Hay unos 890 mil argentinos en edad de trabajar que “no buscan” hacerlo y por tanto el Indec no los contabiliza. Son personas que en 2011 eran parte de la base de cálculo.
Foto: Archivo El Litoral
De la redacción de El Litoral
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DyN
Unas 890 mil personas “abandonaron” el mercado de trabajo entre 2011 y 2015 por lo que se denomina “efecto desaliento”, de acuerdo con un informe dado a conocer por la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (Uces) en base a datos estadísticos oficiales.
El trabajo realiza una proyección sobre la cantidad de desempleados que tendría que haber en la actualidad si las personas no hubieran dejado de buscar un empleo, en base a una población total estimada en 43,2 millones de personas.
El punto de referencia es el período abril-junio de 2011 cuando la Población Económicamente Activa (PEA), integrada por las personas que trabajan y las que no, era el 46,6 por ciento del total. La Uces señala que en el mismo período de este año la PEA descendió a 44,5 por ciento del total de la población lo que equivale al “mínimo en trece años”.
De acuerdo con los datos del Indec, en el mismo período de este año el desempleo alcanzó al 6,6 por ciento de la población económicamente activa. Pero estima que “si se elimina el denominado efecto desaliento la proporción de desempleados sobre la población económicamente activa ajustada subió al cierre del segundo trimestre de 2015 a poco más de 11 puntos porcentuales”. “Ese rango posiciona al país entre las diez naciones con mayor tasa de desempleo, muy cerca de Irlanda (9) e Italia (8)”, añade el informe.
En ese sentido, se aclaró que “el principal factor que provoca ese comportamiento de la oferta laboral es la falta de oportunidades para obtener un empleo remunerado, la cual se manifiesta parcialmente en la creciente antigüedad de los desocupados en tiempos de crisis”.
La Uces afirmó además que “induce a la persistencia de bajas tasas de participación de la población en comparación con los estándares internacionales algunos programas de gobierno de asistencia social, porque imponen como prerrequisito para acceder al beneficio la carencia de un empleo registrado”.
Menos obreros en las fábricas
La cantidad de obreros ocupados en el sector industrial cayó 0,2 por ciento en el tercer trimestre del año y acumuló dos años consecutivos de deterioro, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La pendiente se inició en el cuarto trimestre de 2013 con una baja de 0,4 por ciento, que se extendió durante todo 2014 y continuó en los tres primeros períodos de 2015, siempre de acuerdo con la información oficial.
No obstante, cabe remarcar que las últimas cifras revelan un freno en el ritmo de caída del indicador al pasar de -2,7 por ciento en el primer trimestre, a -1,3 por ciento en el segundo y -0,2 por ciento en el tercero.
Si se comparan los primeros nueve meses de 2015 con el mismo período del año pasado, se observa una disminución de 1,3 por ciento. La merma en el nivel de obreros ocupados coincide con la sostenida caída en la producción industrial, que recién en julio de este año pudo quebrar 22 meses consecutivos de bajas interanuales.
No obstante, esas alzas fueron de apenas medio punto en promedio y con un sesgo declinante en septiembre lo que deja interrogantes sobre el futuro inmediato. En cambio la cantidad de horas trabajadas logró quebrar la tendencia negativa que también arrastraba desde el cuarto trimestre de 2013, al subir 0,7 por ciento entre julio y septiembre de este año.
En otro orden, para el Indec, el salario en el sector subió 31,1 por ciento en el tercer trimestre comparando con el mismo período del año pasado. En lo que va del año las retribuciones en el sector industrial mejoraron 31,6 por ciento. El Indec elabora esta encuesta con datos extraídos en 3 mil locales industriales de todo el país seleccionados.
En cifras
>> 11,5 % de desempleo hay en el país si el cálculo se hace con la misma base de PEA del Indec en 2011.
>> 180 despidos desde agosto. El grupo Indalo de Cristóbal López concretó esos despidos y se quedó sólo con 100 operarios.
>> 1.900 trabajadores había en 2008. A manos kirchneristas, la planta fue “relanzada”. Ahora la empresa tomará 60 días para decidir si continúa abierta.
Histórico
El informe de la Uces sostiene que “el fenómeno no es nuevo, sino que ha sido una constante en la historia argentina, puesto que el nivel de desocupación ha sido siempre subestimado por el efecto de la recurrente retracción de la tasa de participación de la población en edad de trabajar en el mercado de trabajo en tiempos de crisis, a niveles muy bajos en una comparación internacional”.
Paraná Metal despide
En noviembre de 2012 Cristina Fernández participó del relanzamiento de Paraná Metal a manos del grupo Indalo. En videoconferencia, la jefa de Estado les dijo a los trabajadores: “En la articulación del capital y el trabajo está el secreto del modelo y su sustentabilidad en el tiempo, que es lo que necesitamos”.
Ayer la empresa ratificó nuevos despidos y condicionó a los que quedan. “La condición que puso la empresa para que continúe es que hay que recuperar el rendimiento de la planta y la continuidad está supeditada a la concreción de nueva producción. Para nosotros es un chantaje y un planteo de flexibilidad laboral,” indicó Leandro Del Grecco, integrante de la comisión interna.
La visión del gremio es que la empresa lo que hizo fue “presionar estratégicamente para mejorar sus condiciones de negociación con el gobierno nacional, a los que seguramente le pedirá más subsidios. Y usa a los trabajadores para este chantaje”.
“Teniendo en cuenta los cambios en el sector automotor a nivel mundial, y en particular del Mercosur, la empresa toma el desafío de redefinir su plan estratégico al nuevo contexto. Paraná Metal se tomará el lapso de 60 días para evaluar el futuro de la compañía”, señalaron en un documento.
Los problemas en Paraná Metal comenzaron en 2008, cuando la firma ex Metcon suspendió a unos 1.200 empleados y cortaron el vínculo con las empresas contratistas. En total se desempeñaban 1.900 trabajadores en la planta de Villa Constitución. Los operarios comenzaron un intenso plan de lucha que incluyó un corte de ruta, que se extendió más de un mes. En febrero de 2009 se hizo cargo el grupo Indalo, pero los problemas no cesaron.
Las últimas negociaciones se desarrollaron por fuera del ámbito del Ministerio de Trabajo e incluso ignorando la representatividad de los delegados. Y las esperanzas de un arreglo directo con la Casa Rosada -como algunas vez sucedió- tienen por telón de fondo la crisis electoral oficialista, el déficit fiscal y la caída exportadora de las automotrices.
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