La medida de fuerza de los empleados nucleados en UPCN ya lleva un mes y realizar un trámite es cada vez más complicado. En el Distrito Centro tres parejas dieron el sí al mismo tiempo.
La Capital |
Con un mes de conflicto en el Registro Civil, casarse puede ser un acto tan "trascendente" —como lo advierten los propios jueces a los contrayentes— como complicado. Es que al trastorno de largas colas de madrugada para poder conseguir finalmente un turno, se suma a último momento que las ceremonias que se llevan adelante son "comunitarias", como lo explican los propios empleados de la repartición. Se casan de a tres parejas y a la hora de pedir alguna explicación, la respuesta es "por la medida de fuerza".
Esta insólita situación se dio ayer en el registro que funciona en el Distrito Centro, donde las ceremonias de casamiento fueron de a tres parejas por vez. Los novios admiten que hubieran preferido la exclusividad del acto, pero aclaran que el trastorno es tan grande que al final sólo quieren cumplimentar oficialmente el enlace.
Las tres parejas habían hecho trámites largos para poder casarse. Colas desde la madrugada tanto en el registro del centro de distrito como en las oficinas centrales de Salta al 2700, y al final ya ni pretendían elegir la fecha de la ceremonia.
"Nosotros queríamos casarnos mañana, en la fiesta, pero nos dijeron que eso era imposible y sólo nos dieron turno para hoy (por ayer), en principio para las 11.30", contó Jasmin, una de las novias. Lo cierto que tanto ella y su novio, Ezequiel, como otras dos parejas recibieron apenas 24 horas antes un llamado de las oficinas del Registro Civil donde les advirtieron que el casamiento sería "comunitario".
Así, tres de las ceremonias previstas para la mañana de ayer se unificaron en una sola, que se llevó adelante las 11, y donde contrajeron matrimonio formalmente tres parejas en un mismo trámite.
Comunitario. "Por la medida de fuerza", contestó la jueza, en referencia al paro de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) a la hora de dar respuesta al por qué se habían unificado los casamientos, y no dio muchas más explicaciones. Lo cierto es que la medida lleva un mes y viene acarreando complicaciones en muchos de los trámites que dependen de esa área del Estado (ver página 23 ).
"Me llamaron un día antes y la verdad es que me enojé bastante", dijo Marcos, otro de los novios, es más indicó que la persona que se comunicó para anunciarle el cambio hasta llegó a decirle que se le estaba "haciendo un favor".
El hombre quiso defender sus derechos, pero accedió al cambio antes de que la ceremonia tuviera que suspenderse. "No es lo que queríamos, pero ante tanta traba, no hay más opciones", indicó otra de las novias.
El sí tan esperado. La sala del Distrito Centro se llenó de las tres familias, incluso algunos de los familiares y amigos quedaron desconcertados si tenían que ingresar o no. "Pensé que era rápido, pero de a uno por vez", comentó una de las invitadas, que se había quedado afuera sin saber que la ceremonia de su propia amiga ya había empezado.
Las tres parejas se dispusieron en el escritorio y los testigos quedaron parados detrás de cada uno. La jueza a cargo volvió a destacar lo "trascendente del acto para ustedes, para la sociedad y para el Estado", y leyó algunos de los artículos del nuevo Código Civil, en vigencia desde agosto.
"El acto tiene validez plena porque se tomaron todos los recaudos legales y se le tomó el consentimiento a cada uno por separado", comentó entre la broma y la ironía una abogada que estaba entre los invitados. Así que los seis contrayentes dijeron su "sí, quiero" y cada pareja se fue a festejar, libreta en mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario