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viernes, 20 de mayo de 2016

Operativo retorno tras la inundación El agua dejó su marca en Colastiné Sur, donde los vecinos ya vuelven a casa



17 familias pudieron comenzar a reparar sus hogares para volver. Mientras tanto, en el refugio montado en el paraje costero quedan 23 familias evacuadas. La Municipalidad montó un operativo sanitario de limpieza, reparación y acompañamiento.
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Foto:Flavio Raina
Lugareño. Alejandro Mai pasó la inundación refugiado en el segundo nivel de su casa, rodeado de agua, junto al Club de Caza y Pesca, donde trabaja.

Nicolás Loyarte
nloyarte@ellitoral.com
@nicoloyarte

Algunos vecinos de Colastiné Sur comenzaron a retornar a sus hogares, semi derruidos por la permanencia del agua del río en cada habitación, tras la pronunciada bajante del Paraná. Transcurridos 147 días de inundación, un tremendo temporal de viento ocurrido el 19 de febrero, casi un mes de lluvia permanente en abril, el intenso calor del verano —con los mosquitos—, y ahora la crudeza del frío pre invernal, la escena dista mucho del paraíso en el que vivían hasta hace poco tiempo, entre sombras de árboles, el colorido de las flores y el perfume del césped entre la tierra, junto al Colastiné. Y el perfume del río se tornó una pesadilla.

Corridas por el agua, 40 familias pasaron todo este último tiempo alojadas en módulos con paredes de fibrofácil, a la vera de la ruta nacional 168, en el refugio para evacuados levantado por la Municipalidad de Santa Fe. Algunas no tienen más que ello, ya que viven en ranchos.

El río se fue. Bajó más de un metro en un mes y sigue en descenso. Hoy atravesó la línea de los 5 metros y se ubicó en 4,99 m. en el hidrómetro del puerto local: la marca más baja del año (Ver más abajo Después de 5 meses...). Y con este nivel de altura se retiró de las calles no defendidas de Colastiné Sur, al norte de la ruta 168, del lado del Club de Caza y Pesca. “Esto es una película de terror”, describe Alejandro Mai, un vecino que vive al lado del club donde además trabaja.



Evacuados. Todavía quedan 23 familias evacuadas en los módulos montados por la municipalidad.Foto: Flavio Raina

Alejandro fue uno de los únicos que pasó los más de 140 días que duró la inundación en el segundo nivel de su casa junto a su perro “Tobi”. Alrededor suyo todo era agua y silencio. Se quedó a cuidar sus pertenencias y las que habían quedado en el club: lanchas, equipos y motores.

El río se retiró también de la calle de acceso a este sector del barrio pero sigue intransitable, llena de charcos, barro y huellas. “Los que vivimos acá no la usamos, hay que esperar al menos un mes para poder circular, para que seque bien y no se arruine”, dice Alejandro, que viaja desde la ruta hacia su casa a bordo de una canoa pescadora empujada por un motor fuera de borda de 3.3 caballos de fuerza, que le “comió” el sueldo en los últimos meses de tanto andar, se queja.

Pedido solidario

Los lugareños piden a los propietarios de quintas de fin de semana de la zona que no transiten en camionetas ni cuatriciclos por la calle principal “para preservar su estado”. Alejandro espera que seque para que ingrese luego el camión con la cuadrilla de la Empresa Provincial de la Energía a relevar el estado del sistema eléctrico y levantar todos los postes que se cayeron. “Está todo destruido”, insiste. También precisan los vecinos que ingrese el camión que les lleva el agua potable “para poder limpiar las viviendas infectadas, llenas de barro”.

Vuelta a casa

Al otro lado de la ruta, en la zona más poblada de Colastiné Sur, se levanta el campamento de evacuados, donde hoy quedan alojadas en precarios módulos de chapa y fibrofácil 23 familias, constituidas por 76 personas (44 adultos y 32 menores).

Laura Ramírez es una de las evacuadas que todavía no pudo retornar a su humilde hogar de chapas que sigue inundado en la zona baja de Colastiné Sur, por fuera del anillo de defensa. Ella habita todavía uno de los módulos junto a sus 5 hijos: cuatro menores y una de 24 años, que es discapacitada. “Todavía me queda un tiempo acá, porque mi casa sigue bajo agua”, relata, “pero cuando baje voy a volver, porque tengo todo cerca acá, la escuela, el médico y me las rebusco”.

Mientras Laura cuenta sobre su vida en el refugio se escuchan de fondo los martillazos de los operarios municipales que comenzaron a desarmar los módulos que fueron desocupados por quienes retornaron a su casa. “Estas chapas, tirantes y paredes de fibrofácil vuelven a depósito”, informa al pasar un encargado. Hay movimientos con camiones y polvareda.

