La docente fue interceptada en la plaza homónima, a metros de la iglesia (en Florencio Fernández 5400). El delincuente se llevó una cartera. Antes pidió disculpas a la víctima.
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Foto:Danilo Chiapello
“Yo sólo vi un hombre en moto... jamás imaginé que me iba a venir a robar”, comentó Paula, la docente asaltada.
Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
“Disculpame... pero tengo que alimentar a mi hijo”, fue la absurda explicación que hoy dio un delincuente mientras asaltaba a una maestra.
Eran las 8.30 y Paula Roldán (27) caminaba por la plaza Santa Rita en dirección a la escuela homónima donde se encuentra cumpliendo un reemplazo de la materia Matemáticas, para los alumnos que cursan el nivel secundario.
Pero de pronto, la mujer se vio interceptada por un sujeto que apareció a bordo de una motocicleta, empuñando un arma de fuego.
El rufián apuntó al cuerpo de la sorprendida mujer y le ordenó que le entregara el bolso. Acto seguido lanzó su desopilante justificación. En medio del robo, el malviviente hizo lugar a un reclamo de la docente que le rogó que no se llevara sus anteojos. “Si me los devolvés podés llevarte todo”, le dijo la víctima.
En plena calle
“Todo ocurrió tipo 8.30 cuando estaba viniendo para la escuela. Yo en realidad entro a las 9 pero me vine un rato antes porque la profesora que reemplazo me tenía que dar unos apuntes”, comentó Paula hoy en diálogo con El Litoral.
“Como vivo en Yapeyú me tomé el (colectivo) 15 y me bajé acá en el esquina de Florencio Fernández al 5400. Venía caminando y unos metros antes de llegar a la plaza (frente a la iglesia Santa Rita), se me aparece un hombre a bordo de una moto y con un arma de fuego. Me apunta y me pide el bolso. Yo se lo entrego pero le pido por favor que me devuelva los anteojos porque no estar sin ellos”, relató.
“El tipo me los da y cuando estaba en eso me dice: ‘Disculpá, pero tengo que alimentar a mi hijo’. Yo le contesté: está todo bien... mientras me devuelvas los anteojos, podes llevarte el bolso. Así que saqué los anteojos, también mis documentos, y después el tipo se fue. Era un hombre de unos 30 a 35 años. Tenía un gorro de color negro y actuó a cara descubierta”, lo describió.
No había nadie
Más adelante, Paula narró que “apenas el tipo me interceptó yo comencé a gritar. Miré a mi alrededor como para pedir auxilio pero me di cuenta de que no había nadie. Después que le entregué el bolso, lo único que atiné fue a llegar a la escuela”.
“Si bien es la primera vez que me roban, yo sé de otros casos. Mi padre siempre me aconsejaba que tenga cuidado porque se sabe que en esta zona hay muchos robos a adolescentes que concurren a la escuela. Me tomó por sorpresa porque la verdad es que yo venía pensando en qué tema tenía que darle a los chicos, y no miré a mi alrededor. Lo que vi fue a un hombre en moto... jamás imaginé que me iba a venir a robar”, culminó.
Reclamo
Por segunda vez en pocos meses, los tres directores de la escuela Santa Rita (primaria, secundaria y jardín de infantes) reclamarán a la Policía mayor vigilancia en la zona. Gildo Radin (director de secundaria) explicó que “hace poco, sufrimos un hecho en la parte de jardín de infantes. Pero lo que más nos preocupa es la reiteración de robos y asaltos que sufren los chicos en inmediaciones de la escuela. Estos episodios siempre ocurren a la hora de entrada o salida de los alumnos. Sabemos que no pueden poner un patrullero de manera permanente, pero al menos que aumenten los trabajos de vigilancia”, dijo.
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