Hace casi medio siglo, el malogrado senador Robert Kennedy dijo en un discurso: "Hay un adagio chino que dice, permítanle vivir en tiempos interesantes. Nos guste o no, vivimos en tiempos interesantes. Son los tiempos de peligro y de incertidumbre".
Era el año 1966 y el mundo era un polvorín a punto de explotar y puertas adentro de EE.UU, había agitación racial y marchas contra la intervención norteamericana en Vietnam.
Pues ciertamente en nuestro país, vivimos en tiempos interesantes. Repasemos un poco.
El pasado 14 de mayo, hace casi un mes, escribimos en Sin Mordaza:
" Ya blanqueada la aspiración del gobernador Daniel Scioli de ir por la presidencia de la nación, el esfuerzo de la tríada de la oposición (Scioli, Macri, Masa) es ayudar a Hugo Moyano para que se mantenga como líder de la CGT." No nos equivocamos.
¿Qué paso desde aquel 14 de mayo? El cepo cambiario al dólar, los proyectos de pesificación, los cacerolazos, el papelón de Daniel Reposo en el congreso , las nuevas pruebas contra el vicepresidente Amado Boudou, el paro del campo, el punto final a las cautelares por la ley de medios que resolvió la justicia, la detención del titular de TBA, Claudio Cirigliano, la "triple A" otra vez en la mira, y en las últimas horas, el abrazo entre Scioli y Moyano y el problema de salud de Máximo Kirchner.
La pregunta es: ¿puede una sociedad digerir tantos hechos? ¿hay capacidad de asimilación para todo esto en el ciudadano común? La respuesta cae de madura, es no.
Muchos se preguntan si lo que nos ocurre, los hechos que nos suceden y narramos en esta nota, son circunstanciales, aleatorios, fruto de la casualidad o parte de un plan elaborado para que nuestra capacidad de análisis se bloquee y no veamos la realidad en 3D que tanto nos agobia.
Hoy escuchaba una conversación en la emblemática plaza de mayo donde un señor le decía a otro:" che paremos un poco con las protestas y los cacerolazos hasta que el hijo de la presidenta se mejore. No es momento."
Sin duda que el problema de salud del joven Máximo, traerá una pausa, una brisa, en tan ajetreados días, más allá de las teorías de las conspiraciones que tanto seducen a los porteños, como que se exagera la cuestión de la salud de Máximo, para distraer la atención de los problemas que tanto nos afligen. Y que esto ocurre tras reposo, las cacerolas y Scioli -Moyano.
Mientras tanto los dirigentes de la oposición tratan de ver dónde están parados. Por el lado de Mauricio Macri, o por el lado del PRO, la cuestión pasa por ver en donde anclará Gabriela Michetti. Dijimos alguna vez que no irá por la provincia de Buenos Aires y que prefiere las aguas de la capital federal, que tan bien conoce y donde la intención de voto para Jefa de la ciudad parecerían coincidir con su buena imagen en las encuestas.
Es cierto que Rodríguez Larreta ha hecho méritos para esa candidatura, pero su imagen no se traduce en la gente con la misma fuerza que la de Gabriela.
De todas formas, Larreta desplazó a Michetti en la conducción del PRO capital.
La batalla sin duda está en territorio bonaerense. Se prepara por estas horas una contraofensiva a los últimos hechos políticos llevados adelante por el gobernador Daniel Scioli.
Se busca desgastar las columnas que empiezan a construirse en torno a su anticipada candidatura. Por el lado de Moyano, se está preparando un borrador que tomará forma de solicitada en donde no faltarían citas a los problemas judiciales del dirigente camionero.
Por el lado del ingeniero, la idea es profundizar en su situación judicial y si en algún momento se encuentra la puerta por donde, aunque sea por algunas horas, Macri pueda quedar detenido o demorado. Esa es la foto que quieren muchos K.
Al gobierno le está faltando un hecho que sacuda a la sociedad y no aparece todavía, Viene del fracaso de Reposo y la estatización de YPF no alcanzó. Quienes trabajan en ello son las mentes de La Cámpora y eso es lo que preocupa a la oposición. Se los ve entusiastas, irreverentes a veces, pero inmaduros políticamente a la hora de producir hechos políticos.
Pero la presidenta los necesita. Son horas en que eligió la lealtad de sus "granaderos camporanos" frente a los tragos amargos que le generan los De Vido, Boudou, Reposo, Jaime y sigue la lista.
Como citaba el senador Robert Kennedy, estamos viviendo tiempos interesantes y el ciudadano común necesita palabras de aliento y parece que los políticos están comiendo ajo. No vendrán de ese lugar entonces. Tampoco las espera desde el gobierno que navega en aguas turbulentas y por momentos hace honor a la frase de Séneca: "Para el navegante que no sabe a dónde va, nunca hay vientos favorables"
Entonces ¿hacia dónde debe mirar el ciudadano?¿dónde buscar? La respuesta está en su interior en algo tan sencillo y tan preciado. En el santo Grial de la democracia: el voto.
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