El magistrado aprobó el pedido de otros acreedores para sumarse a la sentencia que ya ganó el fondo NML de Paul Singer. Así, el litigio por la causa de pari passu asciende a USD 10.000 millones.
Infobae |
El juez Thomas Griesa dictaminó el jueves que los tenedores de deuda argentina que mediante 15 demandas exigen el pago total por los bonos en default desde 2002 fueron tratados de manera desigual a los acreedores que participaron en las reestructuraciones.
El magistrado concluyó que Argentina no había dado nuevos argumentos para justificar el trato diferencial a varios acreedores similares que tenían USD 5.400 millones en bonos incumplidos. Estos tenedores de deuda, que reclaman "trato igualitario" (me-too, en inglés), buscan la misma compensación que otros fondos buitre que lograron mediante un dictamen una orden para que la Argentina pague 1.330 millones de dólares más intereses.
El magistrado concluyó que Argentina no había dado nuevos argumentos para justificar el trato diferencial a varios acreedores similares que tenían USD 5.400 millones en bonos incumplidos. Estos tenedores de deuda, que reclaman "trato igualitario" (me-too, en inglés), buscan la misma compensación que otros fondos buitre que lograron mediante un dictamen una orden para que la Argentina pague 1.330 millones de dólares más intereses.
Así, el total de lo que estaría ingresando en el juicio por pari passu, que ya tiene varios acreedores incluidos tomando los 1.300 millones de NML, suma alrededor de USD 10.000 millones. Esto es tomando las 60 inversores que ya están en la lista para beneficiarse del fallo de Griesa por el pari passu.
Esto es lo que finalmente tendrá que solucionar el Gobierno que asuma luego de las elecciones. Sucede que el kirchnerismo dilató la situación para sentarse a negociar con los holdouts precisamente porque no estaban "todos".
El Gobierno actual calcula que las demandas en los tribunales de EEUU alcanzarían USD 20.000 millones, por lo tanto tan sólo la mitad –por ahora están incorporados en la sentencia de Griesa. Hay otros acreedores en instancias inferiores que seguramente ingresarán en la sentencia del juez en el corto plazo. Más aún porque desde el Ministerio de Economía, con Axel Kicillof a la cabeza, no hicieron demasiado para "consolidar" las demandas en una sola.
Así, no sólo en el tiempo crecerá el monto total del juicio por pari passu (que arrancó en 1.300 millones de dólares a favor de Elliott Management) sino los intereses que se vienen acumulando por la sentencia. Esto es, la actualización del capital a una tasa de interés más el punitorio por haber retrasado el pago de las obligaciones.
Así, quien asuma la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre deberá desactivar una bomba de tiempo con el tema de los holdouts. El candidato por el oficialismo, Daniel Scioli, se mostró sin apuros en arreglar con los holdouts (todos, no sólo Elliott) e incluso su hombre de confianza en temas económicos (Miguel Bein) señaló que la prioridad es conseguir dólares antes de sentarse a negociar con los fondos.
Ahora, lo que sigue para la saga de la deuda es la próxima audiencia pautada para el 28 de este mes, tan sólo 2 días después de las elecciones. Allí se juntarán los abogados de la Argentina y de los acreedores (todos) para ver si pueden llegar a una negociación. Obviamente no pasará nada hasta que asuma el próximo Gobierno, con lo cual hay pocas chances de que de esa reunión salga alguna promesa de pago por parte de la Argentina.
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