Javier Toledo fue el jugador de
Central que más sufrió en el día después de la eliminación contra Boca
en San Juan. El delantero pasó de ser el chico de la tapa de los diarios
al jugador que debió respirar hondo y encarar a sus compañeros en el
vestuario para pedirles disculpas por haber contribuido
involuntariamente al adiós de la Copa Argentina.
La Capital |
Algo más sereno, aunque con la culpa bailándole en la cabeza como una
dama encantada, el atacante no se autoflageló en la entrevista a solas
que mantuvo con Ovación. No hubo necesidad de hundir el bisturí para
remover la herida. Con una marcada autocrítica reconoció su
responsabilidad por el penal malogrado, aunque también admitió que esa
situación no le minará la autoestima para seguir buscando un lugar en el
equipo.
"Tengo una bronca terrible. Quiero que
pase esto lo más rápido posible. Sé que tuve la chance de cerrar el
partido con el penal y no pude darle la clasificación a mi equipo", fue
la primera confesión de Toledo, sentado cómodamente en el sillón del
hotel Gran Provincial y previo a subirse al micro que depositó a la
delegación canalla en el aeropuerto Las Chacritas de esta ciudad para
emprender la vuelta a Rosario.
—¿Realmente te sentís culpable de lo que pasó?
—Sí, porque estoy seguro de que si yo
convertía el penal se terminaba todo. Por eso le pedí perdón al grupo.
El partido estaba bastante controlado, más allá de que Boca tiene
jugadores de jerarquía y también nos podía empatar. Pero
desgraciadamente no pudo ser. Ahora hay que mirar para adelante y pensar
sólo en Patronato por el torneo de la B Nacional.
—Fuiste el protagonista de la
noche en San Juan. Anotaste el gol, jugaste un buen partido, te perdiste
un mano a mano increíble cuando estaban 1 a 0 y después te atajaron el
penal.
—Me pasó de todo. En el mano a mano me
demoré porque creí que estaba en posición adelantada. Valentini me tiró
la pelota y cuando vi que el asistente seguía corriendo quiero dominarla
y dudé. No quedé bien perfilado y por eso no definí cómo tenía pensado.
—¿Qué te pasó en el penal?
—Fui a patearlo confiado, convencido.
Es más, no quise pegarle arriba por miedo a que la pelota se levantara
ya que es más liviana a la que jugamos nosotros. Tomé la decisión de
tirarlo abajo y el arquero me adivinó el lugar.
—¿Coincidís con que después del penal que te atajaron Central no fue el mismo equipo?
—Puede ser, sentimos el impacto.
También Boca empezó a empujar más. Salió a buscar el empate y lo logró.
Después, la definición por penales fue para cualquiera.
—¿Qué les dijiste a tus compañeros en el vestuario tras terminar el partido?
—Apenas llegué al vestuario les dije
que habíamos quedado afuera por culpa mía. Todos me respaldaron. Me hago
cargo de la situación. Para errar un penal hay que patearlo y yo pedí
hacerlo.
—¿Creés que aprovechaste la oportunidad de ganarte un lugar para acompañar a Castillejos contra Patronato?
—Sabía que contra Boca era mi gran
oportunidad para ganarme un lugar. Soy consciente de que hoy el titular
indiscutido es Gonzalo (Castillejos) porque es el goleador del
campeonato y además está pasando por un momento bárbaro. Estoy muy
contento por él. Creo que dejé una buena imagen. Le demostré a Pizzi que
puede confiar en mí. El sabe que voy a apoyar desde el lugar que me
toque. Me encantaría ser titular contra Patronato. En mi carrera siempre
tuve que lucharla, nadie me regaló nada y voy a seguir así hasta el
final del campeonato.
—¿Esta eliminación ante Boca puede hacer ruido en el ánimo del grupo para encarar las tres finales que restan de la B Nacional?
—No creo porque este grupo es muy
fuerte anímicamente. Era importante seguir en la Copa Argentina y además
estuvimos cerca de disputar una semifinal de un torneo en el que
participan River, Boca y todos los equipos del fútbol argentino. Pero ya
está. Anoche (miércoles) lo hablamos en el grupo y Pizzi lo remarcó en
una charla que mantuvimos en el entrenamiento. Esto nos dolerá algunos
días, pero hay que recuperarse rápido porque estamos a tres partidos de
ascender a la primera. Todo depende de nosotros.
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