"Las mujeres deberían dejar de vestirse como putas para evitar violaciones", dijo un policía canadiense y desató un escándalo. A partir de allí se organizó esta marcha que ya tiene réplica en distintos países. Convocan por facebook.
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"No significa no". La frase parece una tautología, pero no lo es. La consigna de la Marcha de las Putas, un movimiento nacido en Canadá, que se hará fuerte en Rosario, apunta a dejar en claro que la violencia sexual siempre es inadmisible. El 12 de agosto, a las 18, un grupo de jóvenes veinteañeras será la punta de lanza, en Rosario, de la movilización que partirá desde la plaza San Martín, hasta el Monumento a la Bandera, para repudiar las violaciones. Hasta ahora, convocaron por facebook (www.facebook.com/marchaputasros), pero la buena repercusión las convenció de la necesidad de volantear en las calles. "Es en contra de la violencia sexual, del acoso, pero también por una resignificación simbólica de qué es ser puta. ¿Por qué nos da tanto miedo que nos tilden como tales?. A eso también le decimos basta", contó Mariana Bessone, de 22 años, una de las impulsoras de la marcha. Entre 20 y 25 años, estudiantes de carreras tan disímiles como biotecnología, bellas artes, psicología y ciencias económicas, todas están unidas para plantear otro parámetro en las relaciones de género. La historia de la Marcha de las Putas es reciente, pero también contudente. En enero de este año, un policía de Canadá, llamado Michael Sanguinetti, dio una charla en la Facultad de Derecho de Osgoode Hall en Toronto sobre cómo evitar la violencia sexual. "Las mujeres deberían dejar de vestirse como putas para evitar violaciones", disparó y se armó un escándalo. Dos mujeres canadienses decidieron pasar a la acción. Sonya Barnett y Heather Jarvis quisieron dejar sentado que las mujeres no podían ser culpadas por los abusos sexuales que sufrían. Se organizaron y el 3 de abril pasado realizaron la primera "Slutwalk " o "Marcha de las putas" en Toronto. La convocatoria las superó. Allá, fueron con vestidos provocativos y tacos altos. Acá, todavía no lo tienen decidido. "Tenemos la idea de llevar una remera que nos identifique, pero no nos pusimos a pensar en la ropa. Y las chicas que participen, que vengan como quieran, las que se sientan más cómodas en jogging y zapatillas, que lo hagan. Y las que quieran ponerse ropa llamativa, también", dijo Bessone. El 12 de agosto fue la fecha elegida porque coincide con las marchas que se harán en Buenos Aires, y también en Córdoba. La iniciativa rosarina comenzó de manera virtual. "Había una página de las chicas que la están organizando en Buenos Aires. Nos pareció interesante, nos prendimos, hicimos la página en facebook y ante el apoyo que tuvimos, decidimos hacer la marcha", explicó Bessone. Sobre la composición del grupo, aclara que algunas son militantes de partidos políticos y otras no, pero la organización de la Marcha de las Putas tiene autonomía total. "Nos indignó la frase del policía de Canadá, porque además, es algo que está muy instalado en la sociedad. Lo que él dijo en público es lo que mucha gente piensa. Se convirtió en un tema de debate, lo charlamos mucho, nos comprometimos con la causa", sintetizó la joven. ¿El nombre significa una provocación? "Justamente, nos cansamos de explicar que tiene que ver con apropiarse del término de puta, quitarle la carga negativa que tiene. Hoy en día se aplica a cualquier mujer, a la que vive su sexualidad libre o vive de tal manera, se la tilda como tal. Es como para apropiarnos de ese término", apuntó. Sobre el mentado debate alrededor de la prostitución, las organizadoras de la Marcha de las Puta no rechazan la actividad. "Creemos que las trabajadoras sexuales quizás se sientan identificadas con esta marcha, porque cuando denuncian que fueron agredidas no se las toma muy en serio, y todo porque son prostitutas, o venden ese servicio", apuntó Bessone. Para ella, está claro que son mujeres tan dignas como otras. "No se las debe denigrar, ejercen un servicio", afirmó. Hasta ahora, no tienen contacto con el movimiento de mujeres. "Mandamos un correo electrónico para invitar a distintas ONG que defienden los derechos de las mujeres a participar de la marcha, pero aún no recibimos respuestas. Las organizadoras somos exclusivamente nosotras, que somos estudiantes de diferentes carreras", separó las aguas Bessone.
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