Foto: Archivo El Litoral / Manuel Fabatía
El Litoral
La tarde del 20 de abril no fue una práctica más para el plantel de Colón. Como publicó El Litoral, un grupo de barras visitó las instalaciones del Sindicato Argentino de la Televisión, lugar elegido para el entrenamiento previo al clásico ante Unión.
Aquel miércoles, este grupo de personas apuntaron contra algunos jugadores, en especial con Alan Ruiz, que ya estaba prácticamente vendido al Sporting de Lisboa por una cifra millonaria. La agresión provocó que el enganche (y sus allegados) dejen la ciudad de Santa Fe y, de esta forma, la institución rojinegra por lo que no jugó el segundo partido del año ante Unión.
Concretada formalmente la venta del enganche al fútbol portugués, el jugador se instaló en La Plata (ciudad donde nació) y practica junto al plantel de Gimnasia y Esgrima. Este jueves, TyC Sports dio a conocer una entrevista con Ruiz en donde habló de su problemática salida de Colón.
Entre las principales frases, el 10 se refirió a la visita de la barra: “Fue algo muy raro, solíamos tener seguridad y ese día no había. Fuimos a entrenar a 25 kilómetros de nuestro lugar habitual, es raro, alguien pasó información. Esto es para que abran los ojos y no vuelva a pasar”.
“Yo creo que hicimos bien en irnos con mi hermano porque esto podía pasar a mayores y ocurrir una desgracia. Para mi familia fue muy duro porque escucharon por todos lados que me habían pegado y eso es algo feo, por eso dimos un paso al costado. Me golpearon en la nuca, eran como 40 o 50 hinchas. Los dirigentes se portaron mal y no se acuerdan que les di la prioridad de la venta. Yo podría haber vuelto a San Lorenzo para que ellos la hicieran, así que les mando un saludo”, agregó.
Finalmente, Ruiz lanzó: “Después del clásico contra Unión ya me quería ir, pero no me arrepiento de haberme quedado porque en sí ya estaba vendido. Quería terminar de jugar allí como muestra de agradecimiento a la gente”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario