Así lo manifestó el Dip. Prov. Pablo Dibert (PJ)
quien junto al Dip. Prov. Avelino Lago (PJ) compartieron la mesa de A la
Carta. “Hoy dentro del justicialismo todavía estamos lejos de este
proyecto. Si no se cambian algunas cosas no podremos plasmarlo”, sostuvo
Dibert. Por su parte, Lago sostuvo que “Kirchner encarnó la vuelta a la
construcción política colectiva después de años de personalismos e
individualismos”.
En el último programa de A la Carta
(Viernes 22hs. – Somos Santa Fe – Cablevisión) los Diputados
provinciales del justicialismo Pablo Dibert y Avelino Lago estuvieron en
la mesa con Marcelo Garrido.
Uno de los temas tratados fue el
estado actual del justicialismo santafesino. El que comenzó con su
opinión fue Dibert quien indicó que “en la Provincia de Santa Fe nunca
se llegó a plasmar lo que era el proyecto que pretendía y que alcanzó a
llevar adelante, mientras vivió, Néstor Kirchner. Esto fue por
situaciones de la política, porque en un momento asume Obeid como
Gobernador, que venía con una ideología política de acuerdo con lo que
venía haciendo Reutemann, si bien se había apoyado a Néstor Kirchner
para la campaña anterior a ser Gobernador, pero había tenido un
acercamiento a Kirchner, pero no era total, del cual después cuando vino
el problema de la resolución 125 Obeid marca la diferencia y rompe con
el kirchnerismo definitivamente pero nunca tuvo un acercamiento muy
fuerte con Kirchner como para llevar a plasmar el proyecto nacional en
la Provincia de Santa Fe. Y después con el tema de la gobernación de
Binner, obviamente, la provincia no tuvo este proyecto nacional”.
Luego, el legislador profundizó sobre
el rol del justicialismo ante este proyecto de Néstor Kirchner
señalando que “hoy dentro del justicialismo todavía estamos lejos de
este proyecto. Si no se cambian algunas cosas no podremos plasmarlo. Mi
opinión es que esta seudounidad que se armó en el Partido Justicialista,
la cual no creo que sea una unidad porque hay muchos espacios que no
ingresaron, no la veo con el fortalecimiento como para emprender un
trabajo para poder ser gobierno en el 2015. Me parece que tiene que ser
más abierto, tiene que pensar y empezar a ser una oposición seria,
marcar un proyecto y un proceso, somos 42 legisladores justicialistas en
la legislatura entre senadores y diputados, porque hay tres en el PRO
que son justicialistas, afiliados justicialistas. Por eso, más allá de
quien se elija como presidente del PJ, se tendría que haber dado el
debate necesario para elegir su presidente a través de elecciones
internas y que lo elija el afiliado. No por un acuerdo de la macro
política conducir el partido. Yo creo que tendría que haber sido de otra
forma. Fijate que no estoy dando nombres ni criticando a quienes hoy
conducen el partido. Además creo que quien fuera presidente del Partido
Justicialista tendría que haber planteado una forma de trabajo con un
proyecto para adelante y plantarse con una oposición seria, comenzar a
reunirse con presidentes comunales e intendentes, con legisladores, con
los gremios, citándolos para planificar una oposición seria. Yo creo que
quienes tienen que estar hablando y mucho hoy de lo que es la Reforma
Tributaria, de lo que fueron las Letras, de lo que fue la ampliación
presupuestaria a principios de año de 1.500 millones de pesos tendría
que haber sido el Presidente del Partido Justicialista. Como oposición
al Gobierno provincial, una oposición seria, y no que cada bloque
expresando su posición”.
Por su parte el Dip. Avelino Lago
sostuvo que “hay una lectura actual que está en la superficie, que es la
que Pablo comunica. Yo creo que esto es mucho más profundo y viene
desde mucho tiempo atrás y afecta a todos los partidos políticos que ha
venido afectando en la Argentina. Esto afecta el desmembramiento de los
cuadros políticos que los partidos mayoritarios tenían. Tuvimos
conducciones políticas fuertes, buenas o malas, pero las tuvimos cuando
el partido funcionaba, con niveles de participación en elecciones
internas importantes, con una participación de la militancia política
por compromiso. Cuando todo esto se empieza a caer en la República
Argentina allá por el año 1987 ó 1989 cuando aparecen los
individualismos y personalismos de manera fuerte como herramienta de los
propios actores políticos para poder superar aquella situación. Esto
tiene un condimento más. La composición y normatización, leyes
consagratorias de sistemas electorales que pudieran suplir esa distancia
que se generó desde 1987 y 1989 entre los partidos y la militancia y
los partidos con la comunidad. Desde aquí en más se profundizaron los
personalismos locales, se genera una destructuración de lo que es una
construcción política colectiva que viene, para bien o para mal, para
gusto o disgusto de quien sea, a encarnar un poco el ex presidente
Néstor Kirchner más allá de las coincidencias o disidencias que uno
pueda tener. Kirchner fue un hombre en la política contemporánea
reciente que reivindicó a la política como herramienta válida, necesaria
y única de la transformación de la vida de los argentinos. Desde esa
perspectiva mientras siga existiendo en los actores políticos esa
llamita en esta intención de generar construcciones políticas colectivas
y de conjunto vamos a empezar a caminar con la sociedad en una senda de
la que nunca tendríamos que habernos alejado”.
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