Los vecinos denunciaron que
avanzan las torres en ese barrio ante las regulaciones en otras zonas.
Mandaron un carta al Concejo para se acelere la regulación del "segundo
anillo".
Las regulaciones parecen cada vez más
necesarias en una ciudad que crece. En ese sentido, los vecinos de
Arroyito denuncian que las normas llegan después del hecho consumado y
muestran preocupación por la falta de privacidad y la repercusión en el
medio ambiente y la infraestructura de los servicios como agua, cloaca,
luz y gas entendiendo que no hay obras previstas para la ampliación del
consumo. "No tener presión a 10 o 15 cuadras de la planta potabilizadora
te demuestra que el problema está y puede ser peor", aseguró la
arquitecta Yanina Nicastro. Pidieron al Concejo el tratamiento del
"Reordenamiento Urbanístico del Segundo Anillo" que comprende entre
otros barrios al de Arroyito (Lisandro de la Torre) enunciado en el Plan
Urbano de Rosario (PUR 2007?2017) y dejan claro en la carta enviada al
presidente del Concejo Municipal que hay un real incumplimiento del
Código Urbano.
Además, está en juego la cuestión cultural, el vecino de Arroyito
como en tantos otros barrios están acostumbrados a vivir en espacios
amplios con casas aireadas y luz natural. Por la historia del
cuestionable avance de las construcciones en el Centro de la ciudad ven
en jaque el ritmo y la vida social como así también la tranquilidad y
fisonomía del barrio.Son unos 550 vecinos representados en la Agrupación Vecinos de Arroyito y el Centro de Jubilados Pucará que firmaron la carta donde comunican a los concejales que por el incumplimiento de Código Urbano vigente "hay unos 15 edificios en construcción y ya en cada manzana al menos uno". Reclaman ser escuchados. Deja claro que no están en desacuerdo con el progreso y proponen que las construcciones no superen los tres o cuatro pisos y otras dimensiones se construyan en espacios específicos y delimitados.
Desde el Ejecutivo y la Cámara de la Construcción indicaron que la zona norte está siendo una zona muy seductora para las inversiones y que el avance de la construcciones será sobre grandes corredores. Sobre éstas aseveraciones los vecinos respondieron: "Sabemos que puede ser demolido en el barrio. Y cual es la intención. Hay ofrecimientos concretos a casas de abuelos donde le ofrecen 1 o 2 departamentos a cambio de su vivienda y poder levantar una torre", comentó Nicastro a Rosario/12 y arremetió contra el Ejecutivo "dicen que se construye sólo en corredores y no es así porque adentro, en calles secundarias hay construcciones o proyecto de alguna porque las demoliciones están a la vista al igual que los edificios con 15 o mas pisos", cerró tajante la arquitecta. Los vecinos expresaron su descontento con el accionar del secretario de Planeamiento de Rosario por la construcción de una torre en el barrio y por ser vecino y permitir cambiar la morfología característica del lugar.
Yanina Nicastro dice que "el boom de la construcción es bueno mientras se planifique y prevea de lo contrario los efectos serán negativos para los vecinos y la sociedad" también aporta un dato sobre el perfil de quienes construyen. Dice que desde su punto de vista el "inversionista común y medio construir en el Centro hoy le es imposible mientras que en Arroyito las condiciones de calidad y precio cambian y ese sector de empresarios puede seguir construyendo, en los barrios. Por eso es tan necesario que regulen y respeten lo que dicen", disparó la arquitecta.
La misiva enviada al cuerpo deliberativo también hace referencia a la obstrucción de los 35 metros que deberían haber desde la barranca (conocido como Camino de Sirga) siendo que están instalados un romería de clubes privados y con la reciente habilitación de uno nuevo en la desembocadura del arroyo Ludueña siendo que todo ese espacio podría ser parque público.
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