A depósito. Cuadrillas de operarios municipales desarman los módulos donde pasaron los últimos cuatro meses los evacuados que ya pudieron retornar a sus hogares.Foto: Flavio Raina

Operativo

Desde la subsecretaria de Acción Social de la Municipalidad de Santa Fe, Rocío Giménez anunció que comenzaron un operativo al que denominaron “Vuelta a casa”, que está programado para los distintos barrios afectados por la inundación. “Nuestra recomendación es que no retornen antes de tiempo ni lo hagan solos”, señaló Giménez, quien pidió que las familias esperen la asistencia y acompañamiento de las cuadrillas sanitarias municipales.

“En los últimos días pudimos pisar tierra firme y comenzamos a fumigar, pintar, y reparar las calles”, describió la funcionaria municipal. “También esperamos un relevamiento eléctrico y, en paralelo, iniciamos el proceso de relevar casa por casa para determinar el estado de cada vivienda y determinar si está habitable, para ver qué necesidades tienen”.

Para el retorno, Giménez mencionó que les entregan a las familias “un kit de limpieza, mientras que los equipos de Salud vacunaron contra la leptospirosis”. En el sector defendido por el anillo de defensa de Colastiné Sur se pudo observar el movimiento de máquinas para arreglar las calles que se encuentran transitables.

Desde la Vecinal Colastiné Sur

Los dirigentes vecinalistas de Colastiné Sur destacaron que desde hace 18 años "le ganan" al río, ya que no se inundan.
Pescado fresco

Al salir del barrio un cartel advierte “Hay pescado”. Desde lejos se siente el olor a surubí, a dorado y a boga. Los pescados frescos cuelgan destripados de ganchos en los puestos apostados a la vera de la ruta 168 y son una tentación para los que pasan. “Está saliendo mucho”, advierte con esperanza de que la cosa cambie Alejandra Acevedo, que oferta el kilo de boga o dorado a 80 pesos. Hoy ella atiende el puesto junto a su hijo mientras su marido arregla la casa para volver. A metros del puesto un gato que parece conocer la reprimenda que le toca si se acerca no le quita los ojos de encima a un surubí que espera su turno en la fritanga o como milanesa.


Oferta. Los pescadores aseguran que está saliendo mucho y queda evidenciado en la gran variedad de especies que cuelgan frescas a la venta en los puestos ubicados junto a la ruta 168.Foto: Flavio Raina

La Vuelta del Paraguayo

Si bien muchos vecinos comenzaron a retornar a sus hogares días atrás, cuando el río se retiró de la calle de acceso a La Vuelta del Paraguayo, la Municipalidad inició esta mañana el operativo Vuelta a Casa en este barrio ubicado a la vera de la ruta nacional 168, al otro lado del riacho Santa Fe.


Foto: Flavio Raina

Después de 5 meses, el Paraná está por debajo de los 5 metros

Gastón Neffen
gneffen@ellitoral.com

El repliegue de la crecida en la cuenca del Paraná llevó la altura del río en el Puerto de Santa Fe por debajo de los cinco metros (4,99 metros esta mañana), por primera vez en casi cinco meses. La última vez que el río estuvo a esta altura fue el 22 de diciembre, en la previa de Navidad, cuando midió 4,97 metros. Además, una proyección del Instituto Nacional del Agua (INA) estima que a fin de mes la altura del río bajará a 4,75 metros en la ciudad.

El nivel de esta mañana está más de 30 centímetros por debajo del nivel de alerta (5,30 metros). Sin embargo, el INA advierte que los altos niveles fluviales que todavía se observan en la cuenca —en Santa Fe la altura normal para esta época del año es de 4 metros (promedio 1991-2015)—y la perspectiva climática “no permiten cesar la situación de alerta en la cuenca”.

El fenómeno de El Niño, que estimula lluvias intensas en el Litoral y el sur de Brasil —con alta incidencia en las crecidas del Paraná—, también se está debilitando. Según el último informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las condiciones actuales se corresponden con las de un evento Niño en su etapa final y se espera que en el trimestre mayo-junio-julio esté en transición hacia una fase neutral.

Al final de la primavera y durante el verano podría desarrollarse “La Niña” —se enfría el océano Pacífico ecuatorial—, un fenómeno que suele generar menores precipitaciones e incluso sequías severas en Santa Fe.

En el foro de discusión sobre “El Niño” del Centro de Pronósticos Climáticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) se indica que la mayoría de los modelos predicen el fin de El Niño en los próximos meses.

También se proyecta que al final de la primavera y durante el verano podría desarrollarse una “Niña” —se enfría el océano Pacífico ecuatorial—, un fenómeno que suele generar menores precipitaciones e incluso sequías severas en Santa Fe y la región central de la Argentina. Pero habrá que esperar algunos meses para ver si este pronóstico de mediano plazo se confirma.

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