Frente a un encuentro decisivo como lo fue ante San Lorenzo, el entrenador Mario Sciacqua puso en cancha su esquema ideal y la apuesta ofensiva que mostró el equipo le terminó dando muy buenos resultados.
Así como en muchas oportunidades criticamos las decisiones de Mario Sciacqua hoy, nobleza obliga, hay que mencionar los aciertos del entrenador en el partido frente a San Lorenzo, en el que se jugaba mucho más que tres puntos. Y ésto habla de la convicción futbolística del DT sabalero que ante un duelo clave, no se apartó ni un centímetro de su pensamiento original y puso en cancha una formación ofensiva con dos extremos definidos (González y Luque), sumados a los dos delanteros (Higuaín y Fuertes). Lo mismo había sucedido un año atrás cuando enfrentó al Ciclón como local ante la ida de Antonio Mohamed. En aquella oportunidad el elenco rojinegro se impuso por 2 a 0 y el esquema fue el mismo, con Curuchet y Damián Díaz como carrileros e Higuaín y Fuertes en la ofensiva. Justamente aquel partido fue uno de los mejores de Colón en ese certamen pero a la fecha siguiente Fernando Gamboa se hizo cargo del plantel. Indudablemente que la decisión de Sciacqua fue fundamental para ganar el partido, ya que Colón mostró una vocación ofensiva determinante desde el primer minuto para quebrar la resistencia del conjunto azulgrana. Si bien en el segundo tiempo se quedó y le permitió a San Lorenzo descontar, la presión ejercida en la primera etapa sumado al ritmo vertiginoso que le impuso desde el principio terminaron siendo decisivos para volver a ganar después de casi cuatro meses en condición de local. Ahora viene lo más complicado para el entrenador, ya que frente a Independiente podrá contar con todo el plantel a excepción de Ariel Garcé y eso sin dudas que es una grata noticia, ya que desde el arranque del torneo el cuerpo técnico tuvo inconvenientes para elegir a los 11, ya sea por lesiones o suspensiones. Y ésto implica sentar en el banco a jugadores importantes que podrían ser titulares en otros equipos teniendo en cuenta los pergaminos futbolísticos con los que cuentan. Allí es donde se verá la mano de Sciacqua para dejar conformes a todos, los que juegan y los que no, ya que estos últimos siempre dejan traslucir algún fastidio, haciendo referencia a todos los planteles del fútbol argentino. La excelente actuación de Marcos Díaz frente a San Lorenzo y antes la sobriedad que mostró ante Newell’s le permiten al técnico saber que detrás de Diego Pozo hay reemplazo como para no preocuparse. En defensa, la presencia de Maximiliano Pellegrino le puso orden al bloque de atrás y algunos jugadores se potenciaron con su llegada como el caso del paraguayo Salustiano Candia, quizás el único aspecto negativo del triunfo ante San Lorenzo fue el bajo nivel que evidenció Julio Barraza, hasta aquí el más flojo de los refuerzos. Y allí precisamente estuvo otros de los aciertos de Sciacqua el viernes cuando aún ganando y sin que al equipo le hubiesen convertido goles en los primeros 45 minutos, decidió la salida de Barraza con todo lo que eso conlleva en los supuestos códigos futboleros y recostó por ese sector a Candia, haciendo ingresar a Ronald Raldes. En la mitad de la cancha Colón cuenta con muchas variantes, ya que en el último cotejo por ejemplo no fueron de la partida dos pesos pesados como Iván Moreno y Adrián Bastía, quienes ya están en condiciones de retornar. En consecuencia, es un hecho el regreso del Torero en el sector derecho por Leandro González, en cambio es casi seguro que el Polaco quedaría fuera de los 11 si finalmente Martín Luque está en su plenitud como así parece ser. En la ofensiva, intocable Esteban Fuertes, el desafío del entrenador pasa por encontrar el socio ideal para el máximo goleador. Probó con Higuaín, González y Chevantón y lo cierto es que hasta el momento ninguno de los tres pareció entender el juego del Bichi. De características diferentes el trabajo en el día a día terminará por definir el socio del 20.
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