delirio. El asesino se sacó fotos poco antes de iniciar la masacre.
Un joven enmascarado y armado con un sable, simpatizante de ultraderecha y enemigo de los inmigrantes que llegan a Suecia, mató a un niño de 11 años y a un docente iraquí, además de herir gravemente a dos personas más antes de ser abatido en un colegio al que concurren numerosos inmigrantes. El joven subió a la web momentos antes de su feroz incursión una foto donde se muestra con el sable, una máscara y un casco de Darth Vader, el personajo maligno de la serie de películas “Guerra de las Galaxias”. El episodio de violencia ocurre mientras Suecia recibe con una política de puertas abiertas a decenas de miles de inmigrantes, lo que ha elevado las tensiones internas.
El atacante sorprendió a los alumnos, quienes al verlo entrar vestido con una máscara de la Guerra de las Galaxias y una capa, pensaron que se trataba de un disfraz de Halloween y hasta le pedían fotografiarse con él y tocar su espada. “Cuando lo vimos, pensamos que era una broma. Llevaba una máscara, estaba vestido de negro y portaba un largo sable. Algunos alumnos querían hacerse fotos con él”, relató.
El ataque, algo rarísimo en Suecia, se produjo en Trollhattan, una ciudad industrial, en una escuela que acoge a 400 alumnos de entre seis y 15 años, muchos de ellos hijos de inmigrantes que llegaron recientemente a Suecia. El maestro asesinado era un inmigrante de Irak de 23 años. El alumno asesinado tenía solo 11 años. Mientras, otras dos personas continuaban internadas en grave estado: otro profesor, con daños severos en el abdomen, y un alumno de 15 años, con heridas en la pleura.
Neonazi
El agresor abatido por la policía era un joven de 21 años que vivía en Trollhattan. Se llamaba Anton Lundin Pettersson y tenía una cuenta en YouTube en la que difundía material sobre Adolf Hitler y la Alemania nazi. Era muy hostil al islam y a la inmigración.
La escuela Kronan acoge a 400 alumnos, desde educación preescolar hasta la secundaria. Trollhattan, feudo del constructor automotor Saab, es una ciudad industrial de 57.000 habitantes. “La confusión era grande en la escuela. Los adultos y los alumnos la abandonaban de forma precipitada”, relató la policía en un comunicado.
El primer ministro Stefan Lafven acudió al lugar de los hechos tras el ataque. En un comunicado previo, había afirmado que era “un día aciago para Suecia”. “Tenemos a las víctimas, a sus familias, a los alumnos y al personal en nuestros pensamientos. No hay palabras para describir lo que les está ocurriendo en este momento”, agregó.
Los ataques en las escuelas en Suecia son rarísimos. El último data de 1961, cuando un joven murió y seis resultaron heridos por disparos en un liceo profesional de Kungalv.
Ola migratoria
Durante las últimas semanas, la masiva llegada de refugiados a Suecia ha provocado una enorme controversia y se teme que el atentado sea el episodio más grave en una cadena de incidentes que hasta ahora contabilizaba varios ataques contra centros de acogida. De hecho, no mucho antes de que se produjera el doble asesinato, Anders Danielsson, director de la Oficina de Inmigración sueca, anunció que para este año se espera la llegada de hasta 190.000 refugiados, una cifra sin precedentes que hace que muchos suecos cuestionen la política de puertas abiertas que defiende el gobierno socialdemócrata. Varios alcaldes del sur de Suecia han manifestado abiertamente que ya no pueden acoger a más personas. Paralelamente, el partido antiinmigración Demócratas de Suecia sería ya, según los últimos sondeos, el más popular con más del 27% en intención de voto. Suecia es, después de Alemania, el destino favorito de los cientos de miles de inmigrantes que llegan desde Medio Oriente a Europa.
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