Un grupo de padres de los niños que concurrían al jardín maternal Mi Casita, clausurado el pasado 3 de junio, hicieron público su apoyo a la docente de la institución y afirmaron que sus hijos “nunca sufrieron malos tratos”. Hace dos semanas, inspectores de la Municipalidad de Santa Fe inhabilitaron el funcionamiento del lugar, ubicado en Fray Mamerto Esquiú al 2.600 (a metros de Aristóbulo del Valle) por denuncias de vecinos que daban cuenta de agresiones físicas y psicológicas a los chicos que allí concurrían.
Agenciafe/Diario UNO |
Un grupo de padres de los niños que concurrían al jardín maternal Mi Casita, clausurado el pasado 3 de junio, hicieron público su apoyo a la docente de la institución y afirmaron que sus hijos “nunca sufrieron malos tratos”. Hace dos semanas, inspectores de la Municipalidad de Santa Fe inhabilitaron el funcionamiento del lugar, ubicado en Fray Mamerto Esquiú al 2.600 (a metros de Aristóbulo del Valle) por denuncias de vecinos que daban cuenta de agresiones físicas y psicológicas a los chicos que allí concurrían. Sin embargo, siete padres dejaron asentado a través de una misiva su conformidad con el desempeño de la docente Carina y el trato que tenía con los chicos. Para ampliar los testimonios, Diario UNO dialogó con los firmantes, quienes indicaron que las denuncias de los vecinos se tratarían de “quejas sin pruebas”. “Cuentan todo” “Mi hija tiene dos años, hace poco más de un año que va a ese jardín maternal, y nunca tuve problemas. Es una nena que cuenta todo, y jamás mencionó nada”, contó Melina Balbi. —Los controles de la Municipalidad corroboraban las denuncias de los vecinos, ¿esto no les generó alguna inquietud? —No. Hace un par de semanas habíamos tenido una reunión porque se vencía el contrato de alquiler del inmueble donde está el jardín. En ese encuentro, la maestra nos contó que había ciertas situaciones que le venían sucediendo con los vecinos. “Por ejemplo, una mujer decía que a cada rato había patrulleros en la institución. Pero lo cierto es que el papá de una de las nenas es policía y la llevaba y la buscaba con el móvil”. En el mismo sentido, Melina relató otra historia similar respecto del cartel que tiene el materno. “Como la casa tenía que ser pintada antes de ser entregada, la docente retiró el cartel con el nombre de la institución. Esto derivó inmediatamente en comentarios como que «sacó el cartel porque el lugar no está habilitado», todos rumores infundados”, agregó. —¿Cómo era el trato de la docente con los chicos? —Creo que Carina es una excelente persona. Siempre atendió muy bien a todos los alumnos y siento que todo esto para ella es un daño terrible. Me parece que es lógico que personas que viven cerca de un jardín de infantes a veces escuchen llantos, porque son criaturas que a veces tiene días buenos y días malos. Es natural, eso no significa nada malo. “Además, desde la Municipalidad nunca nos llamaron para preguntarnos nada. Nos enteramos de la clausura por los medios. Nosotros estamos dispuestos a que nos hagan preguntas si es necesario, pero nadie se contactó con nosotros”. A las expresiones de Melina se sumó Hernán Bettinelli, que mandaba a sus dos hijas a Mi Casita. “Yo muchas veces fui al jardín a buscar a las nenas fuera de horario y entraba y veía las condiciones en la que estaban los nenes y estaba todo fantástico. No tengo ninguna queja, realmente”.
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