La defensa del ex presidente advirtió que su testimonio podría afectar "los intereses del Estado argentino" y hasta provocar "el rompimiento de la convivencia pacífica" con otras naciones.
Infobae |
El ex presidente Carlos Menem pidió este jueves ser relevado del secreto de Estadopor parte del Senado para poder declarar en el juicio por el encubrimiento al atentado a la AMIA por el que está acusado, pero advirtió que, de hablar, podría afectar "los intereses del Estado argentino" y hasta provocar "el rompimiento de la convivencia pacífica" con otras naciones.
"No es una cuestión genérica, sino que afecta al Estado argentino", sostuvo el defensor Omar Daer ante el Tribunal Oral Federal 2 al plantear las nulidades del caso al inicio del debate, en el marco de la tercera jornada de audiencias.
Un rato después fue la querella de Memoria Activa la que cuestionó más duramente ese planteo: "Si Menem sabe algo del atentado y calló durante 21 años, que venga a este juicio y diga lo que sabe por honor a las víctimas como un mínimo resarcimiento", dijo el abogado Rodrigo Borda.
Como el actual senador Menem no está presente en las audiencias por problemas de salud, se suponía que seguiría las alternativas del debate a través de una videoconferencia, pero hubo problemas técnicos en el edificio y la conexión estuvo sin servicio. Incluso se había especulado con que podía prestar declaración indagatoria, algo que aún no era posible porque no se terminaron las cuestiones preliminares.
El ex presidente y ahora senador, de 85 años, no pudo ver a su abogado lanzando su estrategia de generar temor sobre el contenido de su declaración. Según explicó, tras los atentados a la Embajada y a la AMIA Menem convocó no solo a la SIDE sino también a los servicios de inteligencia de Estados Unidos, de Gran Bretaña, de Israel y de Brasil, entre otros, para esclarecer esos hechos. Y por eso, dijo su defensa, su declaración en este proceso implicaría la necesidad de que el Senado lo releve de la obligación de no revelar secretos de Estado.
A la cuestión de la afectación de los secretos de Estado también se sumó la defensa del ex titular de la SIDE Hugo Anzorreguy, también acusado y nuevamente internado.
Además, Daer aprovechó para rechazar la acusación contra su cliente: afirmó que lo estaban imputando por un encubrimiento en favor del empresario de origen sirio Alberto Kanoore Edul, cuando nunca fue imputado por la voladura de la mutual judía.
"Tenemos un encubrimiento al que le falta del autor del hecho. Hay una ausencia de responsabilidad de la pista siria. Además tenemos la pista iraní. Si Kanoore Edul hubiera tenido alguna responsabilidad, tendría que estar preso. Pero esa parte se ha omitido", se quejó.
Y en ese contexto el abogado alegó: "Hay prueba inexistente e insuficiente, estamos en un juicio por cuestiones colaterales y no para tratar de descubrir la verdad sobre el triste atentado" del 18 de julio de 1994, que provocó la muerte de 85 personas.
Tras intentar plantear la nulidad del procesamiento de su cliente –algo que generó el reto del presidente del tribunal, Jorge Gorini, Daer agregó que, a su criterio, el encubrimiento "está prescripto" y dio por concluida su intervención.
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