Julián Galdeano nació en Resistencia, Chaco, en 1969. Diputado provincial desde 2011. Fue elegido presidente del radicalismo santafesino en una lista de unidad. Pertenece al MAR, corriente interna del centenario partido.
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El presidente de la Unión Cívica Radical santafesina, Julián Galdeano, reveló que el centenario partido, que comparte el gobierno con el Frente Progresista, concurrirá a los comicios a diputado nacional como parte integrante de Cambiemos.
Aunque hasta aquí la cuestión era mensurada en los análisis políticos y en declaraciones de dirigentes radicales en forma individual, es ahora el titular partidario el que admite que, orgánicamente, la UCR provincial jugará electoralmente con el macrismo.
Galdeano, además, se mostró a favor de que Miguel Lifschitz pueda presentarse a la reelección en 2019, si es que se reforma la Constitución, y criticó a Antonio Bonfatti por su posicionamiento contra el gobierno nacional.
—¿Cuáles son las prioridades del radicalismo santafesino, de ahora en más? —Que el radicalismo de Santa Fe protagonice el camino del radicalismo nacional, tiene que volver a ser un partido nacional. Hace tiempo que venimos perdiendo ese proyecto, que es vital para una fuerza política. Vamos a cumplir 126 años como partido. Cambiemos es una oportunidad en ese sentido y el radicalismo de Santa Fe, de alguna manera, ha estado alejado, más allá de que el 99 por ciento de los radicales votó a Macri, sobre todo en el ballottage. Esto nos obliga a participar más de este entendimiento nacional. El desafío es lograr eso sin ruptura partidaria: que haya debate interno, discusiones intensas, pero sin un cisma, al menos en el corto plazo.
—Pero el radicalismo es oficialismo con el PRO y oficialismo con el socialismo. ¿Esto es viable o se corta en algún momento?
—Aspiramos a que sea compatible. Escuchamos que el gobernador dijo que hay tensiones por estos temas, y que el Frente a pesar de eso está consolidado. Yo comparto esa visión pero también hay tensiones dentro del radicalismo. Hay sectores internos que ya tienen posición tomada. Los que piensan que el Frente Progresista tendrá continuidad se focalizan en esto. No es fácil, porque el radicalismo toma posiciones nacionalmente y obliga a seguir la misma estrategia en las provincias.
—La UCR nacional es parte de Cambiemos. ¿La UCR santafesina irá también con el macrismo en 2017, como Cambiemos?
—En la elección de medio término está en juego la cuestión nacional, y la adhesión o acompañamiento que tiene la gestión de Cambiemos. No podemos ir sin acompañar la gestión nacional. No hacerlo sería retroceder a las instancias previas a la convención de Gualeguaychú, Y sería absurdo que ahora que tenemos el poder, demos marcha atrás. Flaco favor le haríamos al gobierno si no podemos mostrar al radicalismo santafesino acompañando al gobierno nacional. Vamos a estar en sintonía con el radicalismo nacional.
—Definido, entonces. La UCR irá a las elecciones a diputado nacional en Santa Fe como Cambiemos.
—Sí.
—¿Y cómo se evita una ruptura cuando la UCR dirá que Macri es bueno y el socialismo sosteniendo que Macri es malo? Parece insostenible.
—Nosotros vamos a tolerar todas las declaraciones que los socialistas hagan, las vamos a dejar pasar. Esperamos que tengan la misma actitud con el radicalismo. Objetivamente hay posiciones políticas sobreactuadas que no comparto. Por ejemplo, las declaraciones de dirigentes socialistas sobre medidas del gobierno nacional referidas a la decisión de la Corte sobre coparticipación o el proyecto de blanqueo, pensión a la vejez y reconocimiento a los jubilados. Uno puede tener una mirada diferente, pero no escuché durante la década del kirchnerismo la misma virulencia en las críticas. Además, hace tiempo que no se veía un trato a Santa Fe tan digno. Cristina sólo lo convocaba a Bonfatti cuando había cadena nacional, con los chicos de La Cámpora cantándole encima. No se puede comparar el trato. Eso incomoda y molesta, y no se comprende la actitud de referentes socialistas. Es inconducente y contraproducente.
