Hasta el momento venía reparando rodados para el NCA y Belgrano Cargas. Directivos y trabajadores recordaron el arduo proceso que los llevó de la incertidumbre a un presente de crecimiento.
La Capital |
"El sector ferroviario en el país no es una novedad. Ponerlo en marcha y hacerlo funcionar como corresponde requiere de un gran compromiso político y de una gran inteligencia para seleccionar lo que verdaderamente necesita el país en términos estratégicos. En lo que respecta a nosotros, estamos preparados para acompañar y participar de todo lo que el sistema requiera". Así habló Roberto Amoroso, el ingeniero ferroviario que conduce la compañía Sabb SA, la empresa de María Juana que repara vagones de trenes para la reconstrucción del sistema ferroviario argentino, y que ahora se prepara para construir unidades totalmente nuevas de la mano de un contrato con YPF.
El caso de la ex Buriasco, cuyos talleres fueron específicamente erigidos para construir vagones ferroviarios durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón, es una de las muestras más notables en la región del proceso de rehabilitación del sector manufacturero argentino que, luego de atravesar tiempos de crisis profunda, hoy reclama condiciones de continuidad para terminar de cerrar el ciclo de transformación de los recursos en proceso industrial y finalmente en bienestar para la masa de trabajadores.
Primer contrato. La reestructuración comenzó en diciembre de 2013, cuando desde la fábrica tuvieron la primera inquietud y la gran preocupación surgida tras la incertidumbre sobre el futuro, ante la difusión de las noticias que daban cuenta de que el gobierno importaría equipos ferroviarios. Gracias a que fueron escuchados pudieron acceder y participar en la distribución de trabajos de la empresa estatal Belgrano Cargas. "El primer contrato fue de 59 vagones, lo que nos permitió incorporar gente a la planta, pero también pensar en el desafío de encarar las tareas en las líneas de montaje en serie, como si construyéramos vagones nuevos", narró Amoroso, junto al representante de la CGT, Rubén Santiago, y tres delegados de la planta de personal, que hoy llega a los 100 trabajadores.
"Esta planta tiene la virtud de haber sido construida específicamente para fabricar vagones nuevos en serie. Entonces aplicamos el concepto de quienes la planificaron sin importar el estado de los vagones que ingresaban para reparar. Se prepararon para incorporarlos a las líneas de montaje y los trabajamos como si construyéramos desde cero. Esto costó mucha labor, pero lo hicimos y hoy podemos decir que cumplimos", dijo Amoroso.
Buen pronóstico. Este presente les permite quedar parados con pretensiones y posibilidades de tomar más trabajo de Belgrano Cargas para dar continuidad a los empleados. "Este es de algún modo el resumen de lo que fue un momento de total incertidumbre, , hasta acceder al primer trabajo y todo el mundo nos empezara a observar, porque era la primera vez que comenzamos, en esta etapa de la historia, a interactuar con los que participan en el sector ferroviario. Hasta ese momento los trabajos realizados fueron para Nuevo Central Argentino y Ferrosur con intermitencias. Nos quedábamos sin trabajo y no podíamos dar seguridad a la gente", señaló.
Según relató el técnico, "el gran pedido de hoy es profundizar la participación de la industria argentina en todo lo que tiene que ver con la reactivación del sistema ferroviario. Acá no se está creando algo nuevo. En Argentina hay gente muy capaz que está en condiciones de aportar ideas, trabajo y compromiso para que el entramado ferroviario y los servicios lleguen a su mejor nivel, sea competitivo y pueda abarcar las necesidades de quienes generan demanda. Todo lo que lleve al ahorro de energía en el país es muy importante y todos los que participan deben pensar en función de que el sistema sea exitoso para que eficienticemos la energía".
Recientemente desarrollaron un proyecto para transportar bobinas de acero. Actualmente el transporte de ese tipo de cargas se hace en portacontenedores que llevan cuatro bobinas por vagón y utilizan una longitud de transporte de 12 metros. En cambio, lo que diseñaron en Sabb es un vagón que tendrá una longitud de 10 metros, que permitirá llevar más vagones en una misma formación y agregar una bobina más porque serán específicos para este tipo de cargas. “Todas las cuestiones que llevan a mejorar el transporte y ofrecer un vehículo en el que se optimizan los espacios es generar beneficios instantáneos para el que presta y el que contrata el trabajo. Hay que saber que existe gente en el país que sabe mucho y es la que tendría que estar marcando los lineamientos para el futuro del sistema”, expresó Amoroso.
Nuevo contrato. La empresa ahora se impuso en un proceso licitatorio para construir 14 vagones para el transporte de coque. “Esto nos da mucho entusiasmo, nos genera un desafío muy importante porque el sistema recibirá equipos nu vos como los que ya construimos en otros tiempos”, se alegró Amoroso.
Los técnicos de Sabb optimizaron el funcionamiento de la empresa a tal punto que hoy están preparados para cubrir el requerimiento de construcción y renovación de vagones de cargas de todo tipo. Esto permitirá, de acuerdo a cómo se ejecuten las operaciones en el sistema ferroviario, que los operadores tengan más necesidades de transportar, reparar, desarrollar fletes y nuevos clientes.
Impulso. La realidad actual del sistema ferroviario pasa por un gran impulso al transporte de pasajeros y lo relacionado a cargas marcha a un ritmo más lento. Aunque, si se toman las decisiones correctas, los trabajadores ven un futuro promisorio para este sector con grandes proyecciones para los próximos años.
En palabras de Amoroso, “donde hay puertos saturados deberíamos desarrollar estrategias de mayor capacidad de maniobras, bajar los fletes, optimizar la salida de los bienes de exportación y movilizar la producción de exportación con la mayor eficiencia posible y con el consecuente ahorro de energía para el país. El camino a seguir es generar más fuentes de trabajo, más industria nacional, ser más selectivos en lo que necesitamos ingresar de afuera. Somos 43 millones de habitantes y necesitamos que todos sean aptos para enfrentar el desafío de llegar a ser un país líder. Necesitamos que la gente esté bien, tenga oportunidades y pueda alcanzar ese objetivo”, remató.
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