En su primera jornada, puso en marcha una auditoría para conocer la situación económica y financiera heredada de la anterior gestión.
La Capital |
En un clima signado por la esperanza y la convivencia política, Juan José Sarasola asumió la Intendencia de Casilda y se convirtió en el primer mandatario local de extracción radical además de ponerle fin a 28 años de hegemonía de gobiernos justicialistas.
Tras prestar juramente en el recinto Legislativo donde ingresó junto a su esposa y sus dos hijas en medio de un cerrado aplauso de recibimiento, el flamante intendente del Frente Progresista se mostró confiado en superar las "dificultades" por las que atraviesa el municipio al sostener que "el vecino confió en nosotros para que afrontemos la situación y salgamos adelante". Y convocó a todos los sectores políticos porque "se vienen momentos complicados y la esperanza que implica un nuevo gobierno tiene que servir también para cambiar actitudes, dialogar y buscar coincidencias".
La asunción de Sarasola se dio en una jornada en la que varios intendentes de otras ciudades tomaron el mando y presentaron sus gabinetes, como Adrián Maglia en Granadero Baigorria y José Luis Freyre, en Venado Tuerto (ver notas relacionadas).
Auditoría. Ayer en su primer día de mandato, Sarasola tuvo una jornada agitada que incluyeron reuniones y la puesta en marcha de una auditoría para conocer detalladamente la situación heredado en materia económica y financiera además de un relevamientos sobre el estado del parque automotor del corralón municipal.
El principal escollo con el que se encontró fue el paro de actividades en demanda a la cancelación de un importante porcentaje de los haberes de noviembre que la administración saliente no pudo hacer frente por falta de recursos.
Pasado el mediodía el mandatario casildenses se reunió con representantes gremiales para intentar destrabar el conflicto con el compromiso de destinar tanto la recaudación diaria como los fondos que gestione a nivel provincial al pago de lo adeudado pero no logró el cometido al ser rechazada su propuesta en el marco de una asamblea laboral. El paro arrancó el miércoles con asistencia a los lugares de trabajo y no se descarta la posibilidad de que el gremio endurezca la medida de no surgir respuestas.
Prevención y seguridad. El otro tema que ocupó su agenda y despertó interés en la comunidad fue un encuentro vinculado a la prevención y seguridad que también mantuvo junto a integrantes de su gabinete con funcionarios de la jefatura de la Unidad Regional IV de Policía del Departamento Caseros, con asiento en Casilda, y la jueza de Menores Cristina Pecoraro.
La actividad tomó aún más relevancia por la conmoción que generó en la ciudad la muerte de Francisco Quintana, el joven de 15 años quien habría consumido una sustancia toxica conocida como LSD, como dio cuenta La Capital, lo que reanimo el debate de la problemática de la droga en la ciudad.
Sarasola no ocultó su angustia al referenciar el caso en su discurso de asunción y ayer anunció tras la referida reunión la aplicación de una ordenanza local sancionada en 2010 que nunca fue implementada pese a estar en vigencia y que prevé sancionar a los padres de los menores que produzcan desmanes u otras faltas en la vía pública.
A tal efecto se acordaron operativos conjuntos con la policía y bajo la supervisión de la Justicia de Menores, que incluirán controles de alcoholemia.
"No es una casa de brujas sino velar por el cuidado de los menores en la vía pública", explicó Sarasola para luego indicar que "en caso de constatarse la falta se hará responsable a los padres".
Inclusión social. Por otra parte el intendente casildense también dijo que trabajará en materia de inclusión social y para cumplir con el resto de los puntos que fueron eje de campaña como mejoras en obras y servicios públicos, modernizar la administración municipal con la incorporación de tecnología, apelar a la transparencia del manejo de la cosa pública y reposicionar a Casilda como un polo productivo regional.
Asimismo hizo hincapié en la necesidad de conformar un plan estratégico de desarrollo con las participación de todos los actores políticos y sociales al tiempo que resaltó la importancia de generar políticas que favorezcan el acceso a la vivienda además de gestionar obras en distintos ámbitos para lo cual pidió fundamentalmente la colaboración del gobierno provincial cuyo signo político de Frente Progresista es el mismo que gobierna Casilda desde ahora.
Tras su asunción, en la que estuvieron presentes el vicegobernador Carlos Fascendini y el ministro de desarrollo Social de la provincia Jorge Alvarez, entre otros, Sarasola se trasladó a la Plaza del Más
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