predomina la modalidad de levante por sobre
las del alto riesgo, que es el robo a mano armada y que tiene como
objetivo usar el vehículo en un delito posterior.
¿Posible recorrido de la unidad robada?
Desguace, mercado informal, adulteración o venta en otra ciudad. Las
acciones son cambios de chapas, números o identidad en la compra venta,
aparte de generar un auto mellizo y pagos con cheques sustraídos que
se convierten en un verdadero dolor de cabeza para alguien que haya
actuado de buena fe en alguna transacción que le pareció una pichincha.
Además, no son pocos los automóviles que, después de denunciados,
aparecen abandonados pero sin cubiertas o baterías. "Algunos hacen unos
200 pesos vendiendo la batería y abandonan el auto". Otro de los
recursos del mercado delictivo.
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