Central podría estar hoy tranquilamente en el lugar de privilegio que ocupa su verdugo del sábado a la noche en Jujuy. Esa es la primera lectura que dejó la 5º fecha de la B Nacional para los canallas, que trajo el fin del invicto.
Central podría estar hoy tranquilamente en el lugar de privilegio que ocupa su verdugo del sábado a la noche en Jujuy. Esa es la primera lectura que dejó la 5º fecha de la B Nacional para los canallas, que trajo el fin del invicto y una mueca de amargura, aunque en el ánimo de su gente quedó la imagen de que se podía haber ganado y que por lo tanto hay con qué recuperarse rápido, más porque en teoría el próximo compromiso es de los accesibles, ante el benjamín de la categoría Guillermo Brown de Puerto Madryn, y en el Gigante. Seguramente para Pizzi, más allá del dolor de la derrota, habrán quedado algunas conclusiones positivas y también otras a corregir. Entre las primeras, el partido en el norte argentino fue sin dudas el que más lo manejó de entrada. Tomó las riendas desde que se movió la pelota, fue agresivo con ella y si no hubiera fallado tanto en el último pase o cuando lo hizo bien, en el remate final, otra hubiera sido el final de la historia. También hay que mencionar que mejoró Alderete, quien parece sentirle más cómodo jugando sin Julio Mozzo al lado, o detrás suyo cuando la tiene el rival. Eso pasó en el complemento, donde el uruguayo jugó más adelantado y el ex San Martín de San Juan se movió más cómodo, con más amplitud en el ancho de la cancha y mejoró su performance. Pareció sentirse más seguro de sí mismo, quizás el ítem que le estaba faltando. Fue muy alentador también que funcionara tan bien el tándem Carrizo-Ferrari, dosificando velocidad con presteza para jugarla en el momento justo y haciendo mucho daño por derecha. El volante laguneó menos que otras veces, se comprometió más con el rol de conductor que pareció asumir y de sus pies Central fue profundo, aunque fue más intermitente en el complemento, cuando Pizzi lo movió a la izquierda para que Lombardi pudiera tener otra alternativa de progreso, algo que no consiguió. El rendimiento del uruguayo fue el talón de Aquiles del equipo. Porque si bien mostró nuevamente buena técnica y algún que otro cambio de frente interesante, no fue punzante cuando la circunstancia de ataque lo requería y se fue diluyendo. Tal vez no era la idea que hiciera un tándem con Ricky Gómez por izquierda, lo que quedó claro es que no se formó y por ahí Central no lastimó demasiado, condenando además al volante zurdo a no ser ni chicha ni limonada. Adelante, Salinas y Castillejos se mostraron participativos, sincronizaron por momentos como en la pelota que le bajó el ex Godoy Cruz para que sometiera a Crivelli en el complemento. Precisamente, Salinas mostró argumentos para jugar de espaldas al área y pivotear, aunque quizás se lo requiera para ser más punzante en el área. En ese sentido, tal vez no se sienta tan cómodo jugando con otro 9 al lado, algo que no parece molestar tanto a Castillejos, que no fue preciso en las buenas chances que tuvo en cada tiempo. Las variantes no cambiaron la historia y eso seguramente preocupó a Pizzi, porque no le insuflaron variantes. Costa chocó mucho, Medina no entró en juego y Rivero menos. Pero, más allá de que las derrotas no dejan nunca saldos positivos, sí hay que decir que Central fue competitivo en Jujuy, que volvió a exhibir superioridad territorial sobre el rival y en el juego y, si perder no le quita confianza, desde esa visión debe volver a dar el salto. Por lo que se vio hasta ahora en la Primera B Nacional, está sin dudas para ser considerado entre los favoritos y ahora deberá enfrentar la prueba de levantarse rápido. Talamonti Leonardo Talamonti será uno de los jugadores a seguir de cerca. El defensor se repone de un desgarro y podría llegar en condiciones. Entre viernes y sábado lo evaluarán y decidirán si está para jugar
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