El presidente de la Liga Santafesina de Fútbol fue uno de los integrantes del trío de dirigentes que protagonizaron un resonante escándalo en el debate por la Ley del Fútbol en el Congreso nacional.
Por Fabián Acosta
www.enelarea.com.ar
Carlos Lanzaro es profesor de educación física y propietario de una casa de deportes de la ciudad de Santa Fe, fue técnico de fútbol del Club Ateneo Inmaculada y por años fue un acérrimo opositor a la gestión del anterior presidente de la Liga Santafesina de Fútbol (L.S.F) Sergio Suárez. Llegó a la L.S.F. con un grupo de dirigentes de distintos clubes (con la mayoría de los que hoy está enemistado, el más importante, Alberto Garau su primer vicepresidente) y de la mano de Rubén Moncagatta (Vicepresidente 1ro. de Colón), reclamando democracia, apertura y participación. Dos años y medio después, bien podrían adjudicarse a Lanzaro buena parte de aquellos vicios que le había criticado al “petiso” Suárez. Lanzaro bajo el ala del presidente de Colón, Germán Lerche, ha escalado posiciones en la carrera dirigencial de acatamiento y obsecuencia que muchos dirigentes de las provincias recorren por los pasillos de AFA. Así el actual presidente de la L.S.F. forma parte del comité organizador local de la Copa América en Santa Fe, como responsable de organización y boletos. Lanzaro fue el encargado de la venta de abonos los que se expendieron en el propio local de la Liga Santafesina.
En este marco el joven dirigente, después de sortear algunos cuestionamientos internos, hechos de violencia graves en distintos terrenos de juegos (los que aún hoy son una constante), logró mantenerse con el apoyo decisivo de uno de los clubes más importantes de la ciudad. Viajó al Mundial de Sudáfrica con la delegación de dirigentes argentinos, allí se lo pudo ver fotografiado con Lerche y otros dirigentes sabaleros y al Congreso de la Conmebol donde se fotografió con los denunciados por el gobierno inglés: Nicolás Leoz y Joseph Blatter.
Junto a Rubén Moncagatta se reunió durante todo 2009, con las distintas entidades deportivas de la ciudad con el objeto de organizar una fiesta del deporte de Santa Fe, no encontrando el eco de la gran mayoría de los dirigentes que cada año son reconocidos en una única Fiesta Provincial del Deporte.
Lanzaro llegó a la liga para cambiar las cosas, pero durante 2 años por ejemplo no hubo conformación de seleccionados de menores. Llegó con la premisa de que las autoridades debían estar solo dos años y que no debían perpetuarse en el poder. Hoy el 90% de los que que llegaron con él siguen al frente de la Liga. En los primeros años de su gestión dejó vacante el lugar de la Liga Santafesina en la Federación Provincial a la que acusaba de Grondonista y hoy tras la renuncia del último dirigente del ex presidente Sergio Suárez, se sumó a la entidad que se reúne habitualmente en el nuevo Casino de Rosario encabezada por otro de los agresores de Daniel Vila hace unas horas: Patricio Gorosito de la Liga de Villa Constitución.
Gorosito era años atrás uno de los laderos más cercanos de Grondona, representante del Club Real Arroyo Seco, hoy caído en desgracia, algunos dicen, porque quiso pasar al Padrino en alguna cuestión económica.
Uno de los últimos hechos polémicos generado por “Carlitos” como se lo llama en el ambiente deportivo santafesino, fue la convocatoria desde la Liga Santafesina de Fútbol en el marco de los 80 años que están pronto a celebrarse, a una Conferencia de Marcelo Bielsa en Santa Fe. Grande fue la sorpresa de los medios de comunicación que habían sido convocados en el Club El Quilla, cuando al llegar se encontraron con que la misma era una actividad de campaña de su hermano Rafaela Bielsa. Los medios se vieron impedidos de ingresar y muchos dirigentes de la Liga sorprendidos también en su buena fe, mostraron su fastidio.
Nada es gratuito cuando se trata de los temas relacionados a los dirigentes del fútbol en la Argentina, por eso para muchos no sorprendió ver a Lanzaro en el Congreso junto a dirigentes de la provincia de Buenos Aires que cuestionaron a quienes piden por la democratización y la federalización de nuestro fútbol.
Sí llama la atención que mientras la Liga trata de recuperarse de una grave situación económica, la que denunciáramos en www.enelarea.com.ar en 2009 y que mereció un comunicado de repudio de la L.S.F., Carlitos viaje todas las semanas a Buenos Aires, como muchos dirigentes del interior que paran en el hotel de calle Viamonte frente a la casa mayor del fútbol, y que terminan a altas horas de la madrugada embarcados en fructíferas discusiones de cómo mejorar al fútbol, con viáticos, alojamiento y pasajes pagos, con los dineros de todos los argentinos que graciosamente el gobierno le envía a la AFA detrás del buen negocio denominado: Fútbol para todos.
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