—¿Advierte diferencias entre Lifschitz y Bonfatti a la hora del posicionamiento?
—Totalmente. El gobernador tiene una actitud madura. A veces puede estar de acuerdo y otras no, pero la verdad es que tiene una actitud distinta pese a que no está en Cambiemos ni avala la gestión nacional. Las declaraciones de Bonfatti nos sorprenden, no nos caen bien y no le encontramos fundamentos.
—¿Y hay alguna posibilidad de que el Frente Progresista se mantenga en el 2019?
—Aspiramos a que así sea pero habrá dificultades en el camino. No queremos dictaminar la disolución del Frente en el 2017. Sabemos que habrá embates para que el radicalismo rompa con Cambiemos o con el Frente, por eso uno de mis desafíos como presidente del partido es evitar que la ruptura se materialice. Evaluaremos cómo marcha todo. El punto de equilibrio sería compatibilizar a Cambiemos con el Frente Progresista.
—Ya dijeron Bonfatti, Di Pollina y Galassi que eso es imposible.
—Muchos que hacen declaraciones de ese tenor, después en las reuniones que tenemos no tienen esa misma mirada.
—¿Corral debe ser el primer candidato a diputado nacional?
—Corral es una figura que tiene una gran gestión, es presidente del comité nacional y sería un excelente candidato. Luego, él medirá los tiempos. Una campaña legislativa en 2017 lo posicionaría de otra forma de cara a la elección provincial.
—¿Esa misma disputa existe adentro del radicalismo respecto de la reforma constitucional?
—Somos un partido reformista y creemos que hay que modificar la Constitución. La estrategia del gobernador puede ser la correcta. Lo más inteligente será partir de los consensos sobre cuestiones a reformar.
—Lo principal, aunque siempre se diga que no desde los partidos, es el tema de la reelección del gobernador. ¿Usted está a favor?
—Mi posición personal es que si hay reelección no podemos no aplicarla para todos.
—¿Incluido que Lifschitz pueda presentarse a la reelección?
—Sí, incluido que se presente Lifschitz. El partido no tiene una posición institucional y lo empezaremos a debatir.
—Qué extraño que los radicales avalen que Lifschitz se pueda presentar a la reelección y que un sector muy importante del socialismo lo rechace.
—Mi posición personal es que no tiene ningún sentido que la reelección, si es que existe la posibilidad, no se aplique para todo el mundo.
Aunque hasta aquí la cuestión era mensurada en los análisis políticos y en declaraciones de dirigentes radicales en forma individual, es ahora el titular partidario el que admite que, orgánicamente, la UCR provincial jugará electoralmente con el macrismo.
Galdeano, además, se mostró a favor de que Miguel Lifschitz pueda presentarse a la reelección en 2019, si es que se reforma la Constitución, y criticó a Antonio Bonfatti por su posicionamiento contra el gobierno nacional.
—¿Cuáles son las prioridades del radicalismo santafesino, de ahora en más? —Que el radicalismo de Santa Fe protagonice el camino del radicalismo nacional, tiene que volver a ser un partido nacional. Hace tiempo que venimos perdiendo ese proyecto, que es vital para una fuerza política. Vamos a cumplir 126 años como partido. Cambiemos es una oportunidad en ese sentido y el radicalismo de Santa Fe, de alguna manera, ha estado alejado, más allá de que el 99 por ciento de los radicales votó a Macri, sobre todo en el ballottage. Esto nos obliga a participar más de este entendimiento nacional. El desafío es lograr eso sin ruptura partidaria: que haya debate interno, discusiones intensas, pero sin un cisma, al menos en el corto plazo.
—Pero el radicalismo es oficialismo con el PRO y oficialismo con el socialismo. ¿Esto es viable o se corta en algún momento?
—Aspiramos a que sea compatible. Escuchamos que el gobernador dijo que hay tensiones por estos temas, y que el Frente a pesar de eso está consolidado. Yo comparto esa visión pero también hay tensiones dentro del radicalismo. Hay sectores internos que ya tienen posición tomada. Los que piensan que el Frente Progresista tendrá continuidad se focalizan en esto. No es fácil, porque el radicalismo toma posiciones nacionalmente y obliga a seguir la misma estrategia en las provincias.
