Conmoción tras el abuso de una nena de 10 años en su colegio.
El caso de acoso sexual en el ámbito escolar que trascendió el miércoles conmovió a la comunidad santafesina. Una nena de 10 años y su familia denunciaron a un profesor de la escuela privada Ceferino Namuncurá por una situación de violencia sexual que fue comprobada en el hospital de niños Orlando Alassia. Desde la provincia marcaron que se han seguido todas las líneas de acción previstas y que se trabajará junto a la comunidad educativa. Por otro lado, un especialista señala cuáles son las pautas o síntomas más habituales en niñas, niños y adolescentes que están siendo víctimas de abuso.
Si bien la situación fue detectada hace una semana, recién el miércoles las autoridades del Ministerio de Educación definieron la separación del educador del cargo mientras dure la investigación pertinente. En este momento se llevan adelante los trámites pertinentes en la Justicia para contar con todas las pruebas necesarias para el posterior enjuiciamiento del sospechoso.
El director del Servicio Provincial de Educación Privada (SPEP), Germán Falo, dialogó con Diario UNO sobre el descubrimiento y las acciones que se realizarán desde la cartera educativa para continuar con la tarea pedagógica en el establecimiento educativo y contener a docentes y estudiantes. Por su parte, el médico sexólogo Norberto del Pozo brindó precisiones sobre la problemática del abuso y las señales de alarmas. En ese sentido, destacó que se debe trabajar en la educación sexual integral y se debe dar prioridad al diálogo entre niñas, niños, adolescentes y los adultos responsables de su crianza.
Acciones y contención
El director del SPEP destacó que la separación del docente del cargo ha sido preventiva y no implica, bajo ningún concepto, un prejuzgamiento. De todas maneras, así como se llevará adelante la causa judicial pertinente también se ha iniciado un proceso sumarial dentro del ámbito del Ministerio de Educación.
En relación a las acciones que se seguirán para contener tanto a la niña como al resto de la comunidad educativa, el funcionario mencionó que se buscará garantizar la escolaridad de la víctima y realizar un acompañamiento de la comunidad que incluye a los compañeros de la nena, los demás docentes y el personal escolar. “Se ha convocado a los equipos socioeducativos que ya han planteado algunos esquemas de trabajo. Hay mucha gente afligida y familias indignadas con este presunto hecho”, señaló y agregó: “La comunidad vive esto como una crisis muy profunda donde se mezclan distintos tipos de sentimientos”.
Al respecto explicó que la separación preventiva del docente no se realizó una semana tarde, sino que ése fue el tiempo en que tardó en tomar estado público el tema. Y remarcó que desde el primer momento se está trabajando con el único curso que ese educador tenía a cargo pero que no se consideró necesario informar a todas las familias de otros cursos. Aunque sí se trabajó con las autoridades para conocer si estaban al tanto o no de la situación denunciada.
Falo subrayó que éste es un hecho concreto y puntual que no puede ser generalizado. “Hay que analizarlo cómo fue. Se trata de una denuncia puntual contra un docente. No se debe pensar que esto pueda ocurrir en un montón de lugares, en otras comunidades o con otros docentes”, indicó.
Por último, se refirió a la importancia de la educación sexual integral –que plantea entre uno de sus objetivos esenciales la prevención del abuso– y marcó: “Las escuelas siempre tienen que trabajar en una formación integral. Obviamente se debe continuar y mejorar el trabajo con la educación sexual. Esto es un trabajo que se viene haciendo desde la gestión con la capacitación a miles de docentes y con la implementación de la ley en las escuelas, incluso en las confesionales”.
Hablar es prevenir
Hace unas semanas, Diario UNO entrevistó al médico sexólogo Norberto del Pozo para conocer cuáles son las señales a las que hay que estar alerta y señaló la importancia de que se avance con la implementación de la educación sexual integral en las escuelas y la familia.
“Estamos apuntando a lograr una educación integral donde a los niños no sólo se les enseñe la reproducción sino también el placer y a poder hacerse respetar y a respetar el cuerpo del otro. Por eso es muy importante poder hablar de los abusos sexuales”, indicó.
—¿A partir de qué edad es recomendable empezar a hablar estos temas?
—En el hogar desde la cuna. Ahí no se le va a hablar del tema pero se van a tener actitudes que van a marcar el camino. El padre tiene que saber que los chicos se tocan sus genitales, entonces hay que optar por no reprimir esas conductas. A medida que el chico va creciendo hay que tener actitudes favorables y positivas hacia la sexualidad. Es importante que haya demostraciones de cariño y afecto en la familia de parte de los padres para que sepan que hay un lugar al que pueden recurrir si les sucede algo. También, deben aprender a respetar su cuerpo y a los otros.
Otro punto en el que hizo hincapié fue en que hay que enseñarles a respetar a las personas con orientaciones sexuales diferentes. Porque cuando se empieza con discursos discriminadores en los medios o en el ámbito familiar se pueden sentir muy intimidados si tienen esas mismas orientaciones. En esos casos, el profesional insistió con la importancia de mantener abierto el diálogo y, por más que el niño o adolescente no pregunte, retomar el tema para promover el respeto a la diversidad y hacerle saber que cualquier cuestión se puede hablar sin ser criticada.
—¿Cuáles son las alertas a las que se debe estar atentos para detectar que algo está afectando a esos chicos?
—Si el chico de repente no quiere ir a un determinado lugar o a encontrarse con alguien no hay que enojarse sino que es un llamado de alerta para que la madre haga la consulta o se fije qué puede estar pasando. Si un chico no quiere ir a la casa de algún familiar o vecino hay que abrir el ojo, hablar con el chico e investigar qué es lo que pasa. El chico va a tener miedo de contar algo porque en general si están siendo abusados hay una amenaza sobre la familia. Le puede decir que si la mamá se entera de lo que pasa va a sufrir mucho o que le van a hacer algo. Entonces el chico se asusta y lo primero que hace es evitar esa situación. Otra señal de alerta es si el chico se deprime, algo le está pasando porque no es normal que eso les suceda. También hay que ver si hay retrasos en la escuela; otra veces tienen insomnio o se levantan mucho de noche o se orinan. Hay muchas manifestaciones que tienen que ver con cuestiones que lo asustan mucho y que no puede contar. Además puede haber señales en el tipo de dibujos que hace.
“Si vos tenés un chico que está muy sexualizado –siguió el médico sexólogo– y lo demuestra a través de sus dibujos o de lo que te cuenta, quiere decir que lo ha vivido porque sino ellos no tienen mucha noción de lo que es la relación coital o la relación sexual técnicamente. A eso se suman otras señales físicas como el sangrado, las infecciones en los genitales o que se toque constantemente o no se deje tocar allí”.
—¿A qué profesional se debe recurrir en caso de que la familia quiera investigar sobre el tema?
—Se puede consultar al pediatra si es que se trata de un profesional de confianza que conoce al niño. Si uno va a cualquier pediatra probablemente no sea de mucha ayuda. Después puede pasar que el pediatra lo oriente para que lo vea un psicólogo o a alguien que sepa algo sobre el tema. También, puede pasar que interiormente el padre niegue lo que pasa porque el dolor es muy grande, sobre todo si es un pariente o alguien de mucha confianza. Por eso hay que buscar ayuda, aunque sin hacer demasiado barullo para que el chico no se sienta intimidado. Y, sobre todo, hay que desculpabilizarlo, hacerle saber que no es su responsabilidad lo que le sucedió. Por último, con el hecho comprobado, hay que hacer la denuncia.
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