Lo dijo el comisario mayor, Miguel Albanese, también jefe de AUOP. En otra parte se refirió a la situación del policía herido.
“Hasta el momento ninguna de las denuncias recibidas nos significó atender un caso de secuestro de alguna chica”, precisó hoy el comisario mayor Miguel Albanese.
Foto: Mauricio Garín
Redacción de El Litoral
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“Cada una de las denuncias fueron investigadas a fondo y, hasta ahora, ninguna se trató de un caso de secuestro”.
La frase pertenece a Miguel Albanese, comisario mayor y jefe de la Agrupación de Unidades de Orden Público, quien de este modo salió al cruce de numerosas versiones que ganaron (y preocupan) a numerosos vecinos de la ciudad.
Es de hacer notar que tales versiones nacieron a partir de una serie de denuncias, dando cuenta de extraños episodios (de acosos, seguimientos) que tenían como víctimas a niñas y a adolescentes.
Consultado al respecto, Albanese explicó que “dada la gravedad de esas denuncias nosotros, desde un primer momento, pusimos la mayor atención. El tema así lo requiere. Entonces lo trabajamos con la mayor cautela y extremo cuidado. Cada una de las presentaciones fue investigada a fondo. Y hoy puedo decir que en todos los casos investigados, ninguno se trató de un secuestro o tentativa de secuestro”.
Más adelante el jefe policial sostuvo que “hay como una psicosis instalada en la gente”, y puso como ejemplo algunos casos.
“Nos habían indicado la presencia de un automóvil con patente extranjera que andaba en la zona. Sí, era verdad. El coche era de un país vecino. Y sus ocupantes estaban en nuestro medio comprando pelo.
“De todos modos, como la situación se prestaba a confusión, cada uno de los involucrados fue identificado y debió justificar muy bien su actividad.
Otro caso nos remitió a Santo Tomé. Allí también una jovencita denunció que un automóvil la perseguía. Pues bien, se trató de una persona que tenía una obra en construcción cerca de una escuela y cuyo operario también vivía en cercanías de un colegio. Por ese motivo, lo veían circular por allí.
Respecto del inmueble en cuyo frente se puede leer una inscripción hecha con aerosol rojo, Albanese dijo que “sobre ese caso hay una investigación en curso y está interviniendo el juzgado de instrucción en turno. No puedo adelantar más detalles para no entorpecer la pesquisa”.
Por último comentó que “lo que yo pretendo es llevar algo de tranquilidad a la gente. Que sepan que hasta el momento no tuvimos ningún caso de rapto o secuestro de una adolescente”.
“De todos modos queremos que la ciudadanía siempre esté en alerta. Que ante el menor indicio o sospecha de algo irregular, que se comunique con el 911 o con la seccional policial de su barrio y haga la denuncia. Que la gente denuncie y nosotros investigamos. Esa es nuestra labor”.
“El policía baleado se recupera”
El agente policial baleado anoche en un procedimiento se recupera en un nosocomio privado de la ciudad. Foto: Mauricio Garín
En otro tramo, Albanese se refirió a la situación del agente de policía baleado anoche en un procedimiento.
Respecto a los hechos dijo que “a las 2.30 personal del Comando Radioeléctrico (unidad Nº 4307) realizaba su recorrida por los barrios San Lorenzo y Chalet. En la intersección de Santiago de Chile y Uruguay advierten la presencia de una persona en actitud sospechosa. Ante ello se decide chequearlo.
Una vez obtenidos los datos de identidad, uno de los policías va hasta la patrulla para transmitirlos por radio. Mientras, su compañero quedó en custodia del involucrado.
Fue en ese momento que el sujeto reaccionó. A golpes de puño derribó al oficial y le sustrajo su arma reglamentaria. Acto seguido accionó el mecanismo y disparó contra el uniformado. El policía atinó a defenderse y se puso de costado.
Recibió un impacto de bala que ingresó en el hemitórax superior izquierdo, a la altura del omóplato. El proyectil pasó por detrás de la columna vertebral y se incrustó en el omóplato derecho.
Mientras, el sujeto subió la apuesta y cargó entonces contra el compañero del policía herido. El uniformado contestó el ataque a balazos, lo que puso en fuga al delincuente que en su escape arrojó el arma.
El policía ileso socorrió a su compañero, lo cargó en el patrullero y salió en dirección hacia el hospital Cullen. En simultáneo comunicaba por radio lo ocurrido a sus superiores y pedía colaboración.
Pocos después, varios móviles rastrillaban el sector lo que derivó en la captura del violento, el que fue detenido en momentos que pretendía ingresar a un centro comunitario de la zona. Al cierre de esta edición el policía baleado era trasladado desde el hospital Cullen hasta un nosocomio privado local, donde se decidía una posible intervención quirúrgica.
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