—La UCR nacional es parte de Cambiemos. ¿La UCR santafesina irá también con el macrismo en 2017, como Cambiemos?
—En la elección de medio término está en juego la cuestión nacional, y la adhesión o acompañamiento que tiene la gestión de Cambiemos. No podemos ir sin acompañar la gestión nacional. No hacerlo sería retroceder a las instancias previas a la convención de Gualeguaychú, Y sería absurdo que ahora que tenemos el poder, demos marcha atrás. Flaco favor le haríamos al gobierno si no podemos mostrar al radicalismo santafesino acompañando al gobierno nacional. Vamos a estar en sintonía con el radicalismo nacional.
—Definido, entonces. La UCR irá a las elecciones a diputado nacional en Santa Fe como Cambiemos.
—Sí.
—¿Y cómo se evita una ruptura cuando la UCR dirá que Macri es bueno y el socialismo sosteniendo que Macri es malo? Parece insostenible.
—Nosotros vamos a tolerar todas las declaraciones que los socialistas hagan, las vamos a dejar pasar. Esperamos que tengan la misma actitud con el radicalismo. Objetivamente hay posiciones políticas sobreactuadas que no comparto. Por ejemplo, las declaraciones de dirigentes socialistas sobre medidas del gobierno nacional referidas a la decisión de la Corte sobre coparticipación o el proyecto de blanqueo, pensión a la vejez y reconocimiento a los jubilados. Uno puede tener una mirada diferente, pero no escuché durante la década del kirchnerismo la misma virulencia en las críticas. Además, hace tiempo que no se veía un trato a Santa Fe tan digno. Cristina sólo lo convocaba a Bonfatti cuando había cadena nacional, con los chicos de La Cámpora cantándole encima. No se puede comparar el trato. Eso incomoda y molesta, y no se comprende la actitud de referentes socialistas. Es inconducente y contraproducente.
—¿Advierte diferencias entre Lifschitz y Bonfatti a la hora del posicionamiento?
—Totalmente. El gobernador tiene una actitud madura. A veces puede estar de acuerdo y otras no, pero la verdad es que tiene una actitud distinta pese a que no está en Cambiemos ni avala la gestión nacional. Las declaraciones de Bonfatti nos sorprenden, no nos caen bien y no le encontramos fundamentos.
—¿Y hay alguna posibilidad de que el Frente Progresista se mantenga en el 2019?
—Aspiramos a que así sea pero habrá dificultades en el camino. No queremos dictaminar la disolución del Frente en el 2017. Sabemos que habrá embates para que el radicalismo rompa con Cambiemos o con el Frente, por eso uno de mis desafíos como presidente del partido es evitar que la ruptura se materialice. Evaluaremos cómo marcha todo. El punto de equilibrio sería compatibilizar a Cambiemos con el Frente Progresista.
—Ya dijeron Bonfatti, Di Pollina y Galassi que eso es imposible.
—Muchos que hacen declaraciones de ese tenor, después en las reuniones que tenemos no tienen esa misma mirada.
—¿Corral debe ser el primer candidato a diputado nacional?
—Corral es una figura que tiene una gran gestión, es presidente del comité nacional y sería un excelente candidato. Luego, él medirá los tiempos. Una campaña legislativa en 2017 lo posicionaría de otra forma de cara a la elección provincial.
—¿Esa misma disputa existe adentro del radicalismo respecto de la reforma constitucional?
—Somos un partido reformista y creemos que hay que modificar la Constitución. La estrategia del gobernador puede ser la correcta. Lo más inteligente será partir de los consensos sobre cuestiones a reformar.
—Lo principal, aunque siempre se diga que no desde los partidos, es el tema de la reelección del gobernador. ¿Usted está a favor?
—Mi posición personal es que si hay reelección no podemos no aplicarla para todos.
—¿Incluido que Lifschitz pueda presentarse a la reelección?
—Sí, incluido que se presente Lifschitz. El partido no tiene una posición institucional y lo empezaremos a debatir.
—Qué extraño que los radicales avalen que Lifschitz se pueda presentar a la reelección y que un sector muy importante del socialismo lo rechace.
—Mi posición personal es que no tiene ningún sentido que la reelección, si es que existe la posibilidad, no se aplique para todo el mundo